Córdoba en 3 días: qué ver
¿Tienes tres días libres? ¿Necesitas inspiración para elegir destino? Tal vez hayas pensado en Segovia o en Toledo en el centro peninsular, Asturias al norte, Valencia o Barcelona por el mediterráneo, Granada y Sevilla por el sur… Pero, ¿y qué tal Córdoba? Nosotros ya te adelantamos que es una muy buena elección para una escapada de fin de semana. Quédate que te dejamos nuestro itinerario de viaje por Córdoba en 3 días.
👉 Un fin de semana en Córdoba
Aunque parezca difícil apartar la idea de que Córdoba no tiene mucho más que la Mezquita-Catedral y sus patios, vamos a tratar de que veas esta preciosa ciudad con otros ojos y que la elijas como próxima escapada de fin de semana. A continuación, te damos 5 razones, entre muchas otras, para convencerte de que Córdoba es tu destino ideal.
1- Córdoba, la ciudad de las tres culturas. Aquí encontrarás edificaciones de un pasado romano como el Puente romano de Córdoba o el templo romano, evidencias de la conquista islámica y del cristianismo con la Mezquita de Córdoba y el Alcázar de los Reyes Cristianos, o del judaísmo con el barrio judío y la sinagoga, entre otros monumentos.
2- Una ciudad muy pintoresca llena de color y vida con sus famosos patios. El Festival de los Patios Cordobeses es un concurso muy famoso en Córdoba en el que se elige cuál es el patio más bonito.
3- Su impecable gastronomía. Un buen salmorejo, la mazamorra o el ajoblanco, berenjena frita con miel de caña, el flamenquín cordobés, el rabo de toro, etc. Platos tan buenos que no podemos elegir cuál es nuestro preferido… ¡Están todos exquisitos!
4- Córdoba, la ciudad con más declaraciones de Patrimonio de la Humanidad. Concretamente, posee 4 patrimonios que son la Mezquita-Catedral de Córdoba, el Festival de los Patios Cordobeses, el centro histórico y Medina Azahara.
5- Lugares secretos y otras curiosidades. Estrechos callejones que te pillan por sorpresa, calles muy instagrameables como la Calleja de las Flores o la Cuesta del Bailío, monumentos un poco random como el Cristo de los Faroles, la Calleja del Salmorejo Cordobés con la receta original del plato, o un reloj que en lugar de dar campanadas suenan acordes de guitarra. ¿A que suena bien? Pues acompáñanos y sigue leyendo este post.
👉 Qué ver en Córdoba en 3 días
Somos conscientes de que Córdoba no es una ciudad muy grande, y ya os adelantamos que puede verse en uno o dos días, pero puedes ampliar tu visita yendo a otros pueblos como Almodóvar del Río o descubriendo Medina Azahara. Como fuimos desde Madrid en coche, unas cuatro horas de viaje, perdimos prácticamente la mañana del primer día. Así que planeamos nuestro itinerario de viaje en función de esto.
Dejamos la tarde del primer día para conocer Córdoba, y la noche, pues el ambiente de la ciudad cambia mucho. El segundo día lo dedicamos a la visita de Medina Azahara y el castillo de Almodóvar del Río, aunque también paseamos por la ciudad por la tarde. El último día lo utilizamos para terminar de ver en Córdoba lo que nos dejamos el primer día.
Para un viaje de fin de semana, podrías concentrar la visita a Córdoba el primer día y lo que quede por visitar para la tarde del día siguiente. El segundo día por la mañana podrías visitar Medina Azahara y Almodóvar del Río perfectamente.
Antes de comenzar, tocando el botón de aquí abajo podréis descargar un PDF no todos los precios y horarios de visita de todos los monumentos de Córdoba. El PDF lo podéis encontrar también en la página web de Turismo de Córdoba.
👉 DÍA 1: La Mezquita de Córdoba y la ciudad
¡Qué emoción! ¡Primera vez en Córdoba! En nuestro caso, nos alojamos a las afueras del centro histórico de Córdoba, en el Hotel Oasis Córdoba. Aunque no está en uno de los mejores barrios de la ciudad, y un poco lejos del centro, unos 15-20 minutos andando, este hotel fue una opción bastante acertada. Además, le dimos mucho provecho a la piscina pues hacía mucho calor. Llegamos sobre la 12:30, así que nos dimos un chapuzón y comimos en el restaurante del hotel.
Estábamos deseando ver la Mezquita-Catedral de Córdoba así que ese era nuestro principal objetivo este día. Fuimos paseando a un lado del río Guadalquivir contemplando toda la vegetación del soto de la Albolafia, de gran importancia ecológica, y la ciudad de fondo hasta llegar al Puente romano de Córdoba. Un puente impresionante. No es de extrañar que acompañe a la mezquita en todas las postales de la ciudad. Sobre todo por la noche iluminado. Un dato bastante interesante es que el río Guadalquivir a su paso por Córdoba era navegable. Hoy en día, con la vegetación ya no es posible.
Este puente está encabezado por la Torre de la Calahorra, una pequeña fortaleza de origen islámico que servía como medio defensivo del puente y, por consiguiente, de la entrada a la ciudad. En la actualidad, acoge el Museo Vivo de al-Ándalus sobre la convivencia entre las culturas judía, cristiana y musulmana. La visita tiene un coste de 4,50€ (3€ la entrada reducida). En el puente también encontramos la estatua del Arcángel San Rafael.
Cruzando el puente nos encontramos la Puerta del Puente, una de las 3 únicas puertas históricas que se conservan de la ciudad de Córdoba. Se trata de una puerta de estilo renacentista que se construyó para conmemorar la celebración de las Cortes en la ciudad por el monarca Felipe II. Se encuentra donde debieron situarse las puertas romanas que permitían cruzar la muralla al interior de la ciudad. A ambos lados de la puerta podemos observar que se conserva un poco de lo que fue la muralla. Tras la puerta se abre la Plaza del Triunfo. A mano izquierda observaremos el monumento del Triunfo de San Rafael y el Palacio Episcopal, y de frente la Mezquita-Catedral de Córdoba.
Como es previsible, la Mezquita de Córdoba tiene muchísima afluencia, así que nosotros reservamos con anterioridad las entradas. Nos costaron 9€ por ser estudiantes y carné joven. ¡Ah! De lunes a sábado de 08:30 a 09:30, la entrada es gratuita. Nosotros fuimos a las 17:30 y algo que nos pilló por sorpresa es que a esa hora ya no se podía adquirir el servicio de audioguía. Os dejamos toda la información en nuestro post sobre la Mezquita-Catedral pinchando en el anterior enlace. También podéis pinchar en el siguiente enlace a la página web oficial de la mezquita.
No por nada es el mayor punto turístico de la ciudad. Un inmenso bosque de columnas y arcos de herraduras que, en combinación con la multitud de capillas, el crucero central de la catedral y la mezcla de estilos arquitectónicos (arte musulmán, gótico, renacentista y barroco), hacen que sea un edificio muy original. Además, es única también por no estar orientada hacia La Meca, y por ser uno de los cuatro Patrimonios de la Humanidad que posee la ciudad de Córdoba. En definitiva, una parada obligatoria.
Después de una hora de visita, callejeamos un poco para conocer el centro histórico. Así, podíamos hacer fotos tranquilamente y hacíamos tiempo hasta las 21:00 que teníamos concertado un free tour con Civitatis de Córdoba.
Una calle que nos enamoró, y que no sólo es bastante famosa en la ciudad sino que también en cualquier perfil de Instagram, fue la Calleja de las Flores. Caminando sin rumbo nos encontramos con la Casa Mudéjar, un edificio que conserva intacta su antigua estructura desde el siglo XIV. Una vivienda de importantes familias cordobesas como los Venegas y los Córdoba. De estilo arquitectónico doméstico y señorial mudéjar, su planta baja posee una exposición de arte gratuita y entrada libre.
Seguimos paseando sin rumbo viendo algún que otro patio y topándonos lugares con encanto como la Plaza de Jerónimo Páez, donde podréis encontrar el Museo Arqueológico de Córdoba y el Palacio de los Páez Castillejos. Más adelante llegamos hasta el Templo romano de Córdoba, un lugar histórico muy interesante dedicado al culto imperial romano que se encontraba en el Foro Provincial, actualmente justo al lado del Ayuntamiento de Córdoba. Asombra por sus grandes dimensiones y sus imponentes columnas con capiteles de orden corintio. En el propio recinto se conservan algunas piezas originales, aunque el resto se encuentran en el Museo Arqueológico. El complejo se descubrió en 1950 durante las obras de ampliación del Ayuntamiento de Córdoba, aunque ya se tenían evidencias de años anteriores de que algo grande se escondía bajo tierra. Actualmente, y por desgracia, no se puede acceder al interior del recinto, pero puede contemplarse desde la calle.
Caminando un poco más llegamos a otro punto de interés, la Cuesta del Bailío. Era una de las entradas de la muralla que comunicaban la parte alta y la parte baja de la ciudad de Córdoba. Su nombre lo recibe porque en lo alto se encuentra la Casa del Bailío. El bailío era un agente de la administración real o señorial que impartía justicia en el territorio. Aprovechad para echaros unas cuantas fotos aquí porque es un sitio bastante instagrameable 😜.
Desde esta famosa calle se accede a la Plaza de los Capuchinos, donde se encuentra el famoso Cristo de los Desagravios y Misericordia, o como es conocido popularmente, el Cristo de los Faroles. Una escultura de la crucifixión de Cristo rodeado por 8 faroles que representan cada uno de ellos a las 8 provincias de Andalucía. Existe una leyenda que concierne a este monumento, pero te dejaremos con la intriga 🤪. Así tendrás más razones para visitar Córdoba. Ya que os comentamos sobre esta escultura, existe también la Virgen de los Faroles en una de las paredes exteriores de la Mezquita de Córdoba, en la Calle Cardenal Herrero. También existe una leyenda que tiene que ver con el significado de su otro nombre, la Virgen Puta…
Nos disponemos a volver hacia el punto de encuentro del tour que teníamos contratado en la Plaza del Triunfo. Bajamos por la Avenida Ronda de los Tejares, donde no pudimos resistirnos ante los encantos de una leche merengada bien fresquita con canela por encima en la heladería La Flor de Levante. Llegamos una zona de parques y, un poco más adelante, al Mercado Victoria. Un lugar con mucha vida y ambiente joven donde podrás tomarte una cervecita o probar desde productos típicos cordobeses como el salmorejo u otras versiones más modernas, salmorejo de remolacha por ejemplo, o productos internacionales como tacos mexicanos.
Atravesamos por la barrio judío de Córdoba, del que te aseguramos que es el más bonito de la ciudad. La judería se caracteriza por estar encalado en blanco, sus patios, y sus coloridas macetas llenas de flores. Podrás acceder por la Puerta de Almodóvar, uno de los accesos al interior de la muralla y que, además, se encuentra en un lugar bastante agradable para pasear y contemplar. Por allí callejeamos un poco descubriendo más patios, la Estatua de Maimónides (filósofo entre otras cosas), la Estatua de Averroes (filósofo), la Torre de Belén, y calles súper bonitas como la Calle San Basilio, la Calle Martín de Roa (aquí hay una cafetería con un helado de naranja y vermut BUENÍSIMO 😋😋), y la Calleja del Salmorejo Cordobés. La Calleja del Salmorejo Cordobés es muy particular y nos encanta porque puedes ver escrita la receta original de salmorejo cordobés.
En las otras dos calles podrás observar que en varias fachadas hay placas de premios por el Festival de los Patios Cordobeses, una fiesta gratuita y de acceso libre que premia al patio más bonito. Un patio es un área al aire libre de la vivienda que sirve para iluminar y ventilar las distintas estancias. Debido a la calidez de Córdoba, los patios suelen tener en su centro un pozo con el que abastecerse. Además, se cargaban de vegetación para una mayor sensación de frescura. De ahí que se conserve esta bonita tradición. Cada patio tiene una arquitectura singular fruto de la historia. En base a esto, se distinguen patios monumentales y señoriales como el Patio de los Naranjos de la Mezquita o el del Palacio de Viana, y los patios de concurso que son viviendas particulares que pueden clasificarse según su arquitectura antigua o moderna, y su singularidad.
Ya que hablamos de callejuelas, también os recomendamos la Calleja del Pañuelo. Ya para terminar el día, como os íbamos adelantando, hicimos un free tour nocturno por Córdoba que comenzó en la Plaza del Triunfo y terminó en la Plaza de las Tendillas (de la que más tarde os comentaremos), pasando por varios monumentos como el puente romano de Córdoba y todo el entorno natural, algunas ruinas en el río como una noria de agua, el Alcázar de los Reyes Cristianos, el barrio judío, los patios, y distintas edificaciones como por ejemplo, la fachada mudéjar de una casa en la calle del indiano, o una parroquia en la Plaza San Juan cuya torre es un alminar de una antigua mezquita musulmana. Algo que no conocíamos y descubrimos con el tour fue un monumento a los cuidadores de los patios, os adjuntamos foto en el carrusel.
Para poner la guinda al pastel, cenamos muy muy muy bien en la Taberna Salinas. Aquí probamos por primera vez el salmorejo cordobés, las berenjenas fritas con miel de caña, y rabo de toro. Estaba todo exquisito, el trato súper bueno y el lugar muy bonito. Con la panza llena, volvíamos al hotel deleitándonos con las vistas de Córdoba iluminada.
👉 DÍA 2: Medina Azahara y Almodóvar del Río
Para el segundo día cogimos el coche temprano por la mañana para ver el yacimiento arqueológico de Medina Azahara, la llamada ciudad brillante. A unos 15 minutos en coche se encuentra esta antigua ciudad de la que se pensaba que era a Córdoba vieja. Más adelante se comprobó que era una ciudad distinta cuyo origen todavía no está claro del todo. Algunos apuntan a que Abd al-Rahman III, primer califa del al-Ándalus, mandó construir la ciudad como muestra de su enorme poder y riqueza, mientras que las leyendas dicen que fue una historia de amor… Te dejamos el enlace a nuestro post sobre Medina Azahara para que te enteres sobre todos su secretos, y para que tengas a tu disposición toda la información necesaria.
La entrada al recinto es gratuita, se necesita recoger las entradas en el centro de visitantes (que también es el museo), aunque tendrás que pagar 2,50€ para el autobús lanzadera. En nuestro caso, contratamos un free tour con Civitatis a para las 10:00 de la mañana y que duró aproximadamente 3 horas. Para la próxima vez que volvamos a Córdoba, sin duda alguna haremos el tour nocturno por Medina Azahara.
A unos 20 minutos más en coche se encuentra nuestra siguiente parada, Almodóvar del Río. Nosotros, como buenos fans de Juego de Tronos, no podíamos irnos sin ver el Castillo de Almodóvar (en la serie el Castillo de Altojardín). Antes de visitar el castillo, paramos a comer en el Asador el Campero, justo frente del castillo. Pedimos croquetas, ensalada césar, y algo que nos faltaba por probar, el flamenquín cordobés. Esto acompañado de un buen tinto de verano y finalizando con un coulant de chocolate. Otro lugar recomendadísimo para comer, buena atención y comida exquisita.
En cuanto al castillo, este dispone de un amplio parking gratuito en la parte de arriba del cerro, aunque abajo también hay otro parking muy grande. Las entradas las compramos por internet por 7,50€ (entrada reducida por estudiantes, la general son 9€), y aproximadamente tardamos 1 hora en ver todo el castillo usando la audioguía. Tenemos que recalcar que la audioguía estaba súper bien. Hemos tenido experiencias con otras audioguías que han sido un auténtico rollo, mientras que esta fue súper interesante con la información esencial. Os dejamos también este enlace a nuestro post sobre el Castillo de Almodóvar.
A las 16:00 volvimos al hotel para descansar y echar un rato en la piscina. A las 20:00 volvimos a Córdoba de nuevo para ver parte de lo que nos faltaba, no sin antes parar a por una cerveza y probar la tortilla del famoso Bar Santos. Justo en frente de la mezquita se encuentra dicho bar. Aunque la tortilla era muy grande, no es la mejor que hemos probado. Tuvimos suerte que no había mucha gente porque otras veces que pasamos por delante había colas interminables.
Nos pusimos rumbo a la Plaza de la Corredera, la única plaza mayor cuadrangular de Andalucía de la que no pudimos evitar referirnos a la Plaza Mayor de Madrid. Una plaza porticada con arcos que está llena de vida con bares, negocios y buen ambiente. Se sitúa en el antiguo circo romano de Córdoba. Es más, si visitáis el Alcázar de los Reyes Cristianos, allí podréis ver expuestos mosaicos encontrados en este plaza.
Seguimos la visita con la Iglesia de San Lorenzo o la Parroquia de San Lorenzo Mártir, que destaca por ser una iglesia fundada sobre una antigua mezquita, de ahí que el minarete pasase a ser la torre de la actual iglesia. Es una iglesia de planta rectangular de 3 naves, sin crucero y terminada en un ábside central. Otros elementos característicos son sus pinturas, su porche y el enorme rosetón gótico-mudéjar.
Como último punto de visita de la tarde, volvimos a la Plaza de las Tendillas para escuchar el reloj de las Tendillas. Este reloj, que anteriormente estaba colocado en el edificio de en frente, en lugar de dar campanadas suena acordes de guitarra de la soleá flamenca (un tipo de métrica típica andaluza). Por eso se conoce como reloj flamenco o reloj de acordes. En esta plaza convergen las principales calles comerciales de Córdoba y acoge en navidad el mercado navideño, y la celebración de las 12 uvas en Nochevieja pero con acordes en lugar de campanadas.
Aquí también podemos disfrutar de bonitos edificios como el edificio de La Unión y el Fénix (la compañía de seguros), que nos recuerda mucho al Edificio Metrópolis entre la Gran Vía y la Calle Alcalá de Madrid, el hotel Palacio Colomera, o la Casa Enríquez Barrios. En el centro se encuentra el Monumento al Gran Capitán, una estatua de bronce con la cabeza en mármol. Se dice que el escultor quiso burlarse del capitán Gonzalo poniendo como cabeza la de su amigo torero Lagartijo. Sin embargo, no es más que una leyenda pues el propósito del artista estaba en que el espectador se fijase en la cabeza, símbolo de la inteligencia.
Terminamos la noche cenando en una terraza al lado de la muralla con vistas a la mezquita, en Casa Rubio. Os podemos decir que es nuestro sitio preferido para comer/cenar en Córdoba. Pedimos una ración de patatas bravas, berenjena frita con miel de caña y otra cosa que no habíamos probado, la mazamorra. De postre un flan y una torrija. Estaba todo realmente bueno.
De nuevo, vuelta al hotel disfrutando de las vistas a la ciudad desde el otro lado del río y, como ya pudimos comprobar la noche anterior, Córdoba en verano cobra vida al ponerse el sol. Además, la ciudad toma un aura distinta. Simplemente, disfrutad de la ciudad iluminada.
👉 DÍA 3: Alcázar de los Reyes Cristianos de Córdoba y museos
Último día en Córdoba y temprano por la mañana, fuimos al Alcázar de los Reyes Cristianos como primera parada. Se trata de una fortaleza cristiana que se levantó aprovechando el Alcázar de los Omeya durante el mandato de Alfonso X el Sabio. Sin embargo, a lo largo de la historia ha tenido diferentes usos como por ejemplo, Sede de la Inquisición española, o de cárcel. Además, los Reyes Cristianos fueron los últimos monarcas que residieron en él. Una enorme construcción que desde fuera impresiona. Un edificio de planta casi rectangular con 4 torres distribuidas en cada vértice.
Las salas más destacables son el Salón de los Mosaicos (la sala principal donde se exhiben mosaicos desenterrados del subsuelo de la Plaza de la Corredera), el Patio mudéjar y sus suelos de mármol, y el Patio de las Mujeres donde veremos los restos arqueológicos que han dado a luz las excavaciones.
La joya de este edificio son los jardines. Sólo tenéis que ver las fotos para estar de acuerdo con nosotros. En cuanto a las entradas, podéis adquirirlas frente a la entrada del alcázar mediante un código QR. También desde el Centro de Recepción de Visitantes de Córdoba, o desde la página web del alcázar (puedes pinchar en el enlace para comprarlas). Tienen un precio de 4,5€, mientras que la reducida son 2,25€. En cuanto al horario, en verano (del 15 de junio al 15 de septiembre) abre de 08:15 a 14:45. El horario de invierno es de martes a viernes de 8:15 a 20:00, sábados de 09:30 a 18:00, y domingos de 08:15 a 14:45. La visita se limita a ciertas zonas del palacio y los jardines.
Hemos de decir que el alcázar no es muy imprescindible de visitar. Merece la pena por los magníficos jardines y los patios de estilo mudéjar pero lo que es el palacio, no ofrece mucho más de lo que hemos contado.
Después de visitar el alcázar, nos dispusimos a conocer en profundidad la judería de córdoba, empezando por la Capilla mudéjar de San Bartolomé. Se trata de uno de los mejores ejemplos de arte mudéjar en Córdoba, una capilla funeraria que data del siglo XIV y que fue construida como símbolo antisemita tras la revuelta antijudía del 1391 en Córdoba. Fliparéis con el alicatado, los vivos colores y las inscripciones de sus paredes. Lo que es más sorprendente, después de la conquista cristiana, se construya un templo católico y que estas inscripciones en árabe sean alabanzas a Alá perfectamente legibles.
La entrada cuesta 1,5€ entre semana y 2€ fin de semana. La audioguía no es de las mejores que hemos escuchado, mucho relleno y aburrida. Poco aprendes. Para lo poco que se ve no es imprescindible la visita, pero si tienes tiempo te recomendamos que la visites. En cuanto a los horarios, en verano de martes a domingo de 10:30 a 13:30, lunes cerrado. El horario de invierno es de lunes a sábado de 10:30 a 13:30, y de 15:30 a 18:30. Los domingos solo de mañana.
El siguiente punto de visita es el Zoco Municipal de Córdoba, un mercado de artesanía bastante chulo para echar un vistazo a lo que se vende. Además, el patio de la casa en el que se emplaza es bastante mono.
Continuamos visitando la judería y esta vez con la Sinagoga de Córdoba, una de las 3 únicas sinagogas que se conservan en España (las otras dos en Toledo). Un templo del año 1315 que consta de un patio desde el que se accede a un vestíbulo seguido de la sala de oración, y en la planta superior la galería de las mujeres que está decorado con 3 arcos polilobulados. En la sala de oración destacan todas las inscripciones y decoraciones de yeso con un estilo mudéjar. Allí encontrarás distintos paneles explicativos de los fragmentos de las inscripciones que hay en cada muro de la sinagoga. Visitar la sinagoga es obligatorio en tu visita a Córdoba. Además, la entrada es gratuita. Puedes consultar horarios en la página web de la junta de Andalucía que te dejamos aquí enlazada.
El siguiente punto de visita fue la Casa sefarad o sefardí, una vivienda típica judía del siglo XIV que, actualmente, es un museo. Consta de distintas salas cada una dedicada a los distintos aspectos en la vida de un judío, influencias sobre nuestra cultura, y a filósofos como Maimónides. Resulta muy interesante ver cómo era la vida doméstica, leer sobre costumbres, festividades, música, la lengua, o incluso la influencia de su cultura en ciertas palabras que han quedado en nuestro vocabulario actual. La entrada general cuesta 4,50€.
Otra casa museo que visitamos y cerca de aquí es la Casa Andalusí, en este caso la vivienda tiene un ambiente morisco en cuyas estancias podremos apreciar distintas monedas, alfombras, el proceso de fabricación del papel, un pequeño aljibe, su patio y sitios bastante fotogénicos como la fuente del final del recorrido o el arco polilobulado del patio. La entrada cuesta 4€ pero puedes entrar también al Museo de la Alquimia por 8€. Sin embargo, te aconsejamos que te ahorres esos 4€ de más porque el otro museo es, digamos, demasiado místico para nosotros. Realmente sólo merece la pena visitar la Casa Andalusí. Paradita para comer, esta vez repetimos en la Taberna Salinas.
Quienes conozcan Córdoba seguramente se preguntarán, ¿y el Palacio de Viana? Nosotros decidimos no visitarlo porque ya se nos iba un poco el presupuesto. La entrada conjunta del palacio y los patios cuesta 10€ (por separado son 6€ cada una). Lo dejamos para la próxima. Un palacio que cuenta con 12 patios y un jardín, una auténtica pasada. Para finalizar el viaje, nos tomamos un helado de naranja con vermut en La Posada del Caballo Andaluz, en la Calle Martín de la Roa. Un lugar súper agradable y muy bien decorado. Podemos decir que nos fuimos con buen sabor de boca de Córdoba.
👉 Recomendaciones
- La mejor época para visitar Córdoba es en primavera pues es cuando disfrutaréis de los patios de Córdoba en su mayor esplendor y colorido. Puedes aventurarte a visitarla en mayo, durante el Festival de los Patios Cordobeses.
- Si no te gustan las multitudes, puedes visitarla en cualquier época del año, aunque verano puede ser la peor época por el sofocante calor. Sin embargo, nosotros hemos de decir que en junio-principios de julio tampoco se está mal y, además, los precios son más bajos. Eso sí, evitar las horas centrales del día. Ya veréis que la ciudad cobra vida por la noche. Y si podéis reservar hotel con piscina, mejor que mejor.
- Si disponéis de más días podrías visitar algunos pueblecitos como Priego de Córdoba, Zuheros, Iznájar, Baena, Espejo, etc.
- Consulta los horarios antes de planificar tu visita. Casi todos los lugares de interés tienen un horario bastante restringido y cierra por lo menos un día a la semana.
- Visita el Centro de Creación Contemporánea de Andalucía, un museo de arte contemporáneo que os encantará. Tiene unas exposiciones increíbles y es muy entretenido. Además, la entrada es gratuita.
- Ten un momento de relax en los Baños Árabes de Hammam. Toda una experiencia de baños termales, masajes, té, olores y aceites.
- No te vayas sin llevarte un poco de té. Por Córdoba hay muchas tiendas que venden té al peso y de muchíííísimos sabores. Al menos pásate por alguna porque huele muy bien.
Te dejamos los enlaces a nuestros post relacionados con Córdoba como son el de Medina Azahara, la Mezquita Catedral de Córdoba, y el Castillo de Almodóvar. Ya que estás pensando en Córdoba como próximo destino, tal vez te interese echar un vistazo a alguno de nuestros otros post como la guía de Granada en 4 días. Si estás en buscas de un destino totalmente distinto, pásate por el post de Santander. Si eres de Madrid como nosotros, para un fin de semana también puedes disfrutar de los pueblos de la Sierra de Guadarrama, entre ellos Buitrago de Lozoya.