4 días en Lanzarote: Una aventura para los sentidos entre volcanes, vinos y pueblos pintorescos

¿Qué pensarías si te dijéramos que Marte está en España? Estamos hablando de Lanzarote, un lugar mágico en las Islas Canarias. 4 días en Lanzarote son los que necesitas para conocer a fondo la isla. Con este artículo sabrás por qué este es uno de los destinos turísticos más populares en nuestro país y qué lo hace tan especial. Desde paisajes de arena negra, roja o blanca, sus viñedos en La Geria, hasta sus cuevas como la Cueva de los Verdes, Lanzarote ofrece experiencias únicas que no puedes encontrar en ningún otro lugar. Sigue leyendo para descubrir todo lo que necesitas saber sobre la isla y por qué debería estar en tu lista de destinos de viaje.

🏝️ ¿Por qué Lanzarote?

Segunda vez que visitamos las Canarias, siendo la primera vez con Tenerife, y en este caso escogimos Lanzarote como siguiente isla a conocer. Nos decantamos por ella por 4 razones:

1- Un lugar único en la Tierra. Visitar Lanzarote es como si cogiésemos un cohete a Marte. Una isla repleta de volcanes, paisajes negros y rojizos, túneles de lava, etc. En definitiva, y ya te venimos adelantando, un paisaje totalmente diferente a Tenerife. Será verdad eso que dicen que cada isla de las Canarias es distinta a las demás.

2- Variedad de turismo. En Lanzarote podrás disfrutar de distintos tipos de turismo. Turismo de playa, sobre todo en la increíble Playa del Papagayo de arena blanca y aguas cristalinas, turismo cultural con sus encantadores pueblos como Teguise, declarado como uno de los pueblos más bonitos de España, arte con las (muchas) construcciones de César Manrique, senderismo para conocer el Timanfaya o algunos volcanes como el del Cuervo, Caldera Blanca o la Corona, gastronomía con los vinos de La Geria, y un largo etcétera.

3- Accesibilidad y precio. Lanzarote es una de las islas más fáciles a las que volar desde la Península y con los vuelos más baratos.

4- 2×1 en islas. Ya que visitas Lanzarote, es una gran oportunidad para conocer la que es considerada la octava isla de Canarias, la isla de La Graciosa. Toma un barco desde el puerto de Órzola hasta su única población, Caleta de Sebo y recorre esta pequeña isla en bici. Una aventura que sin duda debes incluir en tu visita a Lanzarote.

📅 ¿Cómo organizamos nuestra ruta por Lanzarote?

Aprovechando que los vuelos estaban baratos en enero, decidimos viajar a esta isla. Además, como la isla es pequeña y apenas se tarda como máximo 1 hora en ir de una punta a otra, 4 días en Lanzarote fueron suficientes. Como acostumbramos a contaros en nuestros otros post, nosotros organizamos nuestras rutas en función del tiempo y la distancia que toma desplazarse desde el alojamiento hasta las distintas paradas de nuestro itinerario. Sobre todo ahora que la gasolina está tan cara, hay que planear bien la ruta y evitar desplazamientos innecesarios. En este caso, nos alojamos en el centro de la isla, concretamente en San Bartolomé. Aunque es verdad que si hubiéramos ido en una temporada más calurosa, seguramente hubiéramos escogido alojamiento en la playa porque Lanzarote no es muy grande.

🌋 Qué ver en Lanzarote

👉 DÍA 1: Nordeste de Lanzarote

Ruta día 1. En naranja, los lugares visitados por la mañana, y en rosa por la tarde.

Pies puestos en tierras canarias, ¡llegamos a Lanzarote! Nuestra primera parada tras aterrizar y coger el coche de alquiler fue directamente la Cueva de los Verdes (B). Más que una cueva, es más bien un túnel de lava de 3.000 años de edad. Concretamente, surgió tras las erupciones del Volcán de La Corona que dieron lugar a 6km de túneles subterráneos que tienen su fin en el mar en lo que llaman Túnel de la Atlántida. La cueva sirvió como refugio de los habitantes de Lanzarote durante los saqueos piratas que eran muy habituales. Dentro de la cueva podréis descubrir el por qué de su nombre y, además, hay un lago que parece tener muchísima profundidad… Es todo un misterio este lago, es más, guarda un secreto que sólo descubriréis si venís a visitar la cueva. Nosotros no os lo desvelaremos 😜.

Cueva principal

Sala de los reflejos, Cueva de los Verdes

Interior, Cueva de los Verdes, Lanzarote

Escenario de la Cueva de los Verdes y Escafitos de fondo

Zonas estrechas, Cueva de los Verdes

Cueva de los Verdes, Lanzarote, Islas Canarias

PLanDviajero en la Cueva de los Verdes

La visita es un recorrido guiado de 1 km caminando, y tiene una duración aproximada de 1 hora. La entrada tiene un coste de 10€ para adultos, 5€ para niños entre 7 y 12 años, gratis para menores de 7. También podéis adquirir la entrada a la cueva comprando los distintos bonos visita a varios centros que podéis encontrar pinchando el anterior enlace. Ya os adelantamos que es la mejor opción a tomar. En nuestro caso, y creemos que es el que merece más la pena, escogimos el bono de 4 centros por 29€. Para más información, como por ejemplo los horarios o detalles como los estafilitos y las distintas salas como el auditorio, podéis echarle un vistazo a nuestro post sobre la Cueva de Los Verdes.

Nuestra siguiente parada en el itinerario fue Jameos del Agua (C), un centro natural y artístico localizado en el mismo túnel de lava. La intervención artística y arquitectónica fue realizada por el tan amado por los lanzaroteños, César Manrique. Pretende mostrar la armonía entre la naturaleza y la creación artística. La palabra jameo proviene de lenguas aborígenes y se refiere a un hundimiento en el terreno causado por el colapso del techo de un tubo volcánico. Cuando vayáis, podréis comprobar con vuestros propios ojos que se trata de un pequeño oasis en medio de paisajes de piedra negra. La visita es libre por un precio de 10€ la entrada para adulto, aunque también viene incluida su visita en los bonos que os comentábamos. Podéis consultar los horarios en el anterior enlace a la página web de Turismo Lanzarote.

El complejo se compone del Jameo Chico y el Jameo Grande, donde podréis encontrar multitud de espacios súper instagrameables, un auditorio, una enorme piscina, zonas tipo bar, cafeterías, zonas ajardinadas, cascadas, etc. Entre ambos, existe un pequeño lago originado por filtraciones marinas, que tiene una gran importancia ecológica debido a que es hábitat de una especie de cangrejo única y endémica, el cangrejo ciego Munidopsis polymorpha. Se trata de un cangrejo blanco de apenas 1 cm de longitud. Su protección es sumamente cuidada ya que son muy sensibles a los cambios en la laguna como la luz, la temperatura, el ruido o incluso el óxido de las monedas. Así que ya sabéis, nada de monedas al agua y mucho menos bañarse. ¡Turismo responsable! Los Jameos se encuentran enclavados dentro del monumento natural de La Corona y está clasificado como sitio de interés científico y como área de sensibilidad ecológica. Detrás de la escultura del cangrejo ciego que hay en la entrada podréis acercaros a la costa.

Cangrejo Jameos del Agua

Lago de los cangrejos ciegos de los Jameos del Agua

Munidopsis polymorpha, cangrejos ciegos albinos de los Jameos del Agua

Jameos del Agua

Auditorio Jameos del Agua, Lanzarote

PlanDviajero en los Jameos del Agua, Lanzarote

Álvaro en los Jameos del Agua

Continuamos nuestra ruta y esta vez paramos en el pequeño pueblo de Haría (D). Se caracteriza por un microclima que convierte esta zona la más verde de la isla. Además, te darás cuenta de que, en cuanto contrastes con otros pueblos, las puertas y ventanas de las casas son verdes mientras que en pueblos costeros como Órzola estas son azules. En definitiva, el estilo todo blanco con el pop de color en las puertas y ventanas es muy propio de la arquitectura en Lanzarote. 

Plaza de la Constitución de Haría

Ayuntamiento de Haría en la Plaza de la Constitución

Plaza León y Castillo con su Iglesia Nuestra Señora de la Encarnación, Haría

En cuanto a Haría, nosotros te recomendamos que te pierdas por sus calles y aproveches el factor sorpresa para conocerlo. Sin embargo, los puntos de interés en el municipio son: la Plaza de la Constitución donde se encuentra el aljibe y el Ayuntamiento (un lugar súper fotogénico), la Plaza León y Castillo con su Iglesia Nuestra Señora de la Encarnación, y la Casa Museo de César Manrique aunque no la visitamos. Justamente en esta segunda plaza fue donde comimos, en el Centro Sociocultural La Tegala. El restaurante es muy bonito con techos de trabajo artesano. La comida muy buena (como no iba a estarlo si se trata de gastronomía canaria 😍) y a buen precio. Comimos croquetas caseras, papas arrugadas con mojo (obviamente), queso del país, y una garbanzada. Para beber probamos una cerveza de la tierra, la Tropical (muy suavecita, perfecta si no te gusta demasiado la cerveza). De postre tarta de queso, mousse de chocolate y dos cafés.

Una vez puestas las pilas, visitamos el Jardín de Cactus (E). Se trata de otra de las intervenciones de César Manrique en la isla. Un cactarium en forma de anfiteatro que alberga alrededor de 4.500 ejemplares de cactus de 450 especies distintas, procedentes de distintas zonas como Madagascar, América, Marruecos, Etiopía, y la propia Canarias. Su origen, y prácticamente a ello debe su forma, está en la extracción del lapilli. Era una cantera de este piroclasto volcánico útil para la agricultura al ayudar a retener la humedad para el cultivo. El molino que hay en lo alto era utilizado para la molienda del gofio. La entrada cuesta 6,50€, aunque también se incluye en los bonos visita.

Jardín de Cactus, Lanzarote

Molino Jardín de Cactus

Cactus

PlanDviajero en el Jardín de Cactus

Jardín de Cactus, Lanzarote

Jardín de Cactus, Lanzarote

Cactus

Jardín de Cactus, Lanzarote

A unos 20 minutos se encuentra el siguiente punto de la ruta de este primer día, un municipio nombrado como uno de los pueblos más bonitos de España. Se trata de Teguise (G). Tal vez hayas oído hablar de este pueblo por su famoso mercadillo de los domingos. En nuestro itinerario, visitamos Teguise el primer día porque pillaba de pasada para poder verlo sin demasiada gente, aunque volvimos a ir en domingo para disfrutar del mercadillo. 

En este municipio tienes que ver la amplia Plaza de la Constitución donde se encuentran la Casa Museo del Timple o Palacio Spínola, y la Iglesia Matriz de Nuestra Señora de Guadalupe. Además, pasea por sus calles que están llenas de encanto.  Otro de los puntos turísticos es al Castillo de Santa Bárbara, pero al ir hacia allá tuvimos que dar media vuelta porque se encuentra cerrado por obras. Supuestamente, las obras debían durar 8 meses, pero permanece cerrado desde 2020… En cuanto a la iglesia, es la estampa más icónica del pueblo con su alta torre que sobrepasa todas las edificaciones del lugar. Data del siglo XV y se compone de 3 naves en cuyo centro se encuentra la Virgen de Guadalupe. Destaca su estilo gótico-mudéjar y el blanco de su interior.

Teguise, Lanzarote

Teguise, uno de los pueblos más bonitos de España en Lanzarote

Teguise, uno de los pueblos más bonitos de España en Lanzarote

Calles de Teguise

Ayuntamiento de Teguise

Convento de San Francisco, Teguise

Plaza de la Constitución de Teguise, Lanzarote

Iglesia de Nuestra Señora de Guadalupe, Teguise

Casa Castillo, Teguise

Terminamos con la última visita del día, la Playa de Famara (F). Esta enorme playa del norte de la isla, con nada más y nada menos que 6 kilómetros de longitud de playa de arena fina, es muy conocida por surfistas, sobre todo kitesurf, por las grandes olas que se forman aquí. ¡Flipamos con lo alto que llegaban los surfistas! Lo peor de esta playa es que hace mucho viento, pero se contrarresta con los impresionantes acantilados. Además, desde aquí se puede ver la isla de la Graciosa. En definitiva, es el lugar perfecto para deportistas y a quienes les gustan los paseos largos. Su acceso es fácil pero, debido al viento, la carretera se llena de arena por lo que hay que tener cuidado con el coche para que no patine.

Volvimos a nuestro apartamento en San Bartolomé (H) para cenar y dar un paseo nocturno. Aquí puedes ver el apartamento en el que nos alojamos y si te gusta reservarlo. 

👉 DÍA 2: La Graciosa

Ruta día 2. En naranja, los lugares visitados por la mañana, y en rosa por la tarde.

¡Segundo día de nuestro itinerario! Hoy visitaremos la octava isla de las Canarias, la isla de La Graciosa que forma parte del Archipiélago de Chinijo, reserva natural en las islas. Escogimos este día para visitarla ya que era el día de mejores temperaturas y el más soleado. Para llegar a La Graciosa tuvimos que tomar un ferry desde el puerto de Órzola (B), al norte de Lanzarote. Recomendamos que reservéis con antelación para aseguraros de tener plaza. En temporada baja, o al menos cuando nosotros fuimos, el horario de vuelta es flexible (a pesar de que tuvimos que escogerlo a la hora de reservar). En temporada alta no estamos seguros de que esto sea así, por lo que informaros en el punto de validación de vuestros tickets. En nuestro caso, reservamos a través de Civitatis pues fue lo más barato que encontramos (28€ ida y vuelta). Reserva tu plaza pinchando en el siguiente enlace del Ferry a La Graciosa.

Acantilados costa de Lanzarote

Ferry a la Graciosa

Tomamos el ferry durante 25 minutos de trayecto hasta el puerto de Caleta de Sebo (A). El viaje de ida fue agradable, aunque había fuerte oleaje hasta el estrecho entre ambas islas. Después, alquilamos 2 bicis para recorrer la isla. Fue una experiencia muy divertida ya que podíamos ir a nuestro aire y parar donde quisiéramos. Subimos volcanes como Montaña Bermeja, descansamos en la famosa Playa de las Conchas, y observamos la fuerza del mar en el bufón «El Castillo». En definitiva, un día de 10 en una isla de 10 aunque el viaje de vuelta se complicó tras un reventón de la rueda de la bici, por lo que tocó empujarla. La cosa se complicó un poco más con la fuerte marea del viaje de vuelta… Y eso que teníamos el estómago bien servido de un rico arroz negro que habíamos pedido en Casa Enriqueta. Os podéis imaginar qué graciosa fue la escena 😂. Así fue nuestra experiencia en la isla de forma resumida, pero puedes consultar nuestro artículo específico de La Graciosa, donde detallamos nuestro recorrido, diversas actividades y dónde comimos.

Ya en Lanzarote, una vez pisamos tierra firme, cogimos el coche dirección Mirador del Río. En nuestro caso, y como muchos otros optaron por hacer, fuimos a ver la puesta de sol con La Graciosa de fondo en una explanada que se encuentra a escasos metros del Mirador del Río. Es el Mirador de Nahum (C), que cuenta con un parking de tierra gratuito. Las visitas son impresionantes. Algunos incluso trajeron silla de camping. Increíble atardecer, de verdad. Tenéis que venir en este momento del día sí o sí.

Mirador del Río, Lanzarote

Atardecer en el Mirador de Nahum

PlanDviajero en el Mirador de Nahum

Aarón en el Mirador de Nahum

En el momento más oportuno nos saltó el BeReal. Qué suerte que tuvimos para que nos saltase la notificación justo en ese momento.

Después de una sesión de fotos, bajamos a la capital Arrecife (D) a dar un paseo y cenar. Como no teníamos demasiado hambre tras la nauseosa vuelta en el ferry, cenamos un surtido de tapas acompañado de una copita de vino blanco de Yaiza en el restaurante Malecón. Se encuentra en el Charco de San Ginés, donde también existen muchas otras opciones de bares, restaurantes y heladerías. A nuestro parecer, los precios en este restaurante eran un poco elevados respecto a la cantidad. Hay mejores opciones, una de ellas os la indicaremos en el cuarto día del itinerario. 

👉 DÍA 3: Parque Nacional de Timanfaya y Parque Natural de los Volcanes

Ruta día 3. En naranja, los lugares visitados por la mañana, y en rosa por la tarde.

Hoy madrugamos un poquito para conocer el origen de la isla: los volcanes. En concreto, visitamos las Montañas de Fuego del Parque Nacional de Timanfaya (B). El Timanfaya es un espacio natural protegido que se incluye en la lista de los 16 Parques Nacionales que existen en nuestro país, el cuarto más visitado en España y el segundo en las Islas Canarias por detrás del Parque Nacional del Teide. Se extiende por más de 50km en forma de mares de lava, tubos de lava, y más de 100 volcanes dormidos.

Las Montañas de Fuego son el corazón del parque, un paisaje de tonos rojizos, ocre y negros que te hacen sentir como si estuvieras en Marte; todo ello salpicado de manchas de diferentes colores pertenecientes a numerosas especies de líquenes. Por consiguiente, no podemos pasar por alto su riqueza biológica. Las Montañas de Fuego son el testimonio de las violentas erupciones que se dieron entre los años 1730 y 1736, un periodo sin tregua que dio lugar a esta joya de la Geología. Un desgarrador paisaje que el visitante puede experimentar mediante la Ruta de los Volcanes, un recorrido turístico de 14 km en bus, o más bien en guagua, que dura aproximadamente 1 hora.

Montañas de Fuego, Parque Nacional del Timanfaya

Manto de la Virgen, Montañas de Fuego, Timanfaya

Montañas de Fuego, Parque Nacional del Timanfaya

Montañas de Fuego, Parque Nacional del Timanfaya

Montañas de Fuego, Parque Nacional del Timanfaya

Montañas de Fuego, Parque Nacional del Timanfaya

Montañas de Fuego, Parque Nacional del Timanfaya

Montañas de Fuego, Parque Nacional del Timanfaya

Montañas de Fuego, Parque Nacional del Timanfaya

Montañas de Fuego, Parque Nacional del Timanfaya

Fue idea de César Manrique el crear este recorrido cautivado por los paisajes que aquí se esconden. Una forma de conocer la actividad volcánica mediante el paisajismo, y también las demostraciones termodinámicas que se realizan en el Islote de Hilario. Nos enseñarán la fuerza de los géiseres y la rápida evaporación del agua cuando entra en contacto con las altas temperaturas de la tierra. También te ponen lapilli en las manos para que compruebes tú mismo que, efectivamente, la tierra sigue caliente o puedes ver cómo se quema la paja simplemente con el calor.

Islote de Hilario, Parque Nacional del Timanfaya

Demostraciones geotérmicas del Islote de Hilario, Parque Nacional del Timanfaya

Interior del Restaurante El Diablo

Otra brillante idea del artista fue crear el Restaurante El Diablo. Si pruebas este sitio, podrás decir que te han cocinado con el calor de un volcán. Su famoso horno se sirve del propio calor de la tierra para una deliciosa comida a la brasa. Solo tenéis que ver la pinta que tienen los pollos de la foto que os adjuntamos. Ya ni hablaros del olor 🤤.

Ya que hablamos de diablos y del Timanfaya, seguramente te haya venido a la mente la imagen del famoso cartel del diablillo. Bien pues en la carretera que atraviesa este zona está plagado de estos carteles.

Si vas en coche, la entrada al Parque Nacional de Timanfaya se encuentra unos kilómetros después del Centro de Visitantes, concretamente en esta ubicación. El coche se aparca en el Islote de Hilario, cuidado al abrir las puertas en ciertas partes del parking ya que está en cuesta. El horario es de 9:30 a 15:45. Puedes comprar tus entradas por 12€ (6€ niños entre 7 y 12 años) pinchando en el anterior enlace, aunque como antes te mencionábamos y te saldrá más a cuentas, puedes adquirir un bono visita que incluya las Montañas de Fuego junto con otras atracciones turísticas de la isla. También existen descuentos por discapacidad, residentes en canarias y residentes en Lanzarote. La entrada no tiene horario fijo, si no que es por orden de llegada según se van llenando las guaguas. Por eso decíamos que este día habíamos madrugado, para entrar los primeros. Te añadimos 3 opciones muy populares para visitar el Parque Nacional de Timanfaya.

El recorrido en bus contaba con una guía grabada en distintos idiomas. Iba dando algunos datos sobre las erupciones, o puntos importantes como el punto más alto e inicio de las erupciones que es el Macizo del fuego. En nuestra opinión, la visita es bastante completa y la forma en la que se realiza permite conservar mejor el entorno. Aunque es verdad que echamos un poco en falta esa «libertad» para recorrer a nuestro aire el Parque Nacional como puede ser el Teide con sus diferentes rutas. O por lo menos, poder realizar paradas en el trayecto del bus y aprender más en detalle con la ayuda de un guía.

Después de flipar con la fuerza de la naturaleza, fuimos al Centro de Visitantes e Interpretación del Timanfaya (C), un museo de acceso gratuito con el que podremos comprender mejor la dinámica de nuestro planeta y la formación de las Islas Canarias. Incluso cuentan con una simulación de una erupción bastante chula. Está abierto de 09:00 a 16:30.

Sobre las 11 de la mañana nos dirigimos a nuestro siguiente punto de visita del itinerario. Seguimos un poco la temática del día así que, nos dispusimos a conocer el Parque Natural de los Volcanes. Como decíamos antes que echábamos en falta el poder explorar a nuestro aire, por lo menos puedes conocer más en profundidad los volcanes en este parque. Existen numerosas rutas para entrar a distintos cráteres o subir a la cima de estos. Puedes ir por libre como hicimos nosotros, o puedes contratar tours guiados como esta ruta de senderismo por el Parque Natural de los Volcanes de Civitatis.

Como nos habíamos quedado con ganas de subir el Volcán de la Corona, subimos el Volcán de Caldera Blanca (D). Fue una ruta de 2 horas y 15 minutos ida y vuelta ya que no hicimos el recorrido circular que dura 4 horas y da toda la vuelta al volcán. Nosotros fuimos directos al grano que era subir a la cima del volcán. El inicio de la ruta es desde el Parking Caldera Blanca, en el municipio de Mancha Blanca. Si el parking está completo puedes aparcar en el pueblo y andar desde ahí unos 5 minutos. Comienza con un incómodo tramo de cantos grandes de piedra, pero el camino se va adecentando conforme nos acercamos al volcán. En el trayecto podremos disfrutar del paisaje del malpaís, ríos de lava, etc. Todo ello marcado y explicado con carteles. También, nos toparemos con otro pequeño volcán pasados los 25 minutos, que es Montaña Caldereta y al cuál se puede acceder al cráter.

Tras unas cuantas fotos, proseguimos hasta alcanzar las faldas del volcán en un punto en el que la ruta se desviaba en 2 caminos: hacia la derecha para rodear todo el volcán, o hacia la izquierda que es el camino que conduce al ascenso del volcán. Está marcado con un poste que marca las direcciones pero los carteles están rotos y apenas se ven, por eso da a confusión y mucha gente, como hemos podido comprobar leyendo en otros blogs, se equivoca de camino. Tomamos el ramal izquierdo que pasa por unos corralillos con muros de piedra negra hasta que a mano derecha podemos ver el camino de ascenso por la ladera del volcán.

El camino es a través de tobas blancas, de ahí el nombre del volcán, que se han formado por la acumulación del polvo de las erupciones. Va ascendiendo sin ser una pendiente demasiado pronunciada hasta que alcanzamos la cima del volcán. ¡Flipantes las vistas al cráter! Pero también son impresionantes las vistas hacia el resto de la isla.

Ascenso a la cima del volcán Caldera Blanca, Parque Natural de los Volcanes

Vistas al Parque Natural de los Volcanes y al Timanfaya, Lanzarote

Vistas al Parque Natural de los Volcanes y al Timanfaya, Lanzarote

Vistas al Parque Natural de los Volcanes y al Timanfaya, Lanzarote

Continuamos nuestro ascenso hasta llegar al punto más alto del volcán, marcado por un vértice geodésico que marca los 458 metros de altitud sobre el nivel del mar. Aquí el viento es muy fuerte y las vistas de vértigo. Podrás alcanzar a ver el mar y la isla de La Graciosa. Después de esta caminata tus ojos agradecerán las vistas. Paisajes rojizos y negros, volcanes, coladas de lava, etc. ¡Impresionante! Casi una visita obligada si te gusta el senderismo. Una vez echas las fotos, volvimos sobre nuestros pasos hasta el coche.

Cráter de Caldera Blanca, Lanzarote

Cima del volcán Caldera Blanca, Lanzarote

En nuestra opinión, creemos que se trata de una ruta de dificultad media y que está bastante mal señalizada una vez pasas el Volcán Montaña Caldereta. Además, se debe tener especial precaución en verano ya que no hay ninguna sombra. Recomendamos llevar calzado cómodo, un cortavientos ya que arriba hace frío y el aire es muy fuerte, agua, y algún alimento rico en energía como frutos secos, barritas, plátano, etc. ¡Ah! Importante la protección solar.

Nuestros estómagos empiezan a rugir… ¡Qué hambre! Como estábamos cerca, fuimos a comer en Mancha Blanca. Pero no en un sitio cualquiera, fuimos al restaurante típico de comida casera lanzaroteña. Ya nos habían comentado que donde mejor se come en Lanzarote, gastronomía local, y a un buen precio es en los teleclubs (como los guachinches de Tenerife). En nuestro caso fuimos al Teleclub de Mancha Blanca y os podemos decir que probablemente sea uno de los mejores sitios en los que hemos comido en la isla. Aprovechando el buen tiempo, comimos en la terracita al sol y probamos las papas arrugadas (cómo no), queso ahumado asado, ropa vieja de pulpo, batata frita que venía acompañada de una salsa muy rica, y carne de cochino, acompañado de 3 copitas de vino semidulce de la tierra, y de postre tarta de queso con dulce de leche, un café con leche y el típico barraquito. Todo eso por 45€ (entre 3 personas, bien barato),

Continuamos el día caminando un poquito más para adentrarnos en el cráter de uno de los volcanes más antiguos de Lanzarote, el Volcán El Cuervo (E). Aunque no es el más alto, destaca por su precioso cráter, y el intenso color negro de sus laderas. Además, es famoso por la facilidad de su acceso que puede hacerse en 15 minutos desde el parking. Nosotros accedimos al cráter y también lo rodeamos para conocerlo más a fondo ya que no es muy grande. En total, contando con el paseo hasta el parking, fue un recorrido de 1 hora. La dificultad es fácil pero recomendamos calzado bueno y bien cerrado ya que el camino es un poco incómodo al tratarse de pequeñas piedras sueltas por las que te vas hundiendo a medida que caminas. Cuenta con un amplio parking aunque suponemos que en temporada alta se llenará fácilmente.

Volcán El Cuervo, Lanzarote

Cráter volcán El Cuervo, Lanzarote

Cráter volcán El Cuervo, Lanzarote

Cráter volcán El Cuervo, Lanzarote

Volcán El Cuervo, Lanzarote

Sabemos que el cráter es increíble, sí. Pero por favor, no subáis la ladera del volcán porque dañáis el ecosistema. Pudimos comprobar con nuestros propios ojos cómo la gente iba abriendo nuevos caminos a pesar de las múltiples señales que lo prohíben. Sabéis que PlanDviajero defiende un turismo responsable y esta es una de esas ocasiones en las que nos vemos obligados a reclamarlo en nuestros post.

Última parada del día, a unos 10 minutos en coche desde donde nos encontramos, visitamos Las Grietas (F). Consideramos que es una visita obligada ya que es un lugar que se visita con rapidez, se encuentra cerca de los grandes núcleos de población y por lo maravillosas que son sus formas. ¡Qué increíble es la naturaleza! Además, os pueden salir unas fotos chulísimas 😛 (véase las fotos que os adjuntamos).

Las Grietas es uno de usos lugares que no suelen aparecer en las guías de turismo pero que son pequeñas joyas escondidas. Se trata de unos cañones formados por los ríos de lava provenientes de las erupciones del volcán sobre el que se asientan, Montaña Blanca (que no Caldera Blanca). Sus curiosas formas te dejarán muy sorprendido, pudiendo llegar a distinguir las distintas capas del flujo de lava. Puedes acceder a cada uno de ellos teniendo cuidado con los posibles resbalones. Se puede aparcar al otro lado de la carretera en un pequeño parking. Además, cuenta con un pequeño túnel para poder atravesar la carretera sin peligro alguno.

👉 DÍA 4: Suroeste y Oeste de Lanzarote

Ruta día 4. En naranja, los lugares visitados por la mañana, y en rosa por la tarde.

Este último día lo dedicamos a la parte Sur de la isla, aunque como era domingo aprovechamos para visitar el Mercadillo de Teguise (B). Es un mercadillo enorme con tiendas de todo tipo, desde puestos de ropa (alguno de ellos camisas estilo africano), distintos accesorios como pendientes, pulseras, anillos, bolsos o carteras, puestos de especias, quesos, fruta (vimos frutas tropicales que no se suelen ver en la Península como la pitaya o fruta del dragón, o la papaya), cosméticos a base de aloe vera, distintos souvenirs, peletería (cinturones y otros productos con pieles), puestos de comida y bebida, y un largo etcétera. En definitiva un plan genial para hacer un rato en la mañana. Además, el pueblo se llena de vida lo que supone una forma distinta de conocer Teguise.

En domingo se vuelve casi imposible aparcar en Teguise, aunque tenemos que decir que pudimos dejar el coche en una calle residencial sin necesidad de dejarlo en los parkings de pago (un poco atrapa turistas) que hay en la entrada del pueblo.

Volvimos a dar una vuelta al pueblo, compramos algunos regalitos para la vuelta (licor de cactus y quesos), y pusimos rumbo a San Bartolomé. En concreto, fuimos a visitar la Casa-Museo del Campesino (C), otra de las muchas obras de César Manrique en la isla. Para nosotros es otra de las visitas obligatorias en la isla por su belleza y porque hay que admitir que es un lugar muy fotogénico e instagrameable. Además, el acceso es libre y gratuito (también lo es el parking).

La Casa-Museo del Campesino es un homenaje de César Manrique hacia los campesinos de Lanzarote que reconoce el esfuerzo para dar vida al territorio a pesar de tan adversas condiciones. Un complejo que recoge la Arquitectura, Agricultura, Artesanía y Gastronomía tradicional en un mismo punto. Un lugar que combina el vanguardismo como por ejemplo el Monumento a la Fecundidad, con el pasado y la cultura de Lanzarote con elementos de labranza de la tierra, o incluso la arquitectura típica por su color blanco y detalles en verde. Cuenta con distintos puestos de artesanía, los cuales desgraciadamente no pudimos disfrutar porque estaban cerrados (posiblemente al estar en temporada baja), y un restaurante al cual puede accederse a través de una gruta que se abre al exterior por una gran escalera de caracol decorada con vegetación. Está abierto de 10:00 a 18:00 y es gratuito.

Casa Museo del Campesino, San Bartolomé

Casa Museo del Campesino, San Bartolomé

Monumento a la Fecundidad y Casa Museo del Campesino, San Bartolomé

Casa Museo del Campesino, San Bartolomé

Casa Museo del Campesino, San Bartolomé

Casa Museo del Campesino, San Bartolomé

Casa Museo del Campesino, San Bartolomé

A continuación, fuimos a visitar los famosos viñedos de Lanzarote, La Geria (D). Se trata de un espacio protegido designado actualmente como parque natural de La Geria. Un lugar conocido por el paisaje volcánico, su curiosa forma y la mezcla de colores negro y verde. Si ya has tenido la oportunidad de probar un vino blanco y dulce de la tierra, te preguntarás: ¿cómo puede la seca isla de Lanzarote producir tales excelentes vinos? La respuesta está en este tipo de plantación. Una geria es el hoyo en forma de cono en cuyo fondo se planta la vid por dos razones: para que las raíces alcancen suelo fértil, y para proteger la vid del viento. Por esta segunda razón también se coloca un pequeño muro de piedra en forma semilunar. Otro dato adicional es que la variedad de vid más abundante es la Malvasía (en este caso) volcánica que aparece en el etiquetado de muchas botellas.

Por la zona existen varias bodegas donde podrás comprar algún vino o realizar alguna degustación. Si te interesa, puedes echar un vistazo a algunos tours guiados que hay por internet.

Se acerca la hora de comer y habiendo tenido tan buena experiencia en el teleclub del día anterior, decidimos probar otro teleclub que nos había recomendado una lanzaroteña. Fuimos al Teleclub Macher y tenemos que destacar lo bueno que estaba el pulpo.

Volvemos a la carretera para visitar Punta del Papagayo, en concreto para darnos un bañito en la preciosa Playa del Papagayo (E). En primer lugar, tuvimos que parar en una especie de puesto de control en el que te cobran 3€ para acceder con el coche a esta zona de la isla que está protegida al ser un paraje natural, y por ser una zona de importancia arqueológica con el Monumento Natural Los Ajaches. El camino es bastante malo, lleno de baches, pero merecerá la pena el viaje por el destino.

La Playa del Papagayo es un icono en Lanzarote, además de ser la mejor playa de la isla. Podría decirse que es el Caribe en Europa. De una enorme belleza, es una cala en forma de bahía, de arena fina dorada y aguas cristalinas color esmeralda. No tiene mucho oleaje por lo que todos estos factores la convierten en un lugar genial para iniciarse en el snorkel. Nosotros pudimos ver muchísimos peces de diversos colores que nadaban entre nosotros sin ningún reparo. Sí, a pesar de haber ido en enero, fuimos valientes y nos bañamos ya que el tiempo acompañaba bastante.

Playa del Papagayo, Lanzarote

Playa del Papagayo, Lanzarote

Playa del Papagayo, Lanzarote

Puedes optar por visitar otras playas de esta zona que también son de extrema calidad como Playa Mujeres, Playa del Pozo, Playa de la Cera, o Playa Caleta del Congrio. Aprovecha para dar una vuelta desde lo alto de los acantilado. Desde la Playa del Papagayo puedes  llegar a ver la Isla de Lobos y la Isla de Fuerteventura. Cuenta con un aparcamiento muy muy grande.

Playa del Papagayo, Lanzarote

Playa del Papagayo, Lanzarote

Isla de Lobos y Fuerteventura

Una vez pasada la tarde en la playa, fuimos a Los Hervideros (G) para ver la fuerza del agua a través de sus bufones. Pero antes, paramos en uno de los miradores de las Salinas de Jaunbio (F). No hubo mucho espectáculo porque la marea estaba tranquila, aunque si había alguna estampa bonita con las olas rompiendo en la zona de la cueva. El sitio está muy bien preparado para caminar entre las rocas y, además, está muy cerca del Charco Verde que es nuestra siguiente parada. Es importante seguir las indicaciones porque hay un tramo de carretera cortado (o por lo menos lo  había cuando fuimos en enero de 2023).

En la carretera que baja desde El Golfo hasta Los Hervideros pudimos ver una gran cantidad de coches aparcados en la propia vía. Más tarde nos dimos cuenta de que estaban ahí porque, desde ese punto, podían acercarse al Charco Verde caminando desde el Volcán del Guincho. Nos consta que el camino por aquí es muy bonito pero no queríamos dejar el coche en plena curva y en una carretera sin arcén. Además, el acceso a la Playa de los Clicos, donde se encuentra la charca, está prohibido.

Como veníamos adelantando, el siguiente punto de visita del itinerario fue el Charco de los Clicos o, más comúnmente conocido como, Charco Verde (H). Se puede observar desde un mirador al cual se accede caminando por un muy corto sendero de tierra que empieza en el primer parking que encontramos en el municipio de El Golfo. El Charco Verde es una laguna que se formó por agua que recibe por filtraciones. Se encuentra en la Playa de los Clicos, concretamente en el cráter de un volcán. Debe su nombre Charco de los Clicos a los bivalvos que habitaban en esta zona del mar, y su color se debe a la clorofila de una especie de algas combinado con el azufre. En definitiva, todo un espectáculo de contrastes de colores y Biología. Fuimos al atardecer como nos habían aconsejado, pero aún es mejor el atardecer en El Golfo (I).

Charco Verde o Charco de los Clicos, Lanzarote

Charco Verde o Charco de los Clicos, Lanzarote

No habíamos oído hablar mucho de esta localidad por las redes y tenemos que decir, que es uno de esos lugares secretos que tienes que visitar OBLIGATORIAMENTE. Es un pueblo muy pequeño sin gran cosa, pero tiene una magia especial con sus casitas al lado del mar. Sobre todo al atardecer. Aquí podéis encontrar varios restaurantes y bungalows si queréis una forma de alojamiento distinta. Aquí tuvimos la mejor puesta de sol de todo el viaje. ¡ya estáis apuntándolo en vuestra lista!

El Golfo, Lanzarote

Atardecer en El Golfo, Lanzarote

Terminamos el día volviendo a Arrecife (J) para cenar, en esta ocasión fuimos a un restaurante al que habíamos intentado ir la anterior vez: La Miñoca. Probamos el queso frito, croquetas variadas, gambas al ajillo, y dos arepas. Estaba todo muy bueno y para ser la capital, estaba a buen precio. Además, la terraza tiene vistas al Charco de San Ginés. Después, fuimos a por unos helados en el AntiuXixona. ¡Terminando por todo lo alto este viaje!

Como podéis ver, Lanzarote puede verse en 4 días, aunque si que es verdad que nosotros estuvimos un día más porque volábamos por la mañana. Todo es cuestión de amoldar los planes. Es una isla pequeña que deja verse en pocos días. 

🍷 Recomendaciones

– Para conocer Lanzarote en su totalidad recomendamos viajar entre 4 y 6 días, depende del ritmo de cada uno. Con 4 días es suficiente (incluido 1 día dedicado sólo a la Graciosa), pero si quieres disfrutar de algunos días de playa tal vez sea mejor ir 6 días.

– Alquilar un coche para recorrer a tu aire la isla. Al contrario que en Tenerife, no será muy necesario que tenga mucha potencia ya que la isla no tiene pendientes muy grandes.

– Comprar el bono visita de 4 centros, a un precio más económico que por separado. En nuestro caso, incluía la visita al Timanfaya, Jameos del Agua, Cueva de los Verdes, y a elegir entre el Mirador del Río, y el Jardín de Cactus que fue el que escogimos.

– Tener en cuenta dónde nos alojamos para optimizar de la mejor forma el tiempo que toma recorrer la isla, y así, ajustar nuestras rutas y planes diarios. Lo mejor es alojarse en el centro de la isla como por ejemplo, en San Bartolomé, Teguise y Costa Teguise, Arrecife, Puerto del Carmen, Playa Honda, etc. Sin embargo, como ya os hemos dicho, al ser la isla tan pequeña no supondría un problema alojarse por ejemplo en Playa Blanca.

– Comer en teleclubs. Son los mejores lugares que puedes encontrar para probar platos típicos canarios, comer en gran cantidad y barato. Además, todo es casero y suelen ser muy amables con el trato al cliente.

– Si vienes en temporada baja, en invierno, más que un abrigo será mejor que lleves un cortavientos. Las temperaturas en canarias siempre son agradables y en nuestro caso, más que el frío nos molestaba el viento. Aunque es verdad que por la noche refrescaba.

🇮🇨 Lo que más y menos nos ha gustado de Lanzarote

Lo que más nos ha gustado de Lanzarote es:

• Paisajes que parecen sacados de Marte.

• Los teleclubs: comer bueno, bonito y barato. Que nunca falte un buen queso asado o frito, las papas arrugadas, el mojo picón, pulpo, etc. Descubre nuestro post sobre comida canaria.

• La imagen cuidada y estética de los pueblos, en especial el contraste del blanco de las casas con el negro del paisaje. Nos encanta el detalle del color de las puertas y ventanas, verdes en los pueblos de interior y azules en los de costa.

• Multitud de actividades como avistamiento de cetáceos, kayak, buceo, senderismo, catamarán, kitesurf, etc.

• La facilidad para desplazarse. Al ser una isla tan pequeña, puedes ir de una punta a otra en 1 hora aproximadamente.  En otras islas se tarda bastante más en llegar de una punta a otra.

Mientras que lo que no nos ha llegado a convencer de Lanzarote es:

• Mucho, pero mucho, viento. A veces llegar a ser incluso cansino.

• En comparación con Tenerife, es un destino más caro.

• Turismo muy enfocado a extranjeros.

Si quieres saber más a cerca de la isla de Lanzarote, échale un vistazo a nuestros post de los 10 pueblos más bonitos de Lanzarote, o el Parque Nacional de Timanfaya. Si tienes curiosidad por el resto de las Islas Canarias, visita los post de Tenerife en 6 días o la aventura en un día en la isla de La Graciosa. En caso de que quieras conocer una isla en un país distinto, te invitamos que leas las entradas de Sicilia en 8 días o Madeira en 5 días.