Granada es, sin duda, nuestra ciudad favorita de Andalucía. Tiene algo especial que nos encanta y que nos hace volver una y otra vez: ese aire andalusí, sus miradores con vistas a la Alhambra y el ambiente mágico que se respira por sus calles. En este nuevo Plan D, te contamos qué ver en Granada en 4 días, una ruta perfecta para enamorarte de una ciudad, tanto como nosotros. Porque aunque la hemos visitado varias veces, siempre descubrimos algo nuevo. Prepárate para recorrer el Albaicín, la Alhambra, sus callejones y hasta escaparte a la playa… Granada siempre tiene un Plan D esperándote.
Granada, Andalucía.
🤔 ¿Por qué visitar Granada?
Cuando pensamos en Granada, siempre nos pasa lo mismo: nos entra una mezcla de nostalgia y emoción. Es imposible no imaginar la silueta de la Alhambra al atardecer, con Sierra Nevada de fondo y ese aire morisco que envuelve toda la ciudad. Pero Granada es mucho más que su monumento más famoso. Es una ciudad que se siente, que se camina y que, sobre todo, se saborea. Y por eso —además de ser nuestra ciudad favorita de Andalucía— te vamos a contar por qué visitar Granada es siempre un acierto:
- Gran variedad paisajística: Pocas provincias pueden presumir de tanta variedad. En un mismo viaje puedes esquiar en Sierra Nevada, perderte por los pueblos blancos de La Alpujarra o disfrutar del sol en las playas de Salobreña o Almuñécar. Montaña, nieve, mar y campo… todo en un solo destino. La riqueza paisajística de Granada es simplemente alucinante.
- Ciudad muy cómoda para ir andando a todos los sitios: Granada es de esas ciudades que se disfrutan a pie. Aparcamos el coche el primer día… y no volvimos a tocarlo hasta que nos fuimos. Su tamaño justo, y su ambiente hacen que caminar por ella sea parte de la experiencia. Lo mejor es que los principales lugares que ver en Granada —la Alhambra, el Albaicín, el Sacromonte o el centro histórico— están tan cerca entre sí que recorrerlos andando es la mejor manera de descubrirlos. Y, sinceramente, moverte sin coche aquí es una bendición, buscar aparcamiento es imposible.
- Gastronomía: Si hay algo que nos tiene enganchados a Granada, es su gastronomía. Aquí cada consumición viene acompañada de una tapa (¡sí, gratis!), y eso convierte el tapeo en una experiencia tan Granaina… Desde un pionono (dulce típico de la ciudad) hasta un tajine en una tetería del Albaicín, comer en Granada es un auténtico viaje entre culturas. Y no te vamos a mentir: siempre encontramos una tapa nueva que nos acaba sorprendiendo. Si quieres saber nuestros bares favoritos y las mejores zonas para tapear, pásate por nuestro artículo Dónde tapear en Granada.
- Monumentos: El legado de Granada se nota por todos lados. Su historia mezcla reinos, religiones y estilos arquitectónicos que la hacen única. La Alhambra, la Capilla Real, las iglesias barrocas y los patios son solo una parte de todo lo que te espera. Cada visita nos deja con la misma sensación: nunca terminas de conocer Granada del todo. En nuestra visita más reciente descubrimos el Cuarto real de Santo Domingo, volvimos a visitar la Alhambra… en fin, un no parar.
📆 ¿Cómo organizamos nuestra ruta por Granada?
Nuestra escapada a Granada fue totalmente improvisada, de esas que nacen una tarde cualquiera entre amigos y acaban siendo uno de tus mejores viajes. Todavía no existía PlanDviajero, pero ya llevábamos el espíritu aventurero en la sangre. Alguien soltó un «¿y si mañana nos vamos a Granada?» y, como imaginarás, nadie dijo que no. En cuestión de segundos estábamos buscando alojamiento y preparando una ruta por Granada en 4 días sin tener ni idea de lo que nos esperaba.
El alojamiento fue nuestra primera misión. Encontramos un apartamento cerca del centro, lo bastante tranquilo para descansar y, lo más importante, con aparcamiento incluido (porque aparcar en Granada puede ser un auténtico reto). Dejamos el coche ahí el primer día… y no volvimos a tocarlo hasta que nos fuimos. Todo lo hicimos andando, recorriendo sus calles, plazas y sitios a los que jamás llegaríamos en coche.
Después tocó organizar lo esencial: las entradas a la Alhambra. Si hay un consejo que podemos darte, es este: resérvalas con antelación, porque se agotan volando. Nosotros fuimos a última hora y tuvimos suerte. También quisimos probar algo diferente y nos apuntamos al Tour de Misterios y Leyendas de Granada, una experiencia super chula ya que te cuentan historia, curiosidades y sucesos paranormales. Fue el primer tour de este tipo que hicimos… y nos encantó. Con todo eso listo sólo faltó hacer la maleta y subir al coche.
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Nuestra actividad favorita en Granada
Si visitas Granada, no puedes perderte este free tour por Granada. Perfecto para conocer su historia y cultura de una manera divertida y gratuita. ¡Te encantará!
🔎 Qué ver en Granada en 4 días: itinerario
👉 Día 1: Granada norte y centro
Madrugón, café y carretera. Tras unas 4 h 30 min llegamos a Granada y, después de saludar a la familia y estrenar las tapas (spoiler: amor a primera vista), pusimos rumbo al Parque del Triunfo. Aquí te espera la Fuente del Triunfo y, sobre todo, un jardín histórico que en época nazarí fue cementerio extramuros. Con los Reyes Católicos se urbanizó la zona y llegó el monumento a la Inmaculada (el “Triunfo”), que dio nombre al parque. Hoy es un oasis de sombra perfecto para escapar del “solazo” granadino.
Muy cerquita visitamos la Iglesia de Fray Leopoldo de Alpandeire: un fraile capuchino queridísimo en la ciudad por su vida humilde y su labor social. La capilla, cripta y pequeño museo (de entrada gratuita) son una parada corta pero muy especial si te atraen las historias humanas detrás de los lugares. Cruzando la avenida, aparece el Hospital Real (hoy Rectorado de la Universidad de Granada): lo fundaron los Reyes Católicos en 1504 para atender a heridos y peregrinos; su patio renacentista y la portada plateresca son una auténtica pasada.
A mediodía, comimos por la zona de Plaza de Toros – Doctores/Constitución, uno de los barrios de tapeo más locales (si te ponen montadito con la bebida, sonríe: aquí el tapeo es religión). Después, recogimos las llaves del apartamento, aparcamos el coche y… no lo volvimos a tocar en todo el viaje (menos para ir a la playa)
Por la tarde, el paseo clásico: Paseo de los Tristes (oficialmente Paseo del Padre Manjón). El apodo viene de los cortejos fúnebres que pasaban por aquí camino del cementerio; hoy es justo lo contrario: terrazas, músicos, ambiente y vistas a la Alhambra que te roban el corazón. En una esquina está el Museo Arqueológico y Etnológico de Granada (entrada gratuita): se ubica en la Casa de Castril, un palacio renacentista precioso. Dentro verás piezas íberas, romanas y árabes que ponen en contexto lo que pisas.
Rematamos con Albaicín + Sacromonte. Subimos al Mirador de Sacromonte (menos masificado que San Nicolás y con la Alhambra de “frente y perfil”). Aquí encontrarás paisaje y mezcla cultural: cuevas, zambras gitanas, olor a romero… Lugar ideal para ver un espectáculo de baile flamenco en una de las cuevas. Si te apetece alargar, baja de nuevo por el Paseo de los Tristes al anochecer: la iluminación de la Alhambra es puro cine. Cena ligera (o no tan ligera) y a descansar, que qué ver en Granada en 4 días da para mucho.
👉 Día 2: Monumentos y tour gratuito Misterios de Granada
El segundo día en nuestra ruta por Granada empezó sin prisas, después del madrugón tocaba desayunar tranquilamente y disfrutar de un día más relajado. Hoy tocaba conocer la historia de la ciudad de Granada, dedicando el día al centro y principales monumentos.
Empezamos por la Catedral de Granada, una de las joyas del Renacimiento español. Construida sobre la antigua mezquita mayor, fue diseñada por Diego de Siloé, y destaca por sus columnas blancas. Es monumental, eso nadie lo duda, pero —y esto lo decimos con cariño— no fue la que más nos emocionó del viaje. Es preciosa, sí, pero quizá le falta esa chispa que tienen otros rincones de la ciudad. Aun así, merece una visita.
Justo al lado se encuentra la Capilla Real de Granada, y aquí sí que nos quedamos sin palabras. Mandada construir por los Reyes Católicos a principios del siglo XVI, fue elegida como su panteón personal. Bajo sus bóvedas descansan Isabel y Fernando, junto a Juana la Loca y Felipe el Hermoso. Bajar a la cripta impacta, silencio absoluto, piedra y la sensación de estar ante los féretros de personajes tan importantes en la historia de España. Arriba, los sepulcros de Isabel y Fernando tallados en mármol de Carrara.
Y por si fuera poco, el pequeño museo anexo guarda auténticos tesoros: la corona y el cetro de Isabel la Católica, su misal y varias piezas personales. Sin duda, uno de los lugares más recomendados que debes visitar en Granada.
Después de tanta historia, tocaba volver al presente… y nada mejor que hacerlo con una buena tapa 😋. Cerca de la Catedral encontramos varias terraza y fuimos haciendo una mini ruta de tapeo, la otra forma de hacer turismo jejejeje.
Por la tarde nos esperaba uno de los planes más diferentes del viaje: el free tour de misterios y leyendas de Granada. No sabíamos bien qué esperar, pero fue una auténtica pasada. Durante dos horas recorrimos el casco antiguo mientras el guía nos contaba historias que mezclaban realidad, mitos y sucesos inexplicables. Desde fantasmas en antiguos conventos hasta extrañas apariciones en la Calle Elvira, pasando por secretos ocultos en los palacios nazaríes.
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Otro tour que hicimos y nos encantó
Descubre el lado más misterioso de Granada con este free tour de misterios y leyendas. Una experiencia única que te hará ver la ciudad con otros ojos. ¡Recomendadísimo!
👉 Día 3: ¡Escapada a la playa!
Granada tiene algo mágico: puedes desayunar entre montañas y acabar el día con los pies en la arena. Así que ese fue nuestro plan. Nos levantamos temprano (como casi siempre), cogimos los bañadores, las toallas y pusimos rumbo al mar. En poco más de una hora estábamos en Salobreña, una de las mejores playas cerca de Granada.
Elegimos Salobreña por su cercanía, sus playas y porque cada año presume de varias banderas azules que certifican la calidad de sus aguas. Pasamos la mañana entre baños y paseos por la orilla. El ambiente era tranquilo, apenas había turistas, ventajas de poder escaparse entre semana. El parking puede ser un poco justo, pero fuera de temporada no se paga la zona azul, así que sin problema.
A la hora de comer, elegimos un bar del paseo marítimo y acertamos. Pescadito frito, ensaladas frescas y, cómo no, tapas de escándalo con cada bebida. Tuvimos que esperar unos 20 minutos para sentarnos, pero la espera mereció la pena. Comer frente al mar y una cervecita fría, es un verdadero lujo. Después de comer pusimos rumbo de vuelta a Granada, y como aún quedaba tarde por delante, aprovechamos para perdernos por el centro sin rumbo fijo.
Al caer la noche, tocaba despedir el día desde el lugar más icónico: el Mirador de San Nicolás. Subir por las callejuelas del Albaicín ya es parte de la experiencia —esas cuestas pican, pero las callejuelas molan—. Desde arriba, la Alhambra iluminada. No importa cuántas veces vengas a Granada: ese momento siempre se siente como la primera.
Nos quedamos un buen rato allí, en silencio, simplemente disfrutando del ambiente, los músicos y las vistas del monumento más bonito de España. Fue el cierre perfecto para un día de contrastes: mar por la mañana, historia por la noche, y ese sentimiento constante de que Granada siempre te deja con ganas de más. Día top ¿no crees?
👉 Día 4: Visita a la Alhambra
¡Por fin el gran día!: Nuestra visita a la Alhambra de Granada, ese lugar del que todo el mundo habla y que, aún así, consigue superar cualquier expectativa. No importa cuántas veces la veas en fotos, nada se compara a recorrerla con tus propios ojos. La primera vez impresiona, la segunda emociona y la quinta… todavía te sigue dejándonos sin palabras.
Los Palacios Nazaríes fueron, sin duda, el momento más impresionante. Sus arcos, inscripciones y mosaicos forman una belleza que nos es difícil de explicar. En el Patio de los Leones, con la caída del agua y la luz, las columnas… entendimos por qué la Alhambra es uno de los lugares más bonitos del mundo.
Después nos perdimos entre los jardines del Generalife, el antiguo palacio de verano de los sultanes. Lleno de fuentes, jardines llenos de flores y las vistas al Albaicín de fondo. Terminamos la visita en la Alcazaba, la zona más antigua del conjunto, donde se levantan las torres defensivas y las vistas a toda Granada son de lo mejor. Subimos a la Torre de la Vela, con la ciudad a nuestros pies y Sierra Nevada en el horizonte. Fli-pan-te.
Aunque hemos estado en Granada ya cinco veces (sí, cinco 😅), todavía tenemos pendiente hacer la visita guiada de la Alhambra. Todo el mundo dice que cambia por completo la experiencia: que descubres cositas escondidas, curiosidades y leyendas que a simple vista pasan desapercibidas. Así que si es tu primera vez, te recomendamos hacerlo con guía —sin duda, la mejor manera de entender la grandeza de este lugar.
Y si quieres preparar tu visita al detalle, con consejos, horarios y curiosidades, no te pierdas nuestro artículo completo sobre La Alhambra de Granada. Créenos, después de leerlo querrás sacar las entradas ya mismo.
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La mejor opción para visitar la Alhambra
Si quieres descubrir todos los secretos de la Alhambra y los Palacios Nazaríes, este tour guiado es, sin duda, la mejor opción. Todo está organizado para que tú solo disfrutes. ¡Te encantará!
👉 Día 5: Vuelta a casa
Tocaba decir adiós a Granada… aunque más bien fue un hasta pronto. Desayunamos tranquilos, dimos un último paseo por el centro y nos despedimos de la ciudad. Siempre cuesta marcharse de un lugar que te hace sentir tan bien, pero sabíamos que volveríamos (Granada siempre tira 😌).
De camino a Madrid hicimos una parada en Linares (Jaén) para visitar a la familia y estirar las piernas antes del viaje largo. Fue el cierre perfecto para una escapada que tuvo de todo: historia, tapeo, montaña, playa y esos momentos que te hacen recordar por qué viajar es nuestro plan (D) favorito.
💡 Recomendaciones para visitar Granada
- Aparcar en Granada: misión casi imposible (si no lo planeas) El centro histórico es precioso, pero también laberíntico y peatonal. Si vienes en coche, lo mejor es reservar un alojamiento con parking o buscar uno público cerca del centro. Nosotros siempre dejamos el coche y nos movemos andando… créenos, es la única forma de disfrutarla sin estrés.
- Zapatillas antes que postureo. Granada se recorre a pie y con cuestas. Muchas cuestas. Así que olvídate de los zapatos incómodos y apuesta por el calzado cómodo. Entre el Albaicín, el Sacromonte y los miradores, tus pies te lo agradecerán (y tus fotos también, porque las mejores vistas no las alcanzas en taxi 😅).
- Muévete por libre por la provincia. Si vas a visitar sitios como Salobreña, la Alpujarra o Sierra Nevada, hazlo en tu coche o en coche de alquiler. Así podrás parar donde quieras y montar tu propio Plan D sobre ruedas, descubriendo paisajes, pueblos blancos y miradores.
- Tapear no es una opción, es una obligación. En Granada cada bebida trae su tapa, y eso convierte cada bar en una pequeña aventura gastronómica. Es una de las cosas que más nos enamoran de esta ciudad. Tapear es la mejor forma de comer bien, barato y local.
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Granada se disfruta aún más cuando puedes recorrerla a tu ritmo. 🛣️ Desde las calles del Albaicín hasta la playa de Salobreña, tener coche te da la libertad de descubrir rincones únicos. Encuentra las mejores ofertas y vive la carretera al estilo PlanDviajero.
🛏️ Dónde dormir en Granada
Granada es una ciudad que se saborea mejor sin prisas. Si algo aprendimos tras varias visitas, es que elegir bien el alojamiento puede cambiar completamente la experiencia. Las mejores zonas para dormir en Granada dependen del tipo de viajero que seas. Si te gusta tenerlo todo a mano, el centro histórico (junto a la Catedral o la Alcaicería) es ideal. Si prefieres el encanto de las calles empedradas y las vistazas, apuesta por el Albaicín. Y si buscas ambiente local, tapas y arte urbano, el Realejo tiene ese toque bohemio que engancha.
En uno de nuestros últimos viajes nos alojamos en los Apartamentos Turísticos Mauror, y sinceramente, fue todo un acierto. Están a los pies de la Alhambra, en una ubicación perfecta para recorrer la ciudad a pie. Los apartamentos son amplios, modernos y cómodos, pero lo mejor llega por la mañana: abrir las cortinas y ver la Alhambra justo enfrente. 😍 Esa vista hace que el café de primera hora sepa diferente. Si puedes, pide una habitación con terraza… y prepárate para vivir tu propio Plan D con vistas.
Y así terminamos nuestro Plan D por Granada en 4 días, una ciudad que siempre nos deja con ganas de más. ✨ Cada visita tiene algo nuevo: una tapa diferente, una vista de la Alhambra que no habíamos visto o una historia que nos vuelve a enamorar. Si te has quedado con ganas de seguir explorando, no te pierdas nuestro artículo exclusivo sobre la Alhambra de Granada —una guía completa para descubrir todos sus secretos— o, si lo tuyo es el buen comer, nuestro post sobre dónde tapear en Granada.
Y si te apetece seguir viajando por Andalucía, échale un vistazo a nuestra guía sobre la Mezquita-Catedral de Córdoba… porque el sur tiene algo mágico, y cada ciudad es un nuevo PlanD por vivir. 🌿