
Madeira en 5 días, naturaleza en estado puro
Madeira es una isla portuguesa ubicada en el Océano Atlántico, de origen volcánico presenta una orografía bastante cambiante. Con sus pedregosas costas, densa vegetación y su exquisita gastronomía no tuvimos más remedio que acudir a explorarla. ¡Descubre Madeira en 5 días con nosotros!
👉 Historia de Madeira
Cuenta la leyenda, que en una tormenta en altamar un barco naufragó y solo sobrevivieron dos marineros que consiguieron llegar a la isla de Porto Santo (Puerto Santo). Desde la isla, en medio de la tormenta, avistaban un gran monstruo dormido que emergía entre las olas. Al día siguiente, una vez la tormenta amainó, pudieron observar que realmente lo que estaban viendo no era un monstruo marino, si no la isla de Madeira.
Un año más tarde, en 1419, consiguieron llegar a Madeira la cual recibe ese nombre, «Madera», por la abundancia de ese material. Descubierto el potencial de la isla y su importancia estratégica, hacia 1425 se inicia la colonización de la isla por orden del Rey Juan I de Portugal. Para hacer posible la colonización se vieron obligados a deforestar una amplia parte de la densa vegetación para poder instalar las viviendas, las zonas de cultivo y construir las levadas. Muy pronto Madeira se convertiría en una importante productora de azúcar y vino, el vino de Madeira.
👉 Mapa de Madeira
👉 5 días en Madeira
DÍA 1: Ponta de São Lourenço – Porto da Cruz
Nuestro primer día en Madeira comenzó en el aeropuerto yendo a recoger las llaves de nuestro coche de alquiler. Para poder acceder a la isla teníamos que tener el pasaporte COVID o una prueba negativa de 3 días antes como mínimo y, además, debes registrarte en la aplicación Madeira Safe, de las autoridades sanitarias locales.

El primer destino fue el Mirador Francisco Alvares Nóbrega, desde aquí hay unas preciosas vistas a Machico, población pequeña al este de la isla. En este mirador encontramos un pequeño altar a la virgen de Fátima, muy devota por la población local.

Seguidamente, continuamos al mirador do Pico do Facho, que nos brinda amplias vistas al Valle de Machico y Punta de San Lorenzo. A nosotros se nos puso a llover muy fuerte, igualmente decidimos subir pero por la gran cantidad de nubes no pudimos ver nada. Dado que llovía tanto, decidimos hacer el check-in en el hotel e ir a comer. Después de comer y un poco desilusionados por el tiempo decidimos jugárnosla e ir a ver Elephant Rock Formation, una roca en la costa con forma de elefante. Desde esta punto se puede bajar a una pequeña cala y apreciar preciosas vistas.
Nuestro siguiente destino fue la Ponta de São Lourenço, una vereda (senda) de unas 2 horas de ida y vuelta, con varios miradores de acantilados, a lo largo de la península de São Lourenço. Este camino es de nivel intermedio-alto, son caminos estrechos, de gran desnivel y sobre todo el final, donde no se aconseja continuar. El parking es gratis, aunque en temporada alta puede estar muy masificado. Próximamente podrás obtener toda la información de esta ruta en un post exclusivo de la Ponta de São Lourenço.
Finalmente, y después de varias horas caminando, había que reponer energías y decidimos ir a visitar Porto da Cruz, al noroeste de la isla. Este pequeño pueblo se esconde detrás de una inmensa montaña y se caracteriza por sus piscinas naturales y su playa de arena negra. Encontrarás edificios históricos como la Ciudadela de Porto da Cruz, actualmente en ruinas, una gran fábrica de azúcar y la iglesia del pueblo.
Una vez en el hotel, visitamos una de las casas típicas de Santana, de acceso gratuito que recrea como vivían antiguamente en esta población. Esta casa esta abierta al público y se encuentra en el Hotel O Colmo.
DÍA 2: Funchal – Levada Faja do Rodrigues – São Vicente
El segundo día en la isla lo pasaríamos en la capital de Madeira, Funchal. Esta es la ciudad más grande y poblada de la isla con un total de unos 254.000 habitantes. En el siglo XVI se convirtió en un emplazamiento clave para el comercio de los países europeos con sus colonias, proliferando rápidamente y aprovechando para comerciar con el azúcar y vino local.

Entre todos los tours, escogimos realizar el Free Tour de Civitatis por el Funchal antiguo, donde Lisa, la guía local, nos introdujo a la historia de la ciudad y nos mostró los lugares más emblemáticos de la capital como la fábrica de galletas Sto. Antonio, negocio que ha perdurado pasando de generación en generación hasta nuestros días. Aquí encontrarás galletas y dulces tradicionales de la isla, siguiendo la receta original y a muy buen precio. El tour gratuito duró unas 3 horas y no podemos hacer otra cosa más que recomendároslo, fue excelente.

Una vez acabado el recorrido guiado, fuimos a Pereira D´Oliveira, una bodega dónde puedes hacer una cata de vinos y probar el dulce tradicional de Madeira totalmente gratuito. Por la tarde después de comer, visitamos la Fiesta de la Flor, tradición que se remonta a los años 50 como bienvenida a la primavera.

¿Sabías que en Madeira hay un pequeño Cristo Redentor? Pues sí, se llama Cristo Rey y esta ubicado en Garajau. Aquí los cristianos no católicos fueron arrojados por los acantilados ya que sólo los católicos podían ser enterrados en la isla.

Nuestro siguiente destino fue la Levada Faja do Rodrigues, un sendero que se introduce en la montaña, donde podrás disfrutar de la naturaleza en estado puro. Esta levada no está muy masificada por lo que es perfecta para «desconectar» Después de andar unas 2 horas volvimos al coche para visitar São Vicente, un pequeño pueblo ubicado en las costa rodeado de grandes y verdes montañas. Continuamos hacia el mirador del Arco de San Jorge, una parada obligatoria para apreciar una preciosa puesta de sol sobre el mar y hacerse unas cuantas fotos.

La última parada del día fueron las ruinas de San Jorge, antiguo asentamiento de los ingenieros de caña de azúcar. También puedes bañarte en una de sus calas o en las piscinas naturales que también se ubican ahí.
DÍA 3: Caldeirao Verde
El día comenzó pronto. Tomamos un buen desayuno, nos pusimos las botas y a caminar. Nos equipamos con agua y algo para comer. El GPS nos envió por error al aparcamiento del Parque Forestal Pico das Pedras, lo cual fue todo un acierto. A diferencia del parking de Queimadas, este es gratuito. Da comienzo a un sendero llamado «Un camino para todos» el cual está muy bien adaptado a todo tipo de perfiles.

Tras 20 minutos caminando llegamos al refugio de Queimadas donde se juntan los dos caminos y comienza la Levada del Caldeirao Verde. Comenzamos bastante temprano con la idea de evitar al máximo número de personas, al menos a la ida, y poder realizar la Levada lo más cómodos posible. Por suerte ese día había poca gente y pudimos hacerlo en unas 6 horas ida y vuelta. El camino tiene zonas muy estrechas donde para poder avanzar debemos ceder o deben cedernos el paso. La Levada continúa al Caldeirao do infierno, pero solo recomendamos realizarlo si tienes experiencia o si tienes muchas ganas de caminar.

Ya por la tarde decidimos darnos un descanso merecido, relajar las piernas y bajar a la piscina del hotel. Dimos una vuelta por Santana viendo las diferentes casas tradicionales repartidas por la localidad y fuimos a cenar.
DÍA 4: Funchal – Cámara de Lobos – Cabo Girao
Cuarto día en la isla y uno de los más fuertes. Volvimos a Funchal a visitar edificios que no habíamos podido ver el segundo día. En primer lugar, visitamos la Iglesia de San Pedro que nos hipnotizó nada más entrar. No hay pared o techo sin adornar. La cantidad de pequeños detalles presentes en cada rincón merece realmente la pena. Como nos recomendó Lisa, nuestra guía, subimos a la azotea de la iglesia con un costo de 1€. Ofrece vistas sobre el resto de edificios y al mar.

Continuamos al puerto donde teníamos reservado un paseo en catamarán para avistar cetáceos, aunque tristemente no vimos ni uno. El paseo se nos hizo un tanto largo, unas 3 horas sin ver animales. Al menos pudimos bordear parte de la isla observando la costa. Adjunto la excursión por si queréis echar un ojo.

La siguiente parada sería el Mercado de Labradores, un mercado tradicional madeirense donde se pueden encontrar souvenirs, productos de alimentación y todo tipo de artesanías. ¡¡Había frutas que ni sabíamos de su existencia!! Para despedir Funchal, paramos en la Fábrica de galletas Sto. Antonio, donde compramos regalos a familiares y amigos.

Cámara de Lobos fue el siguiente pueblo. Tradicionalmente hogar de pescadores, es un lugar muy pintoresco donde dar un paseo y probar deliciosos platos, sobre todo pescado. Continuamos por Cabo Girao, el cabo más alto de Europa. Sus 580 metros de altura y una pasarela de cristal harán que se te pongan los pelos de punta. Al entrar vimos tornos, pero nosotros no tuvimos que pagar nada. No descartamos que en temporada alta tenga algún costo el acceso. Las vistas desde la pasarela son realmente increíbles. Se puede observar la línea de costa hasta Funchal, y debajo las olas rompiendo en los acantilados.
Seguimos recorriendo la línea costera y llegamos a Ponta do Sol, una pequeña localidad muy pintoresca con edificios de colores que llamó bastante nuestra atención. El clima aquí es muy estable y se dice que es el lugar más soleado de toda la isla. Unos escasos metros más adelante nos topamos con la Cascada Dos Anjos, la cual cae directamente sobre la carretera. Es muy divertido pasar con el coche por debajo.
DÍA 5: Fanal Pond – Porto Moniz – Vereda do Pico Ruivo
El último día en Madeira nos brindó grandes vistas de paisajes muy cambiantes. A primera hora de la mañana pusimos rumbo a Fanal Pond o Lagoa do Fanal, un paraje sacado de Jurassic Park. Aquí arriba el tiempo es muy cambiante, por lo que os recomendamos que subáis pronto por la mañana para apreciar el paisaje bajo la niebla, en silencio y sin apenas gente.

A nosotros en apenas 15 minutos se nos despejó y salió el sol. Descubrimos grandiosas vistas al mar y resto de montañas, subimos al punto más alto e hicimos unas cuantas fotos. Se puede aparcar en un parking o en el borde de la carretera.

En el camino de bajada vimos la Levada dos Cedros, que nos introduce en la flora autóctona de la isla de Madeira. Apenas recorrimos una hora de camino ya que no teníamos planeado hacerla y era la hora de comer.

Continuamos descendiendo para conocer Porto Monís, ciudad costera de Madeira que antiguamente se dedicaba a la caza de ballenas. Hoy en día su principal atracción son sus preciosas piscinas naturales y el acuario de Madeira. Una pena que no hiciera mucho calor para darnos un baño, aunque había algún valiente en el agua.

Para finalizar nuestro viaje por todo lo alto, nunca mejor dicho, fuimos a la Vereda do Pico Ruivo, un sendero que nos da acceso al pico más alto de todo Madeira, el Pico Ruvio con una altura de 1861 metros. Este sendero nos pareció uno de los más divertidos y quisimos dejarlo para despedir la isla.

👉 Datos de interés
– Las playas de Madeira no son muy grandes, por lo que en temporada alta será necesario que acudas temprano o accedas a playas más remotas.
– Nuestros vuelos a Madeira fueron con TAP Portugal, salimos del Aeropuerto de Barajas e hicimos escala en Lisboa.
– ¿Cuántos días para ver Madeira? Nuestra recomendación es no menos de 5 días, es una isla que nos ofrece gran cantidad de cosas que hacer.
– ¿Cómo moverse por Madeira? Recomendamos alquilar un coche, ya que os dará mucha libertad para moveros por la isla. Lo mejor compañías locales y un vehículo con suficiente potencia. Evitar Goldcar Madeira, tuvimos muy mala experiencia y cuando llegas te cobran más en seguros y tasas que lo que pagaste por el coche.
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