Cerco Medieval de Artajona: Una visita imprescindible en tu recorrido por Navarra

Si te encuentras recorriendo Navarra, una de las visitas imprescindibles es Artajona con su impresionante Cerco Medieval. Este pequeño pueblo navarro de escasos 1600 habitantes es una de las postales más bellas que puedas encontrar en la Comunidad Foral. Quédate con nosotros y descubre qué ver en Artajona.

👉 Cerco Medieval de Artajona

El Cerco Medieval de Artajona, erigido entre los años 1085 y 1109 durante el reinado de Pedro I y Alfonso I el Batallador, destaca como uno de los muchos tesoros de Navarra, siendo considerado el asentamiento fortificado mejor conservado de la región. Su característico estilo arquitectónico, de forma irregular se adapta al terreno, y nos recuerda a las imponentes fortificaciones francesas caracterizadas por sus torres cuadradas construidas con sillería.

Se estima que originalmente Artajona contaba con un total de diecisiete torres, de las cuales se han conservado nueve, además de los cimientos de otras tres. En el interior del recinto amurallado se alzaban el majestuoso Castillo del Rey, del que se conservan algunos restos, y la Iglesia de San Saturnino, que junto con su torre, desempeñaban un papel crucial en la defensa del asentamiento. Asimismo, se ha especulado sobre la existencia de un foso defensivo y múltiples líneas de defensa que resguardaban Artajona.

Durante el siglo XII, Artajona adquirió un estatus singular como un «reino» independiente. El rey García V Ramírez, reconocido como «el Restaurador», concertó el matrimonio de su hija con Sancho III de Castilla en el año 1140. Como parte de la dote otorgada a su esposa Urraca, Artajona se convirtió en un enclave castellano en el seno del Reino de Navarra. Sin embargo, en un posterior acontecimiento histórico, Sancho VI el Sabio reincorporó Artajona a la corona navarra, restaurando así su unidad dentro del reino.

👉 Qué ver en Artajona

Cerco de Artajona

Las murallas del Cerco de Artajona son su característica más destacada y se consideran las mejor conservadas de Navarra. Hoy en día, el Cerco de Artajona es un importante atractivo turístico y se puede visitar libremente para sumergirse en la historia de esta fortificación medieval o junto con un guía en un tour. Podrás acceder de forma totalmente gratuita, recorrer las calles de Artajona, e incluso entrar a alguna de las torres. 

Casco Urbano Medieval

Del casco histórico de Artajona destaca la Calle del Hospital, la calle principal de Artajona. En ella se organizaban los mercados, tiendas, comercios, bares, escuelas, el casino y como su nombre indica se encontraba el hospital. En esta calle también se hacían los festejos taurinos de la localidad. Hoy en día muchas de las casas siguen habitadas y no es extraño ver a los vecinos sentados en las puertas de sus casas, con algunas de ellas compartiendo pared con las murallas o torres. 

Iglesia de San Saturnino

Uno de los edificios más singulares es la Iglesia-fortaleza de San Saturnino, Bien de Interés Cultural. Data del siglo XIII y cuenta con un elemento único en el mundo, su tejado está invertido. La gran dependencia a las lluvias, dada la escasez de agua y en épocas de asedio, la imposibilidad de poder suministrarla, hizo que los arquitectos tomaran esta decisión con el fin de poder recolectar el agua de las lluvias para conducirla a un aljibe. 

El agua recogida del tejado, es conducida hasta un aljibe subterráneo, situado en el interior del templo, para poder disponer del recurso tan valioso. La Iglesia se culminó con la construcción de su torre en el Siglo XIV, con la intención de ser usada como punto de vigilancia, campanario y cárcel en su base. Para poder visitar el templo deberás acudir a la oficina de turismo para solicitarlo. 

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Frontal Iglesia de San Saturnino, Artajona

Lateral Iglesia de San Saturnino, Artajona

Parroquia de San Pedro

Las Parroquia de San Pedro pertenece al asentamiento situado fuera del recinto fortificado, conocido como Rabal, sustituyendo a la Iglesia de San Juan. De estilo gótico se comenzó a construir a la vez que la Iglesia de San Saturnino, en el siglo XIII, pero su interior fue reformado en 1862. Se sustituyeron las 3 naves, por una planta de cruz latina. No te puedes perder: el retablo mayor con dos tallas sedentes de San Pedro y San Saturnino y tres asientos de una sillería barroca del siglo XVIII, el retablo de la Virgen del Carmen con una talla barroca de San Bernardino de Siena y un retablo de la Virgen Milagrosa con una talla barroca de San Esteban.

Basílica de Nuestra Señora de Jerusalén

La Basílica de Nuestra Señora de Jerusalén se encuentra a la salida de Artajona en dirección a Pamplona. Fue construida entre 1709 y 1714, de estilo barroco y es visible desde el propio cerco de Artajona. En su interior se encuentra una talla románica de la virgen de Jerusalén, patrona de Artajona, hecha en cobre esmaltado. Si quieres conocer a la patrona, en el edificio anexo, los frailes que viven allí te facilitan la llave para poder acceder.

Según cuenta la tradición, Godofredo de Bouillon, líder de la Primera Cruzada y protector del Santo Sepulcro, regaló la talla en 1099, a Saturnino de Lasterra, capitán artajonés como premio por su valerosa participación en las cruzadas. Esta leyenda es representada en los encuentros con la Historia de Artajona que se celebran en Artajona en agosto. Otra de las teorías dice que pudo haber llegado a Artajona en el siglo XVI y ser obra de talleres ambulantes franceses que recorrían el Pirineo.

Dólmenes

En los años 50 se descubrió un pequeño asentamiento de la Edad de Bronce a unos 4 kilómetros de Artajona. La gran sorpresa fue al excavar, pues aparecieron dos grandes dólmenes: Portillo de Enériz y Mina de Farangotea, siendo una de las muestras más importantes de la cultura megalítica en Navarra. Son sepulcros construidos con grandes piedras, megalitos, que muestran que Artajona ha sido lugar de asentamiento desde hace miles de años.

Bien señalizados, podrás acceder a ellos a través de un camino que parte de la trasera del cementerio de Artajona, aunque también se puede llegar en coche hasta el del Portillo de Enériz que dista unos 800 metros del dolmen Mina de Farangotea. En torno a estos dólmenes se encontraron cuentas de collar, puntas de flecha, punzones de cobre, botones, cerámica y hachas, piezas que están expuestas en el Museo de Navarra en Pamplona.

Fiesta Medieval de Artajona

👉 Cómo llegar a Artajona

Si estás planeando visitar Artajona, tienes varias opciones para llegar tanto en coche como en transporte público:

En coche: Artajona es accesible a través de carreteras principales. Si vienes desde Pamplona, puedes tomar la carretera N-240 en dirección oeste y luego tomar la carretera NA-6020 hacia Artajona. El trayecto dura aproximadamente 30 minutos, dependiendo del tráfico y las condiciones de la carretera. Existen dos zonas de aparcamiento cerca del pueblo, ya que por el interior solo pueden circular residentes.

En transporte público: Si prefieres utilizar el transporte público, hay servicios de autobús que conectan Artajona con otras ciudades y pueblos. Consulta los horarios y las rutas de los autobuses en la página web de la empresa de transporte público local o en las estaciones de autobuses de Pamplona, ya que depende de la temporada puede variar. Desde Pamplona, puedes tomar un autobús que te lleve directamente a Artajona. El tiempo de viaje y la frecuencia de los autobuses dependerán de la programación del servicio.

👉 Qué ver cerca de Artajona

Pamplona

A tan solo unos kilómetros de distancia, Pamplona te sorprenderá con su encanto único. Pasea por las estrechas calles del casco antiguo, admira la majestuosidad de la Catedral de Santa María la Real, descubre la famosa Plaza del Castillo o sumérgete en la fiesta de San Fermín si tienes la valentía suficiente y la suerte de visitarla en julio. En nuestro artículo sobre qué ver en Pamplona, ​​encontrarás información detallada sobre los lugares más destacados para visitar y opciones gastronómicas que harán de tu visita una experiencia de 10.

Olite

Si estás explorando Artajona, te recomendamos que aproveches para visitar la localidad de Olite. No te pierdas la majestuosidad del Palacio Real de Olite, una imponente fortaleza que alguna vez fue residencia de los reyes de Navarra. Admira su arquitectura gótica y pasea por los hermosos jardines que lo rodean. Además, las calles del casco antiguo junto con las diferentes iglesias, te cautivarán.

Tudela

Déjate sorprender por Tudela y su casco antiguo, donde podrás pasear por sus encantadoras calles y descubrir hermosos edificios como la Catedral de Santa María. No te pierdas la oportunidad de disfrutar de la deliciosa gastronomía local, especialmente los famosos espárragos de Tudela.

Sos del Rey Católico

Aunque se encuentra un poco más alejado, te recomendamos que aproveches para visitar el encantador pueblo de Sos del Rey Católico, en Aragón. Recorre el casco antiguo, con sus casas de piedra y no te pierdas la Casa Natal de Fernando II de Aragón, el famoso Rey Católico. Podrás disfrutar de las vistas panorámicas desde el Mirador de la Villa y saborea la gastronomía local en los acogedores restaurantes del pueblo. En nuestro artículo sobre Sos del Rey Católico, encontrarás información detallada sobre todos los lugares de interés.