Jaca es una de las principales ciudades del Pirineo aragonés. Situada al noreste de la provincia de Huesca, debe su importancia a su emplazamiento en el camino a los Pirineos. Es la capital de la región de la Jacetania y, además, fue la primera capital del Reino de Aragón. Su precioso casco antiguo, el entorno en el que se encuentra, y su proximidad a las estaciones de esquí más importantes, convierten a la ciudad en un destino perfecto para las vacaciones tanto en invierno como en verano. Suena bien, ¿verdad? Quédate con nosotros y te contamos todo sobre esta ciudad.
- 1. 📖 Historia de Jaca
- 2. 👀 Jaca en un día: qué ver
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- 2.1. Ciudadela de Jaca
- 2.2. Catedral de San Pedro
- 2.3. Torre del Reloj
- 2.4. Jaca modernista
- 2.5. Ermita de Sarsa
- 3. 🤔 Qué ver cerca de Jaca
- 4. 🚗 Dónde aparcar en Jaca gratis
📖 Historia de Jaca
Con más de dos mil años de historia, Jaca posee un importante legado monumental que la convierte en un valioso centro turístico. Su origen se remonta a los tiempos de los pueblos prerromanos, en concreto de los jacetanos. Se cree que este pueblo proviene de los aquitanos, propios de una región de Francia que, en algún punto de la historia, cruzaron los Pirineos y se asentaron estableciendo su capital Iaca o Iacca (la antigua Jaca).
Hacia el siglo II, los romanos conquistaron la ciudad, convirtiéndose en un punto de control de los Pirineos y un gran aporte económico al Imperio. Su próspero desarrollo se mantendría durante el siglo III hasta su decadencia en el siglo IV debido a los ataques de bandidos en los caminos pirenaicos de comercio. Después de la caída del Imperio romano, los visigodos ocuparían el territorio hasta la invasión musulmana en el 711.
Jaca supuso un límite entre los cristianos que se escondían entre las montañas, y los musulmanes que avanzaban desde el sur. En este periodo destaca la construcción del Monasterio de San Juan de la Peña, del que más adelante hablaremos, y la creación de la conocida Marca Hispánica por Carlomagno al noreste de la Península Ibérica y sur de Francia. Consistía en un conjunto de territorios creados para detener el avance musulmán y que, más tarde, se dividirían por condados de los cuales destacan el Condado de Pamplona, Condado de Aragón, fundado por Sancho Garcés I de Navarra en el siglo IX, o el Condado de Barcelona.
En el 1035 se forma el Reino de Aragón, teniendo como primera capital a Jaca. A partir del 1077, con Sancho Ramírez se dio un gran crecimiento de Jaca que obtendría sus fueros. Además, se construye la Catedral de San Pedro. Sin embargo, con la conquista de Huesca en el 1096, Jaca perdió importancia y se trasladó la capital.
Ya en la Edad Moderna, con la consolidación de los reinos europeos y ante una posible invasión francesa, Felipe II ordenó la construcciones de varias fortalezas en el Pirineo, el cuál servía también como barrera natural. Entre ellas estaba la Ciudadela de Jaca que en 1592 comenzó a construirse. Por otra parte, en la Guerra de Sucesión la ciudad se posiciona a favor de los Borbones.
En la Edad Contemporánea, Jaca fue rendida a Napoleón durante la Guerra de Independencia, pero más tarde sería recuperada por el General Espoz y Mina. Ya entrado el siglo XX, la ciudad experimenta un despertar urbanístico motivado por el derribo de la muralla medieval construida en tiempos de Sancho Ramírez. Se empiezan a construir edificios siguiendo el estilo clasicista y modernista. Además, también es interesante destacar que Jaca fue la primera en sublevarse a favor de la República.
👀 Jaca en un día: qué ver
Ciudadela de Jaca
Como os contábamos antes sobre la historia de la localidad, su carácter fronterizo ha supuesto una clara influencia en su urbanismo, siendo rodeada por una muralla hoy en día inexistente, aunque puede verse un pequeño tramo en el Monasterio de las Benedictinas, y siendo protegida por la Ciudadela de Jaca que, posiblemente sea el mayor reclamo turístico de la ciudad. Esto no es de extrañar debido al entorno en el que se encuentra, su gran envergadura, y su peculiar forma pentagonal y en estrella. Además, es Bien de Interés Cultural.
La fortificación está formada por el Castillo de San Pedro y el Museo de Miniaturas Militares. Su diseño, ideado por el ingeniero italiano Tiburcio Spannocchi, está derivado de la necesidad de responder eficazmente a la artillería francesa. Arquitectura militar de muros bajos y gruesos con taludes para emplazar cañones, y de ángulos reforzados por baluartes. Además, está rodeada completamente por un gran foso perimetral. La Ciudadela solamente fue utilizada durante la Guerra de Independencia, siendo ocupada por los franceses durante 4 años.
Existen multitud de propuestas de visita de la fortificación. La primera propuesta sería la entrada libre que puede adquirirse por 8€ para adultos y 5€ la reducida. También tienen la posibilidad de realizar una visita guiada que dura 45 minutos por 9€, 6€ la reducida. Otra variante es la visita teatralizada La Memoria de la Piedra por 12€, 10€ la reducida. Para menores de 6 años la entrada es gratuita.
Por otro lado, existen algunas actividades que pueden realizarse en el lugar. Una de ellas es Ecociudadela, un programa de educación ambiental en el que podrás conocer a los ciervos que viven en el foso del castillo. Tiene un coste de 6€. Otra actividad parecida es Animalandia, un Escape Room ambientado en el Reino Animal que se realiza en diferentes espacios de la fortaleza no incluidos en la visita normal y cuesta 8€. También existe, por 2€, la modalidad Pequevisitas que consiste en una ruta autoguiada pensada para familias. No incluye las entradas, es el precio a pagar por la modalidad. Los niños disfrutarán de manera didáctica sobre la cultura a través de preguntas, pistas y retos que deben superar. ¡Sin duda la forma más divertida para aprender!
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Conoce la historia y los secretos de esta encantadora ciudad pirenaica con una visita guiada por Jaca. Recorre sus calles, su catedral y déjate sorprender por todo lo que tiene para ofrecer. ¡Una experiencia imprescindible!
Catedral de San Pedro
Construida en el 1077 durante el mandato de Sancho Ramírez, la Catedral de Jaca es símbolo del momento de fundación de la ciudad y de la concesión de sus fueros. Además, así se consolidó como la primera capital del Reino de Aragón y un importante punto en el peregrinaje hacia Santiago de Compostela. Se trata de un templo de estilo románico de planta basilical con tres naves. De este monumento es interesante destacar el ajedrezado propio del románico jaqués, un tipo de decoración que también hemos podido ver en el Monasterio de San Juan de la Peña o en el Castillo de Loarre. Fue declarada Monumento Nacional, Bien de Interés Cultural y Patrimonio de la Humanidad.
La entrada a la catedral es gratuita, pero puedes hacer una visita guiada por 2,50€. Justo al lado de la catedral puedes visitar el Museo Diocesano de arte románico de Jaca, un punto turístico muy recomendable en la ciudad. Visitar el museo tiene un coste de 6€ (4,50€ la entrada reducida). También existe la posibilidad de hacer una visita combinada a la catedral y el museo de por 7,50€. En la página del Museo Diocesano que aquí te adjuntamos tienes toda la información sobre horarios, tarifas, y actividades como la visita de la tumba de doña Sancha.
Torre del Reloj
Paseando por el centro histórico, y en nuestro caso mientras nos comíamos un helado, nos topamos con una alta y esbelta torre. Es la llamada Torre del Reloj o Torre de la cárcel. Fue construida en el siglo XV como solución provisional por la destrucción de la Catedral de Jaca durante un incendio que asoló la ciudad, funcionando como una prisión que no duraría mucho tiempo con estas funciones hasta que se reparó la cárcel de la catedral. En este punto, la torre pasaría a manos del representante del rey convirtiéndola en su residencia, Torre o Palacio de Merino.
En el siglo XVII se colocaría un reloj en la torre, de ahí su nombre. Sin embargo, volvió a funcionar como cárcel hasta el 1955. En una reciente restauración se cambió el chapitel de hierro que funcionaba como campanario por el actual tejado a cuatro aguas. Las tres campanas que formaban el campanario ahora se encuentran en el ayuntamiento.
Jaca modernista
Aprovechando la construcción del ensanche de la ciudad y el poder de la burguesía local, Jaca se sube al tren del modernismo. Los principales ejemplos los podemos encontrar en la Avenida Primer Viernes de Mayo y en la Calle Mayor. Algunos de ellos son Casa Borau y Casa La Rubia, tal vez el edificio más emblemático de estilo modernista de Jaca. Justo en frente, en el número 12 de la misma venida está Casa Valero. En la Calle Mayor encontraremos una bonita casa con una fachada neogótica (nº17 de la calle, haciendo esquina con la calle del obispo), la fachada clasicista de la farmacia Carmen Borau, y en el número 32 dos fachadas de estilo neonazarí con una clara inspiración de la Alhambra. Otros edificios de especial mención son el Casino de Jaca, el Antiguo Seminario Diocesano y el Matadero Municipal.
Ermita de Sarsa
Originalmente, esta pequeña ermita no se encontraba en Jaca, sino que era la iglesia de la antigua población desaparecida de Villar de Sarsa que existió en la vertiente sur de la Peña Oroel. Esta pequeña ermita data del siglo XII y fue traída piedra a piedra hasta su emplazamiento actual en una zona ajardinada de la Avenida de Oroel, evitando así su desaparición. Aunque se encuentra en estado ruinoso debido al paso del tiempo y la acción de las condiciones atmosféricas, los arquitectos hicieron una gran labor para su reconstrucción y reinterpretación de su estilo románico. Consta de una sola nave, un interior simple con un bonito ábside, y la puerta de entrada decorada con bolas de estilo románico jaqués.
🤔 Qué ver cerca de Jaca
Monasterio San Juan de la Peña
Dentro del término municipal de Jaca se incluyen el Monasterio (viejo) de San Juan de la Peña, y el Monasterio Nuevo. Incrustado en la roca, el Monasterio Viejo es un lugar mágico que, además, forma parte del punto de peregrinaje hacia Santiago de Compostela. Es más, se cree que por aquí pasó el Santo Grial. Su origen se remonta entre los siglos X y XII en nombre de San Juan Bautista. Su importancia la adquirió al convertirse en un panteón de reyes. Es más, aquí descansan los restos de los primeros reyes de la Corona de Aragón.
El monasterio es de estilo románico y, sobre todo, de estilo jaqués con el distinguido ajedrezado del que hablábamos antes en los arcos de su magnífico claustro. El claustro es como una galería de arte pues en cada capitel podemos ver representadas distintas escenas bíblicas como la expulsión de Adán del Paraíso, o la llegada de los Reyes Magos de oriente. Sin embargo, también podremos disfrutar de frescos, ver salas de estilo gótico, o de un estilo neoclásico como el Panteón Real de construcción posterior. Está declarado como Monumento Nacional y Bien de Interés Cultural.
La sensación que se te queda al visitar por primera vez el lugar es francamente buena. Aunque hemos de decir que es la segunda vez que visitamos el lugar y la sensación sigue siendo igual de genial. Subir con el coche por una carretera serpenteante y cuando menos te los esperas, te encuentras con el precioso Monasterio de San Juan de la Peña. Sin palabras.
Muy cerca, y un poco más nuevo, se encuentra el Monasterio Nuevo o el Monasterio de arriba. Se construyó en el siglo XVII en un contexto de vida pobre y humilde de los monjes debido al traslado de la monarquía hacia Huesca y Zaragoza. La gran pradera que hay apenas 2 km carretera arriba fue un rayo de esperanza, fue «empezar una nueva vida». Desafortunadamente, el monasterio fue abandonado y quedó en un estado ruinoso. En cambio, se reconstruyó para ser convertido en lo que es actualmente, un centro de interpretación que funciona como un espacio interactivo donde aprender sobre la historia del Reino de Aragón. El edificio es de un marcado estilo barroco y destaca por su simetría y su gran tamaño. También cuenta con una hospedería y un bar/cafetería.
Para realizar la visita, tendrás que dejar el coche en un gran parking que hay en lo alto de la peña, justo donde se encuentra el monasterio nuevo. En ese mismo edificio, en la oficina, podrás sacar tus tickets. Disponen de un minibús para bajar al monasterio viejo. Existe una entrada de visita a 3 monumentos: los dos monasterios y la Iglesia de Santa María en Santa Cruz de la Serós. La visita libre cuesta 12€, 7’50€ la reducida. Por el mismo precio también se puede realizar visita guiada del Monasterio Viejo. Menores de 6 años es gratuito. Para más información sobre horarios, tarifas, o para comprar las entradas puedes pinchar en el enlace que te adjuntamos de la página del monasterio.
También, esta zona es un buen lugar para andar y desconectar. Conocer la Sierra de San Juan de la Peña, hacer un picnic en la explanada o en la zona arbolada… Además, por allí podrás encontrar carteles con la fauna y la flora típica, unas ruinas de un antiguo nevero, etc.
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Visitar pueblos con encanto
A medio camino entre Jaca y el Monasterio de San Juan de la Peña se encuentra Santa Cruz de la Serós, un pequeño pueblo que no te puedes perder. Fachadas empedradas, balcones con flores, y el pequeño riachuelo junto a la Iglesia de Santa María dan un aura especial al lugar. Además, allí se come muy bien ð.
Otros pueblos que puedes visitar son el de Torla-Ordesa, a las puertas del fantástico Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, Fanlo, Buesa y Broto. Un poco más lejos, y si dispones de más días, puedes visitar Loarre, un pueblo que posee el castillo de estilo románico mejor conservado del mundo; la villa medieval de Alquézar, donde puedes divertirte por sus pasarelas de vértigo al puro estilo del famoso Caminito del Rey; o la preciosa villa de Aínsa.
Senderismo en el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido
A unos 55 km se encuentra el pueblo de Torla-Ordesa, a las puertas del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido. Desde allí podrás tomar un autobús hasta este parque que es Reserva de la Biosfera y Patrimonio de la Humanidad. Nosotros hicimos la Ruta de Cola de Caballo, probablemente el sendero más famoso del parque. Presume de tener impresionantes panorámicas como en el Circo de Soaso, las escalonadas cascadas de las Gradas de Soaso, o también las cascadas del Estrecho y la Cueva. Si te interesa respirar un aire tan puro como el del Pirineo aragonés, visita nuestro post de la Ruta de Cola de Caballo: Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido.
Estación de Canfranc
En el trayecto a las pistas de esquí de Candanchú y Astún es habitual hacer una pequeña parada en Canfranc y visitar su precio estación de ferrocarril. Sin duda, la Estación de Canfranc es el edificio insignia del pueblo. Inaugurado en las primeras décadas del siglo XX, respira un notable estilo industrial. Ha sido declarada Bien de Interés Cultural y sólo ofrece servicios de Media Distancia operados por Renfe hasta Zaragoza. También había conexiones con Francia, pero estas fueron suspendidas debido al descarrilamiento de un tren de mercancías en 1970 provocado por el derrumbe de un puente. Hoy en día es una de las 3 subsedes del Museo del Ferrocarril de Aragón. Ya que andas por aquí, una buena opción sería dar una vuelta por el pequeño pueblo de Canfranc y visitar la Torreta de los Fusileros.
Esquiar cerca de Jaca
Jaca es un importante punto de alojamiento por su proximidad a las estaciones de esquí de Candanchú y Astún. Ambas se encuentran en el Valle de Aragón en la frontera con Francia, a 30 km de Jaca. En el término municipal de Aísa se encuentra Candanchú, considerada como una de las mejores en España. Es una estación veterana que cuenta con 55 pistas y 50,5 km esquiables. Astún forma parte del término municipal de Jaca. Cuenta con 50 pistas y 50 km esquiables. Ambas poseen telesillas, telesquís, y cintas transportadoras. Cuentan con servicio de autobuses desde Jaca, alquiler de material de esquí, alquiler de taquillas, y restauración.
🚗 Dónde aparcar en Jaca gratis
En temporada alta es un poco difícil aparcar en la ciudad. Además, la mayoría de las calles del centro son zona azul. Sin embargo, existen algunas zonas gratuitas para aparcar. Puedes dejar el coche en el parking que está detrás de la Ciudadela, en el parking de la Calle Tierra de Biescas, o en el aparcamiento de la Pista de hielo de Jaca, aunque tal vez este último está un poco lejos de la zona de hoteles.
En definitiva, es incuestionable que Jaca posea el título de «capital del Pirineo». Es una ciudad en la que se mezclan el pasado y el presente que goza del formidable entorno montañoso, y de una ubicación privilegiada para los amantes del esquí por su cercanía a las estaciones de Astún y Candanchú. Esperamos que os haya gustado tanto la ciudad como a nosotros.
Os dejamos algunos post que tal vez sean de vuestro interés si viajáis a Huesca, como Huesca en 4 días, la visita a la villa medieval de Aínsa o para los amantes del senderismo, también podéis leer nuestra entrada sobre la Ruta de Cola de Caballo.