¡Descubre Vizcaya en 5 días con nosotros!. Deja el plan A para pasar directamente al plan D: (D)esde la vibrante esencia de Bilbao hasta la serenidad de los pueblos pesqueros a orillas del Cantábrico. Te llevaremos por un recorrido lleno de paisajes impresionantes, un itinerario que no solo abarca los lugares clásicos, sino que también revela los tesoros escondidos que hacen de Vizcaya un destino especial. Atrévete a explorar con PlanDviajero y descubre por qué esta joya del País Vasco es el escenario perfecto para una escapada mágica.
🌊 ¿Por qué viajar a Vizcaya?
En la encrucijada entre el estilo contemporáneo y vanguardista de Bilbao, y la tradición de los pintorescos pueblos pesqueros que adornan la costa, Vizcaya se erige como un destino único en el Norte de España. Nuestra decisión de explorar esta fascinante provincia durante 5 días se debe a distintas razones. ¿Por qué Vizcaya? La respuesta la hallarás en las siguientes razones por las que visitar esta región del País Vasco:
1- Un destino de contrastes: moderno y atemporal: Vizcaya es un lugar especial ya que conocerás su raíz con sus pueblos pesqueros, su vinculación con la Revolución Industrial y testigo de ello el Puente de Vizcaya, y el mundo contemporáneo con el Museo Guggenheim de Bilbao. Si te encantan los destinos de contrastes, Vizcaya es una buena opción para tu próximo viaje.
2- Gastronomía, cultura de los pintxos: para los más foodies como nosotros, esta razón es primordial. Los pintxos son un manjar único propio del País Vasco. Un solo plato pero de mil variedades: comida sobre pan. Además, puedes comer y beber de forma barata si vas al pintxo-pote. Es un momento del día, o un día de la semana, en el que se ofrece un pintxo con cada bebida por un precio determinado. Algo así como una tapa. ¿Te lo vas a perder?
3- Paisajes verdes, playas y acantilados: si algo nos gusta del Norte de España es su color y sus paisajes. Praderas y montañas verdes, y escarpados acantilados que delimitan grandes playas.
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📅 ¿Cómo organizamos nuestra ruta por Vizcaya?
Primera vez que pisamos el País Vasco, y qué mejor forma de estrenarlo visitando Vizcaya. Dedicamos 5 días para conocerla, del 5 al 9 de septiembre. Estos 5 días fueron suficientes para conocerla en profundidad. Hubiéramos añadido el Salto del Río Nervión en la provincia de Álava, pero debido al calor del verano, no había mucho que ver porque estaba seco.
Como Vizcaya no es una provincia muy grande, solamente estuvimos alojados en un único sitio. Elegimos alojarnos en Bilbao ya que está cerca del resto de sitios que queríamos conocer de Vizcaya, y porque así podríamos aprovechar las noches para salir por la ciudad. En función a esto, fuimos organizando lo que íbamos a ver cada día, como siempre, con ayuda de MyMaps. Dejamos los lugares más alejados para el segundo día ya que, si lo dejáramos para los últimos días del viaje, era posible que se nos hiciesen pesados los trayectos en coche.
También, solemos recomendaros (como es lógico) organizar según el clima. Pero como en nuestro caso todos los días hizo sol, no tuvimos ningún problema con ello.
📷 Qué ver en Vizcaya en 5 días: itinerario
👉 Día 1: Bilbao
Arrancamos motores rumbo a Bilbao, una ciudad que no decepcionó. Como veníamos de Madrid, tuvimos que hacer una parada para comer antes de llegar a Bilbao, concretamente en el Asador Villa Florida de Amurrio, en Álava. Un restaurante sencillo pero de comida rica y a buen precio. Por no decir nada de la tarta de cuajada que estaba deliciosa.
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Una vez la tripa llena, pusimos rumbo a Bilbao. Nos alojamos en un apartamento en el barrio de Olabeaga. Y siendo sinceros, no te recomendamos este apartamento para nada… Así que no lo compartiremos contigo. Es verdad que este barrio tiene alojamientos baratos, pero está un poco lejos del centro (a pesar de estar conectado por tren y metro desde la estación de San Mamés). Además, es un barrio viejo y no muy bonito que se diga.
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Ya instalados, nos fuimos a recorrer Bilbao paseando junto a la ría. En primer lugar, vimos el Estadio San Mamés, estadio del Athletic Club de Bilbao, el antiguo astillero y el puente Euskalduna. Conforme avanzábamos, nos íbamos dando cuenta de la mezcla entre la raíz pesquera de Bilbao y lo moderno. Puentes de todas las formas y estilos, la Torre Iberdrola, la Universidad de Deusto del otro lado de la ría, etc. Una mezcla curiosa que habíamos empezado a notar.
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Por fin nos topamos con el icono de esta ciudad, el modernísimo Museo Guggenheim de Bilbao. ¿Qué te podemos decir? Una auténtica obra maestra diseñada por Frank Gehry que ha tenido un impacto muy fuerte en la ciudad, tornándola de una antigua ciudad industrial a una moderna ciudad cultural. Es uno de los museos de arte contemporáneo más importantes del mundo. Inaugurado en el 1997, el edificio parece sacado del espacio. Nos sentimos como si estuviéramos en otro planeta debido a su arquitectura única en acero y vidrio, y por la bruma de la fuente que hay a sus pies. Puedes reservar tu visita guiada en este enlace.
Visto desde el otro lado de la ría aparenta tener la forma de un barco, homenajeando así a la ciudad portuaria sobre la que se alza. Después de hacernos unas cuantas fotos, seguimos conociendo las obras artísticas que hay en su exterior. Para los que tienen miedo a las arañas, os presentamos «Maman», una escultura de 9 metros de altura de una araña que homenajea a la figura materna de la artista. «Puppy» es un perro de 12 metros de altura hecho de acero inoxidable y cubierto con una capa de flores vivas.
Para más información sobre precios y horarios, puedes leer nuestro artículo 1 día en Bilbao o también, puedes pinchar en el siguiente enlace a la página web oficial del museo.
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Abandonamos esta preciosa zona para adentrarnos entre el bullicio y las calles de Bilbao. Concretamente, recorrimos la Calle Iparraguirre hasta la Plaza de Moyúa (también conocida como Plaza Elíptica). Conforme caminábamos, flipábamos con lo cuidadas que están las ciudades en el Norte de España. Hasta los letreros de las calles eran preciosos. La Plaza de Don Federico de Moyúa está rodeada de edificios históricos como el Hotel Carlton, o el Palacio Chávarri (actual sede de la Subdelegación del Gobierno en Bizkaia).
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Continuamos por la Gran Vía de Don Diego López de Haro, una de las principales calles de Bilbao que nos recordó mucho a Madrid y no sólo por su nombre. Si no que era una zona moderna, con glamour, con edificios preciosos y llena de tiendas. Además, tiene muchos árboles (al contrario que la Gran Vía de Madrid).
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Después de tanta sofisticación, nos sumergimos en el Casco Viejo. Calles angostas, bares a tutiplén y pintxos que se multiplican como conejos. De nuevo junto a la ría, disfrutamos de la belleza de sus edificios como la fachada de la Estación de la Concordia, el rascacielos de Bailén, el puente sobre la ría, y el Teatro Arriaga. Desde este punto parte el Free Tour por Bilbao, una bonita forma de conocer la ciudad con un guía.
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Caminamos hasta la Plazuela de Santiago para conocer la Catedral de Santiago, uno de los puntos de referencia más importantes del Casco Histórico de Bilbao. Un blanco edificio gótico del siglo XIV que presume de sus detalles escultóricos y su imponente fachada. Algo que nos llamó la atención fue el pequeño tamaño de la plaza para una Catedral tan inmensa. En fin, es algo que le da su toque y la hace única entre las Catedrales de España.
A partir de aquí, volvimos a hacer algo que nos encanta: perdernos. Encontramos calles súper pintorescas dignas de aparecer en nuestros feeds de Instagram. Nuestra generación lo llamaría aesthetic jeje. Acabamos frente el Mercado de la Ribera, donde hay unos soportales con techos pintados súper bonitos. Es el mercado de abastos más grande de Europa y es conocido por su gran variedad de productos frescos. Aprovecha para hacer una paradita y comerte unos pintxos o tomarte un café en la terraza con unas maravillosas vistas a la ría y las coloridas casas. Frente al mercado está la Iglesia de San Antón.
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El sol empezaba a esconderse y el cielo empezaba a dar esos tonos anaranjados-rosados tan bonitos del atardecer. Así que, subimos hasta el Mirador de Solokoetxe, un lugar que describiremos como íntimo. Un lugar poco concurrido y menos conocido que el mirador de Artxanda pero con unas vistas panorámicas espectaculares de la ciudad. Se encuentra en la cima de una colina en el Casco Viejo.
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Volvemos a adentrarnos al Casco Antiguo, esta vez a la Plaza Nueva donde nos sentimos como detectives buscando el mejor lugar para cenar y disfrutar de estas mini-obras maestras gastronómicas, los pintxos. Spoiler: ¡todos están buenísimos! Existen rutas de pintxos donde puedes degustar los mejores de la ciudad en un recorrido de 5 bares.
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Y para coronar la noche, fuimos a un Gelati!! Gelati!! para endulzarnos un poco. Eeeeeeehhhh, sin palabras. ¡Pedazo helados! Una tarrina ENORME a muy muy buen precio y con una gama de sabores amplísima. Había 4 mostradores de distintos tipos de helados, desde los más clásicos a los más raros. Probamos los de queso idiazábal, caramelo de violetas, dulce de leche, chocolate negro, pistacho, y caramelo salado. ¡Pero había infinidad! Speculoos, Ferrero Rocher, regaliz, baileys, sobao pasiego, arroz con leche, mojito, etc.
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Con el helado en mano, fuimos tranquilamente paseando hasta llegar por la ría hasta llegar a casa. Por el camino vimos el Ayuntamiento de Bilbao, y el futurista Puente Zubizuri. Esta pasarela, aunque preciosa, es muy polémica debido a que es obra de nuestro amigo Santiago Calatrava, como suele acostumbrar. Este impresionante puente de pasarela curva y arco atirantado está hecho de acero y suelo de cristal, un material que no es muy adecuado para el clima húmedo de Vizcaya, lo que supuso múltiples resbalones que se subsanaron con la colocación de alfombras antirresbaladizas, aunque estropeasen la estética del puente. Personalmente, es nuestro puente favorito, sobre todo iluminado de noche.
Bilbao de noche es una estampa distinta. Nos llevamos una sorpresa al llegar a casa. A medida que nos acercábamos escuchábamos música cada vez más y más fuerte. Bien pues eran las fiestas del barrio y teníamos el escenario debajo de la ventana. Así que ahí estábamos nosotros, con la panza llena, con un kalimotxo en la mano y el corazón contento en buena compañía. De fiesta con los vascos jajaja. Estábamos entusiasmados por ver lo que Vizcaya aún tenía reservado. Si el primer día fue así de divertido, ¿cómo serán los próximos?
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👉 Día 2: Durango, Ondárroa, Lequeitio, Ea y Elanchove
¡Segundo asalto de nuestro viaje por Vizcaya en 5 días! Hoy teníamos un día movidito de visitar varios pueblitos. Primero, fuimos a buscar un lugar donde desayunar, pero para nuestra sorpresa en muy pocos sitios ponían tostadas ya que los vascos suelen desayunar pinchos. Sin embargo, encontramos una cafetería en la que fueron súper majos y nos hicieron el favor de hacernos unas buenas tostadas, se llama Biribildu Café.
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Con las pilas cargadas, condujimos hasta Durango, una villa medieval con un interesante patrimonio arquitectónico. Comenzamos el recorrido por el Museo de Arte e Historia de Durango, que se encuentra en el Palacio Etxezarreta. Además de una fachada preciosa, el museo alberga exposiciones de arte contemporáneo de artistas vascos en su tercera planta, exposiciones de historia en la primera planta, y exposiciones temporales de arte o historia en la segunda o planta baja. Lo mejor es que la entrada es gratuita.
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Cruzamos el riachuelillo y continuamos por la Zeharkalea Kalea hasta llegar al Ayuntamiento de Durango, que nos dejó sorprendidos por el detalle de sus paredes pintadas. Además, las terrazas en la plaza le daban mucha vida y buen ambiente al lugar. Al fondo de la Calle Artekalea, veíamos una puerta, que correspondía al Arco de Santa Ana, la única de las seis puertas que existían en la antigua muralla de Durango.
Esta puerta de estilo barroco, conocida antiguamente como la puerta del mercado, se encuentra en la Plaza de Santa Ana, un lugar precioso en la villa por los muchos edificios históricos que aquí se encuentran, y las vistas al río. Algunos de estos edificios son palacios y la Iglesia de Santa Ana, que se caracteriza por su alta torre.
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Nos dimos la vuelta y continuamos recto por la misma calle que veníamos hasta toparnos con la Basílica de Santa María de Uríbarri, una de las obras más importantes del País Vasco que ha sido nombrada Monumento Nacional por su espectacular pórtico de madera, el más grande del País Vasco. Como ya eran las 14:00 de la tarde, fuimos a comer a la terraza del Restaurante Kupela. Comida de calidad, en buenas cantidades y barato (menú del día 12€ sin incluir bebida).
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Dejamos Durango para irnos a la parte más oriental de la Costa de Vizcaya ¡Ongi etorri Ondárroa!. Al igual que ocurría en Bilbao, existe una dualidad en varios aspectos: la convivencia entre la tradición y la modernidad, pero también la lucha entre el mar y la montaña.
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En primer lugar, tenemos que informarte de una cosa: fue misión casi imposible aparcar. Después de encontrar un huequillo, paseamos por lo que es para nosotros, el rincón más especial de Ondárroa, que es la zona del río. Un lugar precioso que combina el encanto del ambiente pesquero, las raíces medievales con la iglesia, sus puentes o los edificios escalonados del Casco Histórico. Y hablando de puentes, menudo contraste entre el puente romano y un poco más adelante, un puente súper moderno.
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Junto al puente romano hay un icono en el Norte de España: la cucaña. Consiste en un juego medieval que consta de un mástil de madera colocado horizontalmente sobre el río. El objetivo es alcanzar un banderín que se coloca en el extremo de la cucaña, algo que parece tarea fácil pero la cosa se dificulta ya que el tronco es delgado y es fácil resbalarse.
A continuación, subimos hasta la Iglesia de Santa María de Ondárroa. Hay un elevador justo al lado pero no funcionaba, hecho que nos dio pie a hablar con una señora muy amable que vivía aquí y nos contó algunas cosas del pueblo y Vizcaya. Después, seguimos caminando hasta llegar a la playa, donde hicimos una paradita para contemplar el mar.
Volvemos hacia el Oeste pero continuamos bordeando la costa. ¿Cómo te quedas si te decimos que existe un lugar donde puedes cruzar una isla a pie? Incluso se podría decir que caminarás sobre el agua. Pues te estamos hablando de nuestra próxima parada, Lekeitio, y más concretamente de la Isla de San Nicolás.
Lekeitio/Lequeitio se encuentra rodeado de montañas y protegido por la Isla de San Nicolás, a la que puedes llegar caminando cuando baja la marea. Comenzamos conociendo este pueblo por el casco antiguo, un laberinto de calles empedradas en el que destaca la Basílica de la Asunción de Santa María y su increíble retablo mayor.
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Caminamos hasta el puerto, que es el centro de actividad, como todos los pueblos de la zona, donde la pesca, el comercio y la cultura son como el pan de cada día. Por sus calles han paseado de todo: balleneros, piratas, comerciantes y hasta exploradores. ¿El resultado? Un pueblo con una personalidad única, donde cada rincón guarda un pedacito de historia marinera.
Es conocido por la Fiesta de San Antolín que se celebra durante la primera semana de septiembre. Y remarcamos esto porque debe ser muy importante… Ya que el desfase era notable más que nada por el fortísimo olor a pis en cada esquina del pueblo 🤢. Un detalle que nos afeó un poco la visita pero bueno, entendemos el contexto 🥴. Se lo perdonamos porque es muy bonito. En fin, paradita para un café y antes del atardecer rumbo al siguiente pueblo: Ea.
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Ya ea ea ya eea eeaaa… Lagrimitas del Nilo… ¡Uy! Que nos vamos del tema. No, no nos hemos equivocado con la canción de Blanca Paloma para Eurovisión. Este diminuto pueblo que estamos a punto de conocer es Ea, el pueblo con el nombre más corto de España. Aunque es muy pequeño, nos enamoró con tan solo pasear por cualquiera de las orillas de la ría hasta el puerto. Casas sencillas y coloridas mezcladas con grandes murales de arte urbano, situadas a ambos lados de la ría la cuál es atravesada por 4 pequeños puentes de piedra, y que conduce hasta la playa.
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Al final del espigón, se encuentra un mirador que cuenta con cafetería y con escaleras para llegar al agua. Nosotros fuimos curiosos y continuamos caminando más al fondo donde hay otras escaleras que conducen a otro mirador desde el que pudimos contemplar el Cantábrico adentrándose en Ea. Como llegamos al atardecer, las vistas fueron inmejorables.
Terminamos este día completito con un pueblo que nos robó el corazón por completo: Elantxobe. Un pueblo cuyas casas parecen trepar por la ladera. Dejamos el coche en el parking de la parte de arriba del pueblo. Nada más bajarnos del coche ya estábamos flipando con las vistas. Nos adentramos al pueblo y nos llamó la atención que las calles son tan estrechas que hasta tienen una plataforma giratoria para que los autobuses puedan dar la vuelta.
Desde la atalaya, bajamos hasta la zona del espigón. Continuamente, íbamos arrepintiéndonos de todos los escalones que después tendríamos que volver a subir 😭. Pero bueno, ya os adelantamos que mereció la pena. Fuimos hasta la punta del espigón y nos sentamos un buen rato para admirar, junto con el sonido del mar, Elanchove iluminado. Todo un espectáculo. Nos recuerda un poco a la zona del Cinque Terre, o la Costa Amalfitana en Italia.
Cerramos el día cenando hamburguesas en Kraken Restoburger Elantxobe. En realidad nos pareció caro para el tamaño de las hamburguesas, para no llevar acompañamiento y para todo lo que tuvimos que esperar tanto para sentarnos, tomarnos nota o como para servirnos. Eso sí, estaban bastante buenas y las vistas desde la cristalera son insuperables.
👉 Día 3: Butrón, Lemoniz, Arminza, Playas de Barrika y Sopelana, y Getxo
¡Round 3! Hoy no nos iremos tan lejos como ayer. La idea es visitar algunos puntos interesantes por la mañana, ir a la playa por la tarde y terminar el día viendo el atardecer en un lugar especial.
Nuestra primera parada fue el Castillo de Butrón, una pequeña fortaleza señorial cuyo origen está en una torre del siglo XIII que parece sacada de Disney. Imagina un castillo rodeado de frondosos bosques, con torres que se alzan hacia el cielo. Lamentablemente, sólo pudimos conocerlo desde fuera ya que continúa cerrado y en la puerta de acceso solo cuelga un cartel que informa de que permanecerá cerrado por obras, pero sin dar ninguna información de su reapertura. Si quieres saber más sobre su historia, puedes pinchar en el anterior enlace para leer nuestro artículo sobre esta joya del País Vasco.
Proseguimos nuestro viaje por la costa vasca. La idea inicial era conocer distintas playas (Górliz, Plencia, etc), pero como teníamos curiosidad, cambiamos al Plan D: (D)escubrir la Central Nuclear de Lemóniz. La construcción de esta central se inició en 1972 como parte de un proyecto eléctrico nacional promovido por la dictadura de Francisco Franco, aumentando la capacidad energética del País Vasco y reducir su dependencia de fuentes de energía externas, algo que se percibía como una solución viable para la creciente demanda energética que existía con el desarrollo industrial de la región.
Como es de esperar, su construcción trajo una fuerte oposición por parte de grupos ecologistas, aunque estaba respaldado por los principales partidos políticos. ETA, la banda terrorista vasca, intensificó la resistencia con numerosos atentados y sabotajes, cobrándose la vida de nueve personas y exigiendo su demolición. Finalmente, la central fue desmantelada en 1984, con un coste total de 6.000 millones de euros. Actualmente se estudia su posible reconversión en una piscifactoría. No es posible acceder al recinto pero, si sois curiosos como nosotros, podéis verla desde alguno de los miradores de la carretera BI-3151.
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Ya nos empezaba a rugir la tripa, así que buscamos algún lugar cercano para comer. Así es como descubrimos un pequeño pueblo pesquero que nos sorprendió por su belleza, Arminza. La parte del puerto es la estrella del lugar con sus escarpados peñones. Si te apetece, lánzate al agua para darte un chapuzón y coronar tu experiencia. En cuanto al lugar donde comimos, fue en el restaurante Begotxu Jatetxea Armintza. Comida barata, bien emplatada y muy buena.
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A tan solo quince minutos en coche desde aquí se encuentra otro lugar increíble que tenemos grabado en la mente: la Playa de Barrika. No tenemos palabras para describirlo. Una gran pradera de intenso verde, con una zona de merenderos ideal, te da la bienvenida. Unos metros más adelante, los enormes Acantilados de Barrika se abren ante nuestros ojos. Simplemente: I.M.P.R.E.S.I.O.N.A.N.T.E.
Hay una escalinata de piedra para acceder a la playa, pero nosotros decidimos probar la temperatura del Mar Cantábrico en nuestro siguiente punto de visita: la Playa de Sopelana. En esta amplia playa de arena fina es donde pasamos la tarde tomando el sol y dándonos un bañito. Y sí, el agua estaba fresquita (al menos para nosotros que estamos acostumbrados a bañarnos en el caldo del Mar Mediterráneo).
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Volvimos al apartamento para ducharnos y arreglarnos un poco para después coger el metro de Bilbao hasta Getxo. Como no podía ser de otra forma, comenzamos nuestra exploración por una de las joyas que aquí se encuentran, el icónico Puente de Vizcaya. Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO, conecta Getxo con Portugalete sobre el río Nervión.
El Puente de Bizkaia es un puente transbordador de peaje. Mide 61 metros de altura y 160 metros de longitud. Además, tiene el grandísimo honor de ser el primer monumento de Euskadi en recibir este reconocimiento. Y es que no es de extrañar ya que combina a la perfección estética y funcionalidad. Para mejorar vuestra experiencia, os aconsejamos que hagáis como nosotros y visitéis este lugar al atardecer.
Hemos de admitir que no subimos al puente porque era un poco caro (). Pero continuamos caminando por el paseo marítimo de Getxo que es súper bonito. Las vistas al Cantábrico y la brisa marina te envolverán mientras disfrutas de un agradable paseo. Por no hablar de todas las impresionantes casas que aquí se encuentran. ¡Nos pusieron los dientes largos! Algunos puntos interesantes son las vistas hacia Portugalete o Santurce, el Monumento a Evaristo de Churruca, que simboliza el triunfo de los trabajadores luchando contra la furia del mar para construir el nuevo puerto de la ciudad, y el encantador Puerto Viejo de Algorta, un rincón muy pintoresco y fotogénico.
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Ya de noche, volvimos a Bilbao. Nos apetecía un poco de guarreo así que cenamos en un Five Guys, aunque quemamos esas calorías de más volviendo a nuestro apartamento andando por la ría. ¡Es que Bilbao iluminado es precioso!
👉 Día 4: Guernica, Bermeo, y San Juan de Gaztelugatxe
Esta vez el día es cortito. No te vamos a negar que nos levantamos más o menos tarde… Es por eso que la mañana la dedicamos solamente a conocer Guernica y Luno, un lugar que conocerás por los bombardeos de los nazis al servicio de la causa franquista, y más aún por el famoso cuadro de Pablo Picasso inspirado en estos hechos.
Algunos de los lugares de interés que visitamos y que te recomendamos que veas en Gernika son: el Parque de los Pueblos de Europa, un agradable espacio verde con distintas esculturas, la Iglesia de Santa María, la Casa de Juntas, el Árbol viejo, los refugios antiaéreos, el Mural del Guernica (la obra original está en el Museo Reina Sofía de Madrid), y la Plaza de los Fueros donde encontrarás el Ayuntamiento y el Museo de la Paz.
La entrada general al museo son 6€ la general, 4€ la reducida, y gratuita los sábados por la tarde. Puedes reservar tu entrada al museo en este enlace. Antes de irnos, hicimos una parada táctica para tomarnos una cervecita en el Restaurante Boliña el Viejo, pero ya empalmamos en el mismo sitio a comer.
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Siguiente parada: Bermeo, otro de nuestros pueblos preferidos en Vizcaya que se encuentra en un lugar privilegiado dentro de la Reserva de la Biosfera del Urdaibai. Como ya venimos acostumbrando en este post, y como es lógico, el centro neurálgico de Bermeo es el Puerto Viejo, que presume de una estampa preciosa por el colorido de sus casas, y un ambiente único y alegre con sus bares. No te vamos a mentir, nos hicimos muchas fotos aquí porque era súper aesthetic. Dimos un paseo hasta el faro, que aunque parezca que no, está bastante lejos. Desde el espigón tendrás una perspectiva interesante de Bermeo y de la imponente inmensidad del Mar Cantábrico.
Otros puntos interesantes son la Puerta de San Juan, uno de los vestigios de la muralla medieval de Bermeo, la Iglesia de Santa María de la Asunción o la Parroquia de Santa Eufemia.
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Después de tomar un café y unos churros rellenos junto en el puerto, condujimos 11 kilómetros más al Este para visitar una imprescindible de Vizcaya, y del País Vasco, San Juan de Gaztelugatxe. Si eres tan friki de Juego de Tronos como nosotros, no podrás parar de imaginarte a Daenerys Targaryen sobrevolando con sus dragones Rocadragón. Pero bueno, dejando la ficción a un lado, pudimos apreciar este lugar que es tan mágico como real, una fusión perfecta entre historia y leyenda.
La naturaleza ha esculpido túneles, arcos y cuevas en la roca, lo que le convierte en un lugar súper especial que no te puedes perder bajo ningún concepto. El acceso es espectacular. Un camino que parte de tierra firme serpentea entre las rocas guiándote a un puente de piedra hasta la cima del islote. Tras ascender 241 escalones habrás llegado a una ermita dedicada a San Juan. ¡No olvides tocar tres veces la campana de la ermita para atraer la buena suerte! Y una vez más en este artículo, te recomendamos que veas el atardecer desde el lado «continental». Sin duda uno de los lugares más bonitos qué ver en Vizcaya. Puedes realizar un Tour a San Juan de Gaztelugatxe desde Bilbao, con guía, en el que el provedor se encargará de reservaros el acceso, que es MUY limitado.
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Terminamos el día viendo la tele, pidiendo comida asiática a domicilio y, encaprichándonos con el postre pidiendo una tarrina de 1kg de helado para disfrutar por última vez del Gelati!! Gelati!! jeje.
👉 Día 5: La Arboleda y Cueva de Pozalagua
Último día de nuestro recorrido por Vizcaya en 5 días. Prácticamente pocas cosas nos quedan en el tintero de esta bonita tierra. Como teníamos un largo camino hasta Madrid, y más aún desde uno de los puntos que visitamos este día, solamente fuimos a La Arboleda y a la Cueva de Pozalagua.
Después de desayunar y de dejar nuestro apartamento, a unos 30 minutos de Bilbao llegamos a La Arboleda. Se trata de un lugar peculiar lleno de estanques que deben su origen a la actividad minera que aquí existía. Dimos una vuelta por este lugar lleno de verde y volvimos al coche para ir hacia nuestro siguiente punto en la frontera con Cantabria: la Cueva de Pozalagua.
Paramos por el camino para comer en uno de los lugares más baratos que hemos comido en nuestras vidas: Casa Felisa. Un menú de ¡¡¡9€!!! que estaba bastante bien. Comida casera, aunque simple pero rica. Lentejas de primero (servido abundantemente en un perolo) y de segundo filete de pollo con patatas. El local es bastante acogedor.
Por fin llegamos a la Cueva de Pozalagua. Si ya conocías la Cueva El Soplao en Cantabria, esta también te va a impresionar. Son totalmente distintas y ambas merecen mucho la pena de ver. Fue descubierta, casualmente, el 28 de diciembre de 1957 durante los trabajo en una cantera. Una explosión de dinamita abrió un agujero que revelaba este fascinante mundo subterráneo. Los mineros cambiaron de rumbo en sus trabajos para preservar las formaciones, pero en 1975 se cerró la cantera para proteger la cueva hasta su reapertura al público en 1991.
El precio de entrada general a la Cueva de Pozalagua es de 10€, 6€ la reducida y gratuita para menores de 6 años. Horarios, tarifas y más información pinchando en el siguiente enlace a la web de la cueva.
⭐ Recomendaciones
Hasta aquí nuestro itinerario de Vizcaya en 5 días. A continuación, te dejamos unas recomendaciones para que tu visita sea aún mejor.
- Para conocer Vizcaya recomendamos viajar entre 3 y 5 días.
- El momento perfecto para viajar es entre Mayo y Septiembre. Tiempo soleado y temperaturas agradables.
- Alojarse en Bilbao es buena opción ya que es céntrico y aquí tendrás una gran oferta gastronómica y de ocio.
- Si vas a lugares tan famosos como San Juan de Gaztelugatxe, reserva con bastante antelación e intenta ir en las horas con menor afluencia de gente.
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🛏️ Dónde alojarse en Vizcaya
Como te comentábamos al principio del post, no compartiremos contigo el apartamento donde estuvimos alojados en el barrio de Olabeaga porque no lo recomendamos para nada… Es un barrio antiguo que no destaca por su belleza precisamente, aunque es verdad que este barrio tiene alojamientos baratos. Tampoco está cerca del centro, pero un punto a favor es que está bien conectado con Renfe y el metro desde la estación de San Mamés.
Algunos de los mejores barrios para alojarse en Bilbao son Abando, la zona más moderna y con más vida pero de las más caras, el Casco Viejo que también es un poco caro pero merecerá la pena por su belleza y ubicación, Uribarri que está del otro lado de la ría frente al Guggenheim y tiene precios asequibles, Deusto o Begoña, ambos baratos pero alejados.
👍 Lo que más y menos nos ha gustado de Vizcaya
Algo que nos gusta hacer en nuestros artículos de itinerarios de viajes es hacer un recap de cosas positivas y negativas del lugar. Estas son las cosas que más nos han gustado de Vizcaya:
- Mezcla de estilos: vanguardia, estilo industrial, histórico y marinero.
- Verde, mucho verde.
- El Gelati!! Gelati!! Estamos obsesionados con sus helados. Tamaño grande, multitud de sabores y muy buenos a buen precio.
Las cosas que menos nos han gustado han sido:
- Aunque nos vayan a funar, los sentimos amigos vascos pero… los pinchos. Sí, como has leído. Tal vez teníamos las expectativas muy altas o es que no hemos probado los mejores pintxos. Pero nos ha parecido que están un poco sobrevalorados. Es verdad que algunos sí estaban muy buenos, pero no nos ha parecido una delicatesen. Hemos de admitir que Vizcaya no es de los mejores sitios en los que hemos comido en España, aunque esto no quiere decir que tenga una gastronomía digna de admirar.
- En pocos sitios hemos encontrado un desayuno de café con tostadas. La opción más extendida era ir a un bar con pinchos, o ir a una bollería.
- El mal olor en Lekeitio. Ya sabemos que fue algo puntual por las fiestas pero no podíamos dejar de mencionarlo 🤮.
Esperamos que te hayamos aumentado tus ganas de explorar Vizcaya. Recuerda que en nuestra web puedes encontrar otros artículos que pueden serte útiles como Bilbao en 1 día, o el Castillo de Butrón. Ya que hablábamos antes de cuevas, y sin irnos demasiado lejos, visita la Cueva de Mendukilo en Navarra, aunque una que está bastante más lejos sería la Cueva de los Verdes en Lanzarote. Y si estás de ruta por el Norte de España, no te pierdas nuestros posts sobre Cudillero, Artajona, u Olite.
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