Albania en 9 días: una joya escondida en los Balcanes
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Albania en 9 días: una joya escondida en los Balcanes

¿Estás listo para explorar un destino que está marcando tendencia? ¡Bienvenido a Albania en 9 días! Imagina un viaje que te lleve desde las majestuosas cumbres de los Alpes Albaneses hasta las cristalinas aguas de las playas de la Riviera Albanesa. Pueblos con encanto como Berat y Gjirokaster te transportarán a un pasado lleno de historia y cultura, mientras que la vibrante Tirana te sumergirá en el caos y la emoción de una gran ciudad en constante evolución. Si buscas una aventura fuera de lo común, con este itinerario de 9 días descubrirás la autenticidad de esta joya escondida en los Balcanes. Albania te espera con los brazos abiertos, y en este viaje te mostraremos todo lo que este destino tiene para ofrecer.

✈️ ¿Por qué Albania?

 

Estábamos buscando un destino que estuviese más o menos alejado de España. Un destino que tuviese una cultura distinta, que fuese barato y que contase con costa para disfrutar de un refrescante baño, que el verano ha sido muy caluroso 🥵. Sólo con abrir TikTok nos bombardearon a vídeos sobre Albania, el país que ahora está siendo tendencia. Siempre nos había llamado mucho la atención la zona de los Balcanes, especialmente Grecia, que es un poco caro, y Croacia, que también ya está empezando a ser bastante carete. Pero nunca nos habíamos fijado en países como pueden ser Macedonia, Montenegro o Albania. Ahora que ya conocemos el país de la bandera roja con el águila, estas son 6 razones por las que tienes que elegir a Albania como tu próximo destino de viaje:

 

1- Un país prácticamente nuevo en el mapa del turismo. Albania es un país que recientemente acaba de abrir su puertas al mundo tras haber salido de un aislamiento por el anterior régimen comunista. Además, otra de las razones por las que Albania se ha mantenido fuera del radar de los viajeros ha sido por su mala comunicación aérea. Sin embargo, esto ha cambiado en los últimos años con nuevas rutas aéreas. El aeropuerto se encuentra en la capital, Tirana, y hay vuelos directos de menos de tres horas desde Madrid y Barcelona, lo que permite organizar tu viaje sin perder tiempo en escalas.

 

2- Autenticidad y hospitalidad. Debido a este reciente aislamiento que te comentábamos, Albania es un país que está ansioso por recibir gente para que conozcan y aprecien su maravillosa cultura, algo que ya te adelantamos que se nota en su gente. En un mundo cada vez más homogeneizado con la era del Internet, Albania es como un refugio de autenticidad. Aquí, tendrás la oportunidad de sumergirte en una cultura rica donde las tradiciones se mantienen vivas y los lazos familiares son fundamentales (es más, en la mayoría de negocios sólo trabajan familiares). Los albaneses son gente amable y generosa que te recibirán con los brazos abiertos. Esta autenticidad y hospitalidad te harán experimentar la belleza de lo simple y sentir la calidez de las personas, creando recuerdos y conexiones que perdurarán mucho tiempo, y que recordarás con cariño cuando revivas tus memorias de este fascinante país. Y eso es lo realmente bonito de viajar.

 

3- Aguas cristalinas y cumbres escarpadas. Si por algo nos encanta Albania es por sus espectaculares paisajes naturales. Los que conocéis Albania habréis oído hablar de la Riviera Albanesa y sus increíbles playas de aguas cristalinas azul turquesa, cosa totalmente cierta. Es más, muchos la han denominado también como el caribe albanés. Pero también es un paraíso para los que nos gusta la montaña con los Alpes Albaneses.

 

Albania
Albania

 

 

4- Riqueza histórica y multicultural. La rica historia de Albania se manifiesta en su fascinante mezcla de culturas a lo largo de los siglos. Desde las huellas de la antigua Grecia y Roma en ruinas arqueológicas como Butrinto, hasta las influencias otomanas que se ven en mezquitas o bazares como el de Krujë. También se observa la influencia del cristianismo, o incluso del período comunista con búnkeres o grandes plazas como la Skanderbeg Square de Tirana. Dos tesoros destacados son las ciudades de Berat y Gjirokaster, ambas declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Albania ha sido testigo de una diversidad cultural única y estos lugares son solo un vistazo a la historia que te espera por descubrir en tu viaje. 

 

5- Costo asequible. En estos tiempos post-pandemia con los precios por las nubes por la inflación, elegimos viajar de una forma más caritativa con nuestras carteras. Albania es uno de los destinos más baratos de Europa, aunque los precios están aumentando rápidamente con el incremento del turismo. Es más, en zonas tan turísticas como las playas, los precios es tan como en España. Puedes consultar nuestro presupuesto para 9 días en Albania

 

6- Rica gastronomía. La cocina albanesa es rica y variada. Además, al ser dieta mediterránea nos pareció poco pesada para el estómago. Se siente como una mezcla entre comida griega y turca, obviamente guardan similitudes por la influencia histórica y la proximidad geográfica. Algunos platos son el fërgesë, tavë kosi, qofte, byrek, tavë dheu, entre otros.

 




 

 

📅 ¿Cómo organizamos nuestro viaje por Albania?

 

Antes de comenzar, si quieres leer más a fondo sobre cómo organizamos nuestro viaje por Albania, pronto tendrás disponible un post específico.

 

Obviamente, el primer paso es reservar los vuelos a Albania. Nosotros encontramos los vuelos más baratos a Tirana (dentro de las fechas en las que podíamos irnos de vacaciones) del 21 al 29 de septiembre, la ida con una escala en Roma con ITA Airways, y la vuelta directa con WizzAir.

 

A continuación, nos gusta hacer una exhaustiva búsqueda de lugares que ver para hacer el itinerario de viaje. Así que abrimos MyMaps y fuimos poniendo todos los puntos de interés. En base a los días que disponíamos, que fueron 9 días, fuimos diseñando nuestra ruta teniendo en cuenta los horarios de excursiones que teníamos planeadas, y el tiempo de desplazamiento entre cada punto. Nosotros preferimos ver primero el Norte de Albania para dejar los días de relax en las playas de la Riviera Albanesa para el final del viaje. Por otra parte, teniendo la ruta más o menos establecida, reservamos los hoteles (ubicación cercana al centro y con parking incluido o próximo al alojamiento) y distintas actividades, tours y excursiones.

 

Lo siguiente que decidimos fue el cómo íbamos a movernos por el país. Como los desplazamientos son largos, por comodidad y una mayor libertad, decidimos coger un coche de alquiler. Ganamos tiempo en desplazamientos y también, ahorramos un poquito más en comparación de ir cogiendo distintos transportes y excursiones. Aunque es verdad que existen algunos inconvenientes como el alto precio de los combustibles (diésel entre 1,80€/L y 2,10€/L), el estado de las carreteras, señalización escasa y confusa, y una conducción un tanto distinta a como estamos acostumbrados en España (por no decir mala conducción 😅). Pero no te asustes porque no es una conducción peligrosa.

 




 

 

Bueno, ya tenemos más o menos planificado nuestro viaje. Ahora indagamos un poco más a cerca de cosas que debemos saber sobre Albania como la seguridad en el país, potabilidad del agua, métodos de pago, la moneda que allí se maneja, el Internet ya que al no formar parte de la Unión Europea no existe Roaming, si se puede viajar con DNI o Pasaporte, etc.

 

Como estamos viajando a un país en el que la sanidad no es pública ni tampoco es de calidad, además de que estamos yendo por nuestra cuenta en coche y queríamos dejar nuestra conciencia tranquila, contratamos un seguro de viaje de cobertura a todo riesgo con IATI seguros. Ofrecen distintos tipos de cobertura de seguros en función del estilo de viaje y las actividades diarias. A través del anterior enlace, o pulsando el siguiente botón, podéis contratar vuestro seguro con un 5% de descuento 🤑.

 

 

 

En cuanto al método de pago, en la mayor parte del país se paga en efectivo, aunque para el pago con tarjeta nos sacamos la Tarjeta N26 con la que no tienes que pagar por la conversión de la moneda extranjera. El efectivo decidimos cambiar lo mínimo en el aeropuerto por si acaso y el resto lo cambiamos en casas de cambio ya en el propio país, como Iliria’98 Currency Exchange en Tirana. En alguna ocasión tuvimos que sacar dinero en cajeros de Credins Bank, que cobran 600 lek (unos 6€) por extracción. Para el Internet, compramos con Airalo una tarjeta SIM virtual de 10 GB y para el otro móvil, una tarjeta SIM de Vodafone que compramos en Tirana por 2.300 lek (23€ aproximadamente) de 40 GB.

 

 

 

Si quieres saber cuánto nos gastamos en todo el viaje (vuelos, hoteles, coche, excursiones, tours, entradas, seguro de viaje, internet y comidas), o cómo organizamos nuestro viaje en más detalle, pronto tendrás disponibles nuevos posts en los que hablaremos más a fondo sobre ello. De momento, te daremos truquillos para ahorrarte una pelas con nuestro artículo ¿Cuánto cuesta viajar a Albania?.

 

 

🇦🇱 Albania en 9 días: itinerario

 

 

 

👉 Día 1: Tirana

 

Este primer día lo pasamos prácticamente en aeropuertos y aviones ya que nuestro vuelo de ida fue con una escala en Roma. Aterrizamos en Tirana a las 18:00. En lo que cogimos el coche de alquiler y llegamos a nuestro alojamiento en Tirana, se nos hicieron las 19:45, así que dedicamos la noche a dar una vuelta por el centro, comprar agua y la tarjeta SIM para uno de nuestros móviles.

 

Nos alojamos en el Hotel Europa con parking por 5€. Fue una estancia súper agradable a menos de 5 minutos de la Plaza Skanderbeg, con una cama súper cómoda, decoración moderna, y una excelente atención por la recepcionista del hotel que gustosamente nos indicó dónde podíamos cenar por Tirana. También nos contestó a algunas preguntas que teníamos como por ejemplo, ¿qué horarios tienen los albaneses para comer durante el día? Sorpresivamente, nos contestó: «Come on, we are Albanians. We don’t have an exact time to eat» 😂😂 Luego nos dijo que más o menos desayunan entre las 7 y las 8 de la mañana, comen sobre la 13:00 y cenan sobre las 20:00. Fue gracioso porque después de haber viajado a Albania, y escribiendo este post, nos dimos cuenta de que tenía toda la razón porque los horarios de los albaneses para comer son un poco raros 😂. Aunque sí que os podemos confirmar que, efectivamente, comen como una hora más temprano que en España.

 

Hotel Europa, Tirana
Hotel Europa, Tirana

 

 

En apenas 1 hora estando en Albania nos dimos cuenta de varias cosas que nos llamaron mucho la atención. Lo primero, qué mal conducen los albaneses 😱. Y por no hablar de lo impacientes que son. ¡Tienen el pito muy suelto! Hacen sonar el claxon por TODO. Tardamos bastante en llegar del aeropuerto al hotel por el tráfico, muy caótico. Pero mirándolo de lejos, ha sido una experiencia graciosa.

 

Otra cosa que nos dimos cuenta es que hay muchas tiendas de vestidos de novia, tal vez por la demanda cultural. Si sabes algo a cerca de esto, ¡háznoslo saber en los comentarios! Por otro lado, también nos empezábamos a dar cuenta de lo que habíamos leído en otros blogs: la infraestructura. Como os comentábamos, Albania ha salido recientemente de un duro periodo de represión del que poco a poco está empezando a recuperarse económicamente hablando. No existe una estética cuidada de los edificios, las calles están muy poco iluminadas (incluso la plaza más importante de Tirana es MUY oscura), el trazado de las calles y el tráfico son caóticos, etc. Y aunque esto os esté dando sensación de inseguridad, os podemos garantizar que Albania es un país bastante seguro (obviamente hay que andarse con ojo en todos lados).

 




 

 

En cuanto a Tirana, estuvimos dando una vuelta solamente por la zona de la plaza ya que había algún tipo de fiesta y había puestecitos de comida. En uno de ellos fue nuestra primera cena en Albania (salchichas con queso en pan de pita o algo así por el estilo, unos 940 lek dos personas que son 5€ por persona aproximadamente). También, aprovechamos para comprar la tarjeta SIM.

 

 

 

👉 Día 2: Tirana y Shkodër

 

¡Nuevo día en nuestra aventura por Albania! Se suponía que íbamos a ir a hacer una excursión al Komani Lake y el Shala River, pero hicimos un cambio de planes ya que teníamos que madrugar mucho y, además, el guía del tour que teníamos reservado para la noche anterior en Tirana nos dio plantón. Así que, decidimos dedicar la mañana a conocer tranquilamente Tirana y para poder disfrutar del desayuno del hotel tranquilamente. Sin quererlo, ya tenemos excusa para volver a Albania 😜.

 

 

 

Como decíamos, contratamos un tour guiado en inglés porque los tours en español sólo había por la tarde y ya teníamos noche en otro hotel en Shkodër. Nuestro guía Gentian, nacido en Albania, nos llevó por distintos lugares de interés de Tirana. Fue un guía de 10, contestó todas nuestras preguntas y consiguió que el tour pareciese más una charla con un amante de su ciudad que una chapa de 2 horas. Pudimos contrastar las diferencias y semejanzas culturales entre España y Albania, lo que fue muy enriquecedor. Nos habló, por supuesto, de historia con el pasado otomano, romano, cristiano y comunista, pero también nos enseñó varias curiosidades como por ejemplo, uno de los edificios que cuya estructura asemeja la forma del país en relieve. En el siguiente slider puedes ver algunas fotos de lugares de interés de Tirana como la estatua de Skanderbeg, la Catedral Ortodoxa, la Gran Mezquita de Tirana (Mezquita Namazgah), la zona del Castillo de Tirana, o la Pirámide de Tirana (que ahora es distinta a como la conocimos por fotos de otros blogs).

 

 

 

2 horas de coche después llegamos a Shkodër, habiendo parado a comer en el camino en el Bar Restaurant Antoni una pasta riquísima (tortellini y spaghetti) y ensalada griega (comimos por 1.400 lek). En esta ciudad del Norte de Albania, la puerta a los Alpes Albaneses, nos alojamos en el Hotel Kaduku. Aunque las instalaciones no eran las más modernas, el alojamiento fue correcto, el desayuno estaba rico y la atención fue muy buena. Además, tuvieron el detalle de correr con los gastos del estacionamiento de nuestro coche en otro parking privado ya que el del hotel estaba lleno.

 

Hotel Kaduku, Shkodër
Hotel Kaduku, Shkodër

 

 

Tras descansar un ratillo, salimos poco antes del atardecer para conocer la ciudad, tomar algo y después cenar. La verdad es que no tiene mucho que ofrecer pero lo poco que vimos nos gustó bastante. Vimos la Gran Mezquita de Shkodër (Mezquita Ebu Beker), la Catedral Ortodoxa de la Natividad, la Catedral Católica de Shkoder, y la magnífica Calle Kole Idromeno. Esta calle está super bien cuidada y se nota que es el típico lugar para turistas por la estética y sus precios algo más elevados (aunque no tanto como en la Riviera Albanesa). Es una zona de copas y de restaurantes con muy buen ambiente. Aprovechamos para sentarnos un rato y probar un Aperol Spritz, típico de Italia pero ya extendido casi por todas partes. PD: no nos gustó mucho porque sabe bastante a champán🥴.

 

 

 

Para cenar, fuimos a un sitio que nos había recomendado nuestro amigo el recepcionista del hotel. La verdad que fue todo un acierto porque la comida estaba riquísima, sin exagerarte puede que sea uno de los mejores sitios en los que hemos comido en Albania. Es el restaurante Puri, un local familiar (como acostumbran en este país) de comida tradicional albanesa con buen ambiente, servicio rápido y amable. Nosotros probamos el «arroz del padre», las «albóndigas de la madre», fergësë (pero la receta sin hígado, este era ricota con tomate y carne de goulash, ¡BUENÍSIMO!), y de beber la cerveza Korça. La cuenta fue de 2.560 lek incluidos dos postres.

 

Restaurant Puri, Shkodër
Restaurant Puri, Shkodër

 

 

👉 Día 3: Theth, los Alpes Albaneses

 

Tercer día despertando en los Balcanes. Este día fuimos a conocer los Alpes Albaneses. Aunque nos hubiera encantado hacer el trekking de Valbona a Theth, por tiempo decidimos hacer una ruta senderista por este segundo pueblo, Theth. Concretamente, hicimos la Ruta al Blue Eye, una de las mejores formas de conocer los impresionantes paisajes del Parque Nacional de Theth.

 

 

 

Primero, repusimos fuerzas con un rico desayuno con el que ya nos empezábamos a familiarizar, pues en casi todos los hoteles nos ponían café, zumo, tostadas, queso fresco, mermeladas caseras y huevo (en cualquiera de sus formas). Después, hicimos una pequeña compra para hacernos unos sándwiches para comer en la ruta al Blue Eye (Syri i Kaltër Kaprre en albanés).

 

Desayuno en el Hotel Kaduku
Desayuno en el Hotel Kaduku

 

 

En 2 horas aproximadamente, después de parar el coche en medio de la carretera al estar rodeados de ovejas y su pastor, llegamos a Theth. Fueron muchas curvas muy cerradas, por lo que teníamos un nudo en la garganta del vértigo que daban estas carreteras. Nosotros ya sabíamos que el paisaje iba a ser genial, ¡pero es que era espectacular! Y nada que deciros cuando llegamos a nuestro hotel en el fondo del valle. ¡Menudas vistas!

 

Valle de Theth
Valle de Theth

 

 

Nos alojamos en una especie de casa-cabaña llamada Bujtina Pllumi Theth. Un lugar sin pretensiones pero que destaca especialmente por las vistas que ofrece, el lugar privilegiado en el que se encuentra, y la calidez del personal que era una familia dueña del propio hotel. Fueron encantadores, nos recibieron con mucho gusto. Según dejamos las maletas, nos pusimos las deportivas y fuimos directos a conocer estas escarpadas y verdes montañas de frondosos bosques y gélidas aguas.

 

 

 

Por no profundizar mucho y no alargar demasiado este post, puedes visitar la entrada específica de Theth y esta ruta espectacular a la que puedes optar como nosotros si no podéis hacer el trekking de Valbona a Theth pero queréis conocer los Alpes Albaneses. Para resumirte brevemente, la ruta la completamos en 5 horas (incluyendo paradas para descansar, hacer fotos y comer). Se trata de un itinerario lineal de 2 horas y 30 minutos ida, mal señalizada y de dificultad elevada. Es un recorrido muy aventurero que discurre a lo largo del río Lumi i Thethit, por el que atravesarás puentes de madera (no muy estables), y con zonas de altas pendientes. Disfrutarás de unas impresionantes vistas a las montañas tapizadas por frondosos bosques hasta llegar al Blue Eye Kaprre (que no es el mismo que el que hay en Sarandë. Es más, dicen que este es más bonito y está más limpio que el de Sarandë).

 

 

 

El «Ojo Azul» se trata de un manantial de agua característico por su forma ovalada y el color azul cristalino del agua, además de su gélida temperatura. Aunque algunos valientes se aventuran a bañarse en ella, no duran mucho tiempo dentro. Nosotros no nos atrevimos a probarla, metimos la manita ya enseguida nos dimos cuenta de que no era la mejor idea 😂. Nos quedamos aquí para comer mientras admirábamos la cascada y lo chulo que era el restaurante prácticamente colgando de la ladera. Sin duda un lugar mágico que no os podéis perder.

 

 

 

Antes de llegar al hotel, paramos en la Iglesia de Theth (Kisha e Thethit) que es monísima e impresiona con las montañas de fondo. Sin duda, la foto da para postal.

 

Iglesia de Theth
Iglesia de Theth

 

 

Ya en la habitación, nos pegamos una buena ducha y descansamos hasta la hora de la cena. Cuando llegamos al hotel, nos ofrecieron cenar aquí por 12€ cada uno. Era un menú cerrado de varios platos, comida tradicional y totalmente casera. De primeros nos pusieron una sopa con judías, encurtidos, queso fresco, pan y ensalada griega. De segundos platos, arroz, unos muslos de pollo y pimientos rellenos. Ya con el estómago lleno nos fuimos a dormir.

 

Cena en Theth
Cena en Theth

 

👉 Día 4: Krujë y Berat

 

¡Menuda noche hemos pasado! Parecía que estábamos en una cabaña perdida en medio del monte, como si de una película se tratase. Mientras dormíamos, estuvo toda la noche jarreando. ¡Lloviendo a mares y tronando! Posiblemente, también granizando. En cuanto sonó el despertador, corrimos la cortina para ver cómo se verían las montañas con este tiempo. Juzga tú mismo en las fotos. ¡Theth es un sueño! Y por no hablar del desayuno con las mismas vistas increíbles y el sonido de la lluvia. Súper relajante 🤤.

 

 

 

Tomamos café (aquí el café que servían era como un espresso de café turco. Si querías café con leche, te dan un botecitos de algo entre crema y leche), sus churros (los mejores que hemos probado en Albania. ¡Ah! Y no te vayas a pensar que son como los churros españoles, claro), queso, tomate, jamón york, tortilla, mermeladas y zumo. En fin, un desayuno riquísimo y súper completo. Además, nos pasó una cosa que nos hizo amar más este lugar y a los albaneses. Después de hacer el check-out, fuimos corriendo al coche porque llovía a cántaros. El dueño del hotel salió a despedirse de nosotros a pesar del diluvio. Nos llamó a la ventanilla con una chaquetilla en la cabeza sólo para agradecernos la visita. Este tipo de detalles son una de las mejores partes de viajar, la amabilidad de la gente. No podemos estar más encantados con este alojamiento.

 

Desayuno en Bujtina Pllumi Theth
Desayuno en Bujtina Pllumi Theth

 

 

Este cuarto día del viaje fue un poco pesado ya que, básicamente, cruzamos la mitad del país en coche. Y precisamente las carreteras no son las más rápidas (3 horas y 30 minutos para 160 kilómetros hasta Krujë). De todos modos, hicimos una parada más o menos a mitad de trayecto para conocer Krujë. No tardamos mucho en verlo ya que lo más interesante es el centro histórico de estilo otomano. A pesar de la corta visita, nos encantó. El principal atractivo de esta ciudad es el Bazar. En las estrechas y empedradas calles del casco antiguo, bajo el castillo, se abren multitud de pequeñas tiendas de productos tradicionales, souvenirs, artesanía y textiles que bañan el lugar principalmente de color rojo y un ambiente único. Un antiguo bazar otomano que te hace viajar a Oriente Medio pero sin salir de Europa. Por cierto, cuidado con el canal del centro de la calle, es traicionero 😂. Desde luego, merece mucho la pena pasear por aquí y apreciar el arte y el duro trabajo de elaboración de las alfombras, bolsos o cojines que protagonizan esta zona.

 

 

 

En lo alto de la colina y al final de los puestos del bazar se encuentra el Castillo de Krujë, el principal testigo de las guerras de Skanderbeg contra los otomanos. Un símbolo de la resistencia contra los otomanos que incluso aparece en los billetes de 5.000 lek. Visitar el castillo es gratuito, aunque su interior es de pago ya que alberga el Museo de Skanderbeg (Muzeu Kombëtar Gjergj Kastrioti Skenderbej), una construcción más nueva que imita el estilo medieval. Nosotros no lo visitamos ya que consideramos que habíamos leído suficiente sobre este héroe nacional. La entrada cuesta 500 lek (5€).

 

 

 

Ya empezaban a rugir nuestros estómagos, así que fuimos a comer unas pizzas acompañadas de una cerveza Tirana en Fabiani Snack Bar & Pizzeri. La atención fue buena y las pizzas más de lo mismo. El único detalle gracioso que tenemos que contar es nuestra cara de poema cuando vimos el baño 😂. Era la primera vez que veíamos una placa turca, los retretes estos de suelo que hay en los países árabes.

 

Fabiani Snack Bar & Restaurant en Krujë
Placa turca

 

Tras 2 horas más de coche llegamos a nuestro destino, Berat. La Ciudad de las Mil Ventanas conserva perfectamente el urbanismo y la arquitectura otomana y bizantina en sus barrios históricos de Mangalem, Gorica y Kala (el castillo). No por nada ha sido declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, lo que la convierte en una visita obligada. Nos habría encantado dedicarle un día más a esta preciosa ciudad.

 

 

 

Nos alojamos en el Berati Castle Hotel, dentro del propio Castillo o Ciudadela de Berat por lo que la ubicación no puede ser mejor. Las instalaciones son geniales, por no hablar de la excelente decoración con todo tipo de detalle. El personal es súper amable, sobre todo uno de los camareros del restaurante del hotel. El desayuno tipo buffet estaba bien, aunque no ha sido el mejor la verdad.

 

Berati Castle Hotel, Berat
Berati Castle Hotel, Berat

 

Una vez instalados, dedicamos la tarde a conocer toda la Ciudadela de Berat, que precisamente no es pequeña. Es más, existen varias rutas para recorrerlo. En primer lugar, subimos a las murallas y las distintas torres de la entrada al castillo. Después, continuamos paseando por el lado Oeste hasta llegar a uno de los puntos de interés de esta zona. Estamos hablando de la escultura de la cabeza del emperador romano Constantino I, y dos iglesias impresionantes que destacan por los frescos que conservan en su interior. Son las iglesias bizantinas Kisha e Shën Mari Vllahernës (iglesia de Santa María de Blaquerna) y Kisha e Shën Kollit. ¡Menuda maravilla! Además, la entrada a ambas es gratuita.

 

 

 

En lugar de seguir la ruta, decidimos callejear un poco por el interior de la ciudadela. Absolutamente todo empedrado, con algunas tiendas y ropa tendida. Un ambiente súper tradicional. Nos topamos con un museo de arte sacro (al que no entramos pero tenía buena pinta), el Muzeu Kombëtar Ikonografik Onufri. Más adelante, nos topamos con la zona del Acrópolis. Justo en frente, una explanada enorme con las murallas y la Mezquita Blanca a mano derecha, mientras que a mano izquierda había otra zona fortificada con enormes cisternas de agua a las cuales te podrás adentrar. Daba un poco de miedo asomarse por la inseguridad y el sonido de los murciélagos, si te somos sinceros. Pero es la primera vez que vemos unas cisternas tan grandes y tan bien conservadas como estas. Las vistas desde aquí son bastante guays, por cierto.

 

 

 

Del otro lado de las murallas del Akropoli se llega a la ruta por la que habíamos comenzado a caminar. Aquí también se encuentra la iglesia bizantina Kisha Shën Triadha, muy fotogénica por cierto. Lamentablemente, no la pudimos visitar. Retomamos esta ruta inicial por el Oeste para volver al punto de partida y recorrer el lado Este de la ciudadela.

 

Iglesia bizantina Kisha Shën Triadha, Berat
Castillo de Berat

 

Al final de este lado del Castillo de Berat llegamos a una plataforma circular desde donde tendrás las mejores vistas a todo Berat. Desde el puente de Gorica, el imponente Hotel Colombo Berat que parece transportarnos a Estados Unidos y la Casa Blanca, los barrios que componen la postal de la ciudad (Gorica y Mangalem), y toda la parte nueva. Cuando vimos este lugar, nos miramos y nuestros ojos hablaron por sí solos. Nos leímos las mentes y supimos que teníamos que volver aquí por la noche para ver todo Berat iluminado. De momento no os vamos a hacer spoiler… Un parrafillo más abajo y te enseñamos fotillos.

 

 

 

Una vez duchados, nos pusimos guapos para cenar en el propio restaurante del hotel. Nada más poner un pie en el restaurante flipamos con la decoración. Muros de piedra, techos tallados artesanalmente, candelabros, mobiliario antiguo de madera y, la joya del lugar, un suelo de cristal que dejar ver una colección de vasijas, utensilios y demás objetos antiguos. El personal fue súper amable y nos aconsejó con la carta (aunque ya manejábamos un poco de la gastronomía albanesa de lo que habíamos aprendido estos días). De beber, una buena cerveza Tirana y agua. Para comer pedimos queso feta asado (acompañado con pimientos, tomates cherry y cebolla), qofte con queso kashkaval en salsa (albóndigas con kashkaval en salsa, en las cartas suele venir como «queso naranja» o «queso amarillo»), y tave dheu (lo mismo que el fërgesë pero este sí lleva hígado), todo eso acompañado de pan tostadito con ajo y aceite. De postre, un helado casero de leche con miel y macedonia de frutas. En total fueron 2.800 lek, que son 28€. Comida de 10, servicio de 10 y ambientación de 10. Si no estás aquí alojado, no importa porque el parking frente al hotel/restaurante es bastante grande. También existe parking fuera de las murallas.

 

Cena en el restaurante del Berati Castle Hotel
Cena en el restaurante del Berati Castle Hotel
Helado casero, Berat

 

Ya que estábamos bastante llenitos, fuimos andando despacito hasta la plataforma que antes te comentábamos. Las vistas a Berat iluminada desde aquí son impresionantes. La suerte que tuvimos que justo estaban tirando fuegos artificiales 🎆. No podemos tener más suerte 😂. 

 

 

 

Si de algo estamos muy contentos es de haber visitado esta parte de Berat por la tarde-noche. Fue la mejor opción por los colores del atardecer y la iluminación nocturna. Así que ya sabes, sigue nuestros consejos si quieres mejorar tu experiencia en Albania.

 




 

 

👉 Día 5: Berat y Gjirokaster

 

Quinto día en nuestro itinerario de Albania en 9 días. Teníamos planeado conocer el resto de la ciudad de Berat con un free tour por GuruWalks, pero se puso a diluviar como si no hubiera un mañana, así que se canceló la visita a pesar de que el guía fue majísimo. Como teníamos paraguas, dimos una pequeña vuelta aprovechando los pequeños parones de la lluvia. Después, subimos de nuevo hacia el castillo para coger el coche y poner rumbo a nuestro siguiente destino. No sin antes sudar un poquito tratando de llegar hasta el coche por supuesto, porque llegar hasta allí arriba andando no es nada fácil con la pendiente que hay 😫. 

 

 

 

Apenados por no haber podido conocer Berat a fondo, nos fuimos a hacia Gjirokaster, la Ciudad de Piedra. Se trata de una ciudad al sur de Albania también declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Nos alojamos justo al lado de la calle principal del Bazar de Gjirokaster. No nos gustó mucho la estancia aquí y no tuvimos muy buena experiencia, así que preferimos no compartirlo contigo. Sin embargo, esta ciudad es preciosa y nos ha dejado muy buen sabor de boca. No podemos decidir cuál nos gusta más, si Berat o Gjirokaster.

 

Como habíamos llegado a la hora de comer, apenas tuvimos tiempo de ver algo por la mañana así que dejamos el turismo para la tarde. Comimos en el restaurante Vojsava, justo en el centro del Bazar de Gjirokaster. Por 2.180 lek (22€ aproximadamente) comimos tave kosi (plato nacional albanés, es como un guiso de carne en yogur), qifqi (bola de arroz empanada) y shapkat (empanada de espinacas), cerveza Elbar para beber y de postre, baklava (hojaldre con frutos secos varios y almíbar) que es un postre de origen otomano típico en Turquía o en los Balcanes.

 

Cerveza Elbar, Restaurante Vojsava en Gjirokaster
Baklava, Restaurante Vojsava, Gjirokaster
Restaurante Vojsava, Gjirokaster

 

Ya comidos, nos dispusimos a conocer esta ciudad que ya prometía por lo que podíamos haber visto durante el trayecto. Obviamente, lo más sobresaliente fue el Bazar, una auténtica maravilla de lugar con sus calles empedradas con motivos geométricos característicos y la arquitectura del lugar. Estaba lleno de tiendas y puestecitos que invitaban a que parases a curiosear en cada uno de ellos. Nos perdimos por las calles en busca de lugares con encanto y es que esta zona esta llena de ellos. Sólo tenéis que ver las fotos.

 

 

 

Después, subimos a conocer el Castillo de Gjirokaster (que si no teníamos suficiente con subir hasta el Castillo de Berat, aquí tampoco íbamos a perdernos subir unas buenas cuestas). Se trata del segundo castillo más grande de todos los Balcanes. La verdad es que nos impresionó bastante ya que es enorme, la visita es libre y prácticamente puede adentrarte en casi todos los recovecos del castillo. Incluso había zonas enormes sin ningún tipo de iluminación que, la verdad, no nos adentramos a investigar porque nos daba miedo 😂😂. El sonidito de los murciélagos nos echó un poco para atrás 😨. Pronto os subiremos un post hablando sobre los castillos que hemos visitado en Albania, así que no te haremos mucho spoiler aquí. Simplemente, mencionar que la entrada nos costó 800 lek (4€ por persona) e incluía el acceso a todo el recinto de la ciudadela salvo el Museo de Armas que hay dentro. Ah, y desde aquí arriba tendréis las mejores vistas a toda la ciudad.

 

 

 

Continuamos dando una vuelta por los bajos del castillo, donde hay bastantes sitios para comer con muy buenas valoraciones, y nos fuimos de vuelta al hotel pasando por algunos puntos de interés como algunas de las casonas típicas de Gjirokaster, o la Mezquita (Xhamia e Pazarit). Y como cada día, duchita, a descansar un poco y a cenar. Esta vez cenamos en Grill House 13, una rica parrillada de carne y una ración de queso kashkaval asado. De beber, una Coca Cola zero y una Fanta Exotic (lata verde), un sabor que no habíamos visto y que es bastante común en Albania. Sabe a maracuyá, melocotón y naranja. Como no había postre, nos aventuramos a probar un licor típico, el famoso raki. Mira, te vamos a ser sinceros. Está malísimo 😂. Es un licor muy fuerte y literalmente nos supo a colonia 🥴. Algo así como vodka blanco o absenta. Se nos arrugó la cara como una pasa. Además, el vaso de «chupito» en el que te lo sirven no es como el que conocemos, si no como el doble de grande. En fin, una experiencia graciosa y algo que teníamos que probar. Si eres un/a valiente, anímate a comprobar lo que te contamos 🤪. En cuanto al coste de la cena, fueron 2.800 lek.

 

Parrillada de carne en Grill House 13, Gjirokaster
Cena en Grill House 13, Gjirokaster
Raki

 

Para terminar el día, una pequeña vuelta por el Bazar de Gjirokaster de noche y a la cama.

 

Bazar de Gjirokaster de noche
Bazar de Gjirokaster de noche

 

 

👉 Día 6: Ksamil y Parque Nacional de Butrinto

 

Llevábamos todo el viaje ansiando probar las famosas playas de la Riviera Albanesa… ¡Por fin nos acercamos a la costa! En concreto, fuimos a Ksamil, el destino de playa por excelencia en Albania por sus aguas color turquesa, las vistas a la isla griega de Corfú y por ser una de las pocas playas de arena fina.

 




 

 

Una hora de viaje después llegamos a Ksamil, donde nos estuvimos alojando en el Hotel Mariksel.

 

Hotel Marikseli, Ksamil
Hotel Marikseli, Ksamil

 

 

Antes de ir a disfrutar de la playa, fuimos a conocer el Parque Nacional de Butrinto, un gran yacimiento arqueológico de una antigua ciudad que ha sido declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Su origen se remonta a la Antigua Grecia, aunque aún existen discrepancias entre investigadores. Hay quienes piensan que la Ciudad de Butrinto tiene su origen en los antiguos pueblos indoeuropeos de la zona de los Balcanes, los ilirios. Lo que está claro es que por aquí pasaron griegos, romanos, angevinos, venecianos, normandos, eslavos, búlgaros e incluso franceses. Sin duda, un libro abierto de Historia que por supuesto queríamos conocer y tuvimos el placer de hacerlo. Ya te contaremos más a fondo de estas ruinas en otro post, pero puedes ver los puntos más destacables la visita en el siguiente carrusel de fotos:

 

 

 

La entrada nos costó 1.000 lek (10€ por persona) y tardamos en recorrerlo unas 2 horas. El recorrido es prácticamente entero bajo la sombra de los árboles, algo que se agradece durante el caluroso verano albanés. Aparcar allí es bastante difícil y se lía bastante tráfico con los buses de turistas. Aunque fuimos a Albania fuera de temporada, tuvimos que aparcar en el parking más lejano a Butrinto, a unos 20 minutos andando de la puerta principal del parque. Algo curioso que nos pasó es que nuestros móviles se conectaron a la red griega, por lo que no teníamos conexión hasta que volvimos a Ksamil (aunque tuvimos que reiniciar los móviles).

 

 

 

¡Es hora de comer! Optamos por el Family Restaurant & Grill por sus buenas reseñas, con las cuales estamos de acuerdo. Un local con una amplia carta que incluye comida más internacional y también tradicional. Por unos 2.900 lek comimos musaka (como una lasaña de berenjena, patata y otras verduras), dolmadhe (dolmas, dolmades o también sarma, son unos rollitos de hojas de parra/vid que envuelven un relleno de carne y arroz, aunque hay versiones sin carne), y qofte (las albóndigas típicas, esta vez acompañadas con patatas fritas). Nos pusieron una tapa de tzatziki con pan de pita (salsa de yogur con pepino). De beber, cerveza Korça y de postre, trileçe (postre típico albanés, es como la tarta 3 leches) y baklava.

 

 

 

Después, como se estaba empezando a acercar la tormenta que venía del interior, decidimos dar una vuelta en lugar de gastar 20€ por una rato en la playa (según hemos leído, en temporada alta suben los precios hasta a 50€ por sombrilla). Porque sí, tus temores se han confirmado. Todas las playas de Ksamil son privadas y de pago. Para estar en una de ellas, debes pagar por las tumbonas y la sombrilla. No hay opción de tumbarte en la arena con tu toalla porque ni hay espacio, ni te permiten estar ahí. Esto es algo que no nos gustó de Ksamil, entre muchas otras cosas. Por ejemplo, no existe un paseo marítimo como tal. Vas siempre por detrás de los hoteles y restaurantes sin a penas poder ver las playas. Es verdad que las playas tienen muy buena pinta y son súper instagrameables, pero es que este sitio ha sido diseñado para ello, para el postureo.

 

 

 

Ksamil es el único lugar que podemos decir que no nos ha gustado de Albania. Le falta infraestructura, se siente descuidado, como los vídeos de «expectativa vs realidad». Cuando estás en la playa privada con tumbonas, camas colgantes, cócteles y todo tipo de lujos, todo tiene muy buena pinta (que es lo que ves en las redes). Pero te vas una calle detrás de la playa y parece que estás en un descampado o como en un lugar de parcelas llenas de basura y sin construir. Se vende como un sitio exclusivo pero la realidad es que sólo las zonas privadas que están preparadas valen la pena. Y, por supuesto, pagando sin dejar opción de una playa de arena de uso público. En fin, una completa decepción que si te somos sinceros, y no quieres pagar una playa privada, te lo puedes ahorrar.

 

Realidad de Ksamil
Realidad de Ksamil

 

 

Después de un paseo y una paradita en el super, descansamos en el hotel hasta la hora de la cena. Fuimos al Restorant Ujvara que, como muchos otros restaurantes de Albania, lo dirige una amable familia. Por recomendación, nos dijeron que el pescado y la pasta salen muy bien en este sitio. Así que probamos una buenísima dorada a la parrilla y linguini boloñesa, al centro una ensalada césar que nos sorprendió porque también llevaba naranja. De beber, cerveza Korça y Fanta Exotic. Como siempre, la cuenta fue entre 1.000-1.400 lek por persona.

 

Dorada
Espaguetis boloñesa
Fanta Exotic
Ensalada césar

 

👉 Día 7: Riviera Albanesa

 

Una semana en Albania y seguimos conociendo la zona de mejores playas de este hermoso país. Nos disponemos a ir acercándonos un poco más hacia Tirana disfrutando de las playas de la Riviera Albanesa, concretamente de las playas entre las ciudades Sarandë y Vlorë. Como no nos había gustado mucho Ksamil, y habiendo visto con el coche que Sarandë tiene mucha más vida, te aconsejamos que mejor te alojes aquí.

 

 

 

Como te comentábamos este séptimo día lo dedicamos entero a la playa. Nuestra primera parada fue Porto Palermo Beach, una pequeña cala de aguas turquesa (como todas las que te indicamos en este post), pero en este caso de piedras. Cuenta con un muy pequeño parking en el que podrás aparcar si vas temprano y tienes algo de suerte. La playa es bastante tranquila y hay un chiringuito justo aquí. Además, si tienes curiosidad puedes acercarte a ver el Castillo de Porto Palermo. Algo gracioso que nos pasó fue que un cachorrito nos robó el sitio y la toalla 😂. Se acercó con toda la confianza del mundo para tumbarse ahí y jugar con nosotros.

 

 

 

Al medio día nos movimos un poco más al norte. Aunque conducir por esta zona no era lo más cómodo por las curvas y al ser una carretera de doble sentido, las vistas al mar, los acantilados y las calitas no tienen precio. ¡Menudas vistas! La siguiente playa que visitamos fue Himarë Beach. Esta zona también está guay para alojarse ya que la playa es pública, muy grande, y las piedras son más finas por lo que molestan menos. Además, había bastante vida y  distintos locales. De las 3 playas que visitamos este día, esta fue nuestra preferida.

 

 

 

Tras dos horas torrándonos al sol y pegándonos unos cuantos bañitos, fuimos a llenar el buche en Hercules Restaurant, en pleno paseo marítimo. Pedimos patitsio (que es una lasaña griega), queso feta asado con pimientos y cebolla, y pimientos rellenos. De beber, agua y de postre dos cafés frappé. Estaba todo exquisito, sólo tenéis que ver las fotos 🤤. Fueron unos 2.800 lek.

 

Café frappé
Patitsio y queso feta
Pimientos rellenos
Restaurante Hércules, Himarë, Riviera Albanesa

 

Después de reponer fuerzas, cogimos el coche hasta nuestro alojamiento en Dhërmi. Por el camino fuimos viendo varios búnkers y construcciones a nivel del mar que parecían ser de la época de la guerra. También, pasamos por un pueblecito precioso que no entendemos cómo no es viral todavía. Se llama Vuno. Es un pueblo totalmente empedrado con casas blancas enclavado en la ladera de la montaña, por lo que si decides pasear por aquí, mucho ánimo con las cuestas. Está cerca de Gjipe Beach, una playa bastante famosa y bonita. Antes era pública pero ahora ha sido invadida por la fiebre de las tumbonas… En fin, una apreciación que te queríamos transmitir porque la verdad es que es un pueblo bonito. Aquí sumamos una anécdota más de este viaje: las cabras nos impedían el paso con el coche.

 

Vuno
Vuno

 

 

Nuestro hotel en Dhërmi fue el Gogo’s Boutique, uno de nuestros favoritos de todo el viaje. Habitaciones modernas, muy cómodas, con unas visitas increíbles al mar, y atención excelente. Como teníamos desayuno incluido pero no podíamos disfrutar de él ya que al día siguiente teníamos una actividad contratada desde por la mañana, nos prepararon una lunch box. ¡Súper majos! Tienen un parking bastante grande pero aún así, se llena. Y el acceso es un poco malo al ser camino de tierra y piedras, pero nada del otro mundo. Nos cambiamos rápidamente y bajamos a la playa (que está un pelín lejos pero bueno, se puede llegar andando).

 

Gogo's Boutique, Dhermi
Gogo’s Boutique, Dhermi

 

 

La playa de Drymades Beach es enorme, también de piedra. Hay zonas de tumbonas y otras en las que puedes poner la toalla. Como fuimos fuera de temporada, no había nada abierto en el paseo marítimo, pero fuimos a darnos un bañito y a ver el atardecer.

 

 

 

Aquí confirmamos bastantes cosas de este país: más perros abandonados y, Albania es un país en desarrollo para el turismo. Todo lo que había a nuestro alrededor estaba en construcción. Enormes complejos hoteleros, algunos de ellos de lujo con techos verdes e infinity pools. Un Ksamil 2.0. pero con mejor pinta (y mejor infraestructura). Estamos seguro que de aquí a unos años esta zona pegará un boom y será bastante más cara. Es por eso que la mejor época para visitar Albania es ahora.

 

Realidad de Dhërmi, en obras
Realidad de Dhërmi, en obras

 

Como ya oscurecía bastante y no estábamos seguros de que el camino de vuelta estuviese iluminado, nos volvimos al hotel antes del atardecer. Como decíamos antes, pedazo de vistas teníamos desde el balcón de la habitación. Un atardecer precioso de colores naranjas, rojos y rosas muy intensos. ¡Increíble! Sin duda un muy bonito recuerdo de la Riviera Albanesa. Juzgad vosotros mismos con las fotos.

 

Atardecer en Dhermi, Riviera Albanesa
Atardecer en Dhermi, Riviera Albanesa
Atardecer en Drymades Beach, Dhermi, Riviera Albanesa

 

👉 Día 8: Vlorë y Península de Karaburun

 

Hoy tenemos un plan súper guay en la Riviera Albanesa antes de marcharnos a Tirana, una excursión en lancha rápida a la Península de Karaburun, Vlorë. Nos levantamos temprano ya que teníamos una hora de camino desde Dhërmi hasta Vlorë y teníamos que estar media hora antes en el puerto para la excursión. En principio, la excursión incluía la visita de la Cueva de Haxhi Ali, las playas vírgenes de la Península de Karaburun y la Isla de Sazan. Sin embargo, antes de comenzar la actividad nos indican que el puerto de la Isla de Sazan está cerrado (desconocemos el motivo) y que se nos reembolsaría la parte correspondiente (fue rápido el reembolso así que ningún problema). La pena que no pudimos verla. Aún así, la excursión fue súper divertida. Incluía una cervecita y el equipo de snorkel.

 

 

 

La primera parada fue la Cueva de Haxhi Ali, una enorme oquedad en la montaña que tiene mucha mucha profundidad. Aquí paró la lancha para darnos un baño. Al principio nos daba un poco de miedo. Aarón fue el primer valiente en saltar, pero enseguida yo (Álvaro) me tiré al agua. Daba impresión la profundidad de la cueva pero al estar tan tranquila el agua, no tardé en tranquilizarme. Un lugar excepcional.

 

 

 

Después, bordeamos la costa de la Península viendo muchísimos bunkers. En un punto pedimos parar ya que el agua era súper cristalina y apetecía bañarse. Así que nos lanzamos mar abierto con las gafas de snorkel. Nos acercamos a las rocas y pudimos ver todo tipo de peces de diferentes colores, erizos de mar y estrellas de mar. ¡Qué espectáculo! ¡Impresionante! Al rato, nos dejaron libres en una playa que, según Google Maps, se llama Gjiri i Shën Vasilit. Esta playa es privada pero al estar fuera de temporada, no tuvimos problema en dejar la toalla. Sin embargo, si sigues el camino de tierra, como hicimos nosotros al rato para explorar, puedes encontrar varias calitas salvajes. En fin, un día soleado con el mar espléndido y de un color espectacular.

 

 

 

Ya en tierra, nos fuimos a buscar un lugar para comer en Vlorë, y ese sitio finalmente fue Novus Traditional Food Restaurant. El chico que nos atendió fue majísimo y nos ayudó explicándonos cómo funcionaba su servicio, ya que era como una especie de precocinados pero con servicio a mesa. Tú elegías en barra lo que querías comer de lo que veías en la cristalera y te lo llevaban a la mesa. Pedimos tave kosi, un estofado de carne y verduras, y ensalada mixta al medio. De beber refrescos, y de postre baklava. La comida más cara de todo el viaje de Albania fue aquí en Vlorë, 3.000 lek (30€, 15€ por persona), aunque sigue siendo un poco más barato que en España.

 

Tavë kosi Novus Restaurant Vlorë
Baklava, Novus Restaurant Vlorë
Novus Traditional Food Restaurant Vlorë

 

Con mucha pena, nos fuimos de vuelta a Tirana sabiendo que prácticamente este era nuestro último día en Albania ☹️. Luego nos acordamos de lo caótico e insoportable que es conducir en Tirana con tanto pitido y se nos pasó un poco 🥴. Es broma, Albania es un país espectacular. Esta vez no nos alojamos en el mismo hotel del primer día, si no en el Hotel Senator. Otro de nuestros favoritos de todo el viaje por la buena atención y la comodidad. Nuestra habitación era enorme y volvíamos a estar súper cerca de la Plaza Skanderbeg. Además, no tuvimos ningún problema para dejar el coche en su parking.

 

Hotel Senator, Tirana
Hotel Senator, Tirana

 

 

Estuvimos descansando unas dos horillas y nos fuimos a dar una vuelta por Tirana de noche para ver iluminadas algunas cosas que teníamos pendientes. Por ejemplo, el Bunk Art 2, uno de los carteles de Tirana, o el monumento de La nube de Sou Fujimoto, que es una obra artística que cada periodo determinado de tiempo se encuentra en una ciudad distinta del mundo (en este caso en la capital albanesa).

 

 

 

Cenamos en una zona de mucho ambiente fuera del Castillo de Tirana, en la Taverna Korçare. A pesar de las malas reseñas, la atención fue excelente y rápida, la comida muy buena. Pedimos fërgësë, hummus con pan de pita, y qofte de pollo y ternera. Todo ello acompañado de dos buenas jarras de Korça. En total fueron 2.540 lek.

 

Cerveza Korça
Fergësë y hummus
Qofte

 

👉 Día 9: Tirana y vuelta a Madrid

 

Último día de nuestra aventura de Albania en 9 días 😭. Como teníamos toda la mañana libre hasta después de comer que volábamos de vuelta a Madrid, teníamos como misión comprar souvenirs y conocer algunos sitios como subir la Pirámide de Tirana, visitar el Mercado de Tirana (Mercado Pazari i Ri), o entrar al Museo Histórico Nacional de Tirana. Las vistas desde lo alto de la pirámide están bastante bien, merece la pena subir hasta aquí. 

 

Pirámide de Tirana
Pirámide de Tirana

 

 

En cuanto al Museo Histórico Nacional, podemos decir que tenemos una suerte impresionante porque nos salió completamente gratis. Resulta que ese día (29 de septiembre) era festivo en Albania y, por consiguiente, la entrada era libre (nos dijeron que era el día del Héroe Nacional pero no hemos encontrado nada por internet). De normal la entrada costaría unos 500 lek y merece totalmente la pena. La colección de arqueología está bastante bien, sobre todo los mosaicos y las esculturas. Algo que no nos gustó es que la sala dedicada a Skanderbeg, y casi totalmente de lo que queda de recorrido en el museo, no están los carteles traducidos. Así que nos enteramos más bien poco.

 

Museo Nacional de Historia, Tirana
Museo Nacional de Historia, Tirana
Museo Nacional de Historia, Tirana
Museo Nacional de Historia, Tirana

 

Antes de irnos, fuimos a comer al Restorant Tymi, un lugar que te recomendamos 100% ya que hay buenísimo ambiente, los camareros son majísimos (uno de ellos incluso habla español), la comida está muy buena y es súper barato. Lo que hace especial a este sitio es que la decoración está ambientada en la música de los 80s. ¡Es genial! Por 1.870 lek (18€, 9€ por persona aproximadamente) comimos qofte, tave dheu, una brocheta de pollo kebab, y una sopa albanesa típica. Por cierto, el pan aquí estaba súper rico. De beber, refrescos.

 

 

 

Por último, volvimos al Aeropuerto Internacional Madre Teresa (alias Aeropuerto de Tirana) y dejamos el coche de alquiler. Te podemos confirmar que, después de 15 días, nos han devuelto la fianza del coche y no hemos tenido ningún problema. En fin, hasta la vista Albania 🇦🇱❤️.

 




 

 

⭐ Recomendaciones

 

Pronto podrás ver el listado completo de recomendaciones para viajar a Albania en nuestro próximo post de Tips y consejos para viajar a Albania. Por el momento, y por no alargar mucho más este post, estas son las 6 principales recomendaciones para cuando visites este país:

 

  • Viaja cuanto antes a Albania. Es un país que se está poniendo muy de moda y que se hará más y más turístico con el paso de los años. Aprovecha ahora que todavía es uno de los grandes desconocidos de los Balcanes y de Europa, y ahora que está barato.

 

  • Dedica al menos 1 semana para conocer Albania y, a  poder ser, 2 semanas. Si no dispones de tanto tiempo o quieres hacer una escapadita, sobre todo durante el verano, puedes visitar la zona de la Riviera Albanesa, Berat y Gjirokaster en 4-5 días.

 

  • La mejor época para viajar a Albania es en mayo, junio, septiembre y octubre, cuando las temperaturas todavía son agradables y hay menos gente (lo que supondrá también un pequeño ahorrillo por la bajada de precios).

 

  • Lleva efectivo suficiente para no tener que sacar dinero en cajeros, evitando así las tasas por extracción. Cambia la cantidad mínima e imprescindible en el aeropuerto y el resto, cámbialo en casas de cambio en Tirana. Para que pierdas lo mínimo posible, busca establecimientos con poca diferencia de precio entre la compra y la venta de la moneda. Un ejemplo, y donde nosotros cambiamos, fue Iliria’98 Currency Exchange en Tirana. En cuanto al pago con tarjeta, adquiere una que no cobre comisiones por el cambio de divisa. Es el caso de la tarjeta de débito N26, que funciona a partir de una cuenta bancaria internacional. Te hablaremos de ella más largo y extendido en otro post. Otro ejemplo es la Tarjeta Revolut.

 

  • Comprar una tarjeta SIM virtual para tener internet según aterrices en Albania, y compra una SIM física para tu acompañante en Tirana, que será más barata que comprándola en el aeropuerto. Aunque tras probar la SIM de Airalo, funcionó de maravilla y 10GB fueron más que suficientes. Aún así, la tarjeta física (de 40GB con Vodafone) nos salió por el mismo precio que la virtual.

 

  • Contratar un seguro de viajes. La infraestructura sanitaria albanesa es bastante inferior a la española. Hablando con albaneses, nos han contado que si tienes una afección grave, directamente te mueres. Allí no existen los seguros y el sistema de sanidad pública es precario. Además, para tu interés como extranjero, los gastos derivados de la hospitalización, el traslado de heridos o la repatriación, corren siempre a cargo del particular. Así que, mejor prevenir que curar y contrata un seguro. Tocando el siguiente enlace, tendrás un 5% de descuento en tu cobertura de viaje de IATI seguros.

 

 

👍 Lo que más y menos nos ha gustado de Albania

 

Lo que más nos ha gustado de Albania es:

 

  • La simpatía y la amabilidad de los albaneses. Como decíamos al principio del post, son gente súper hospitalaria que con gusto te ayudarán en lo que necesites. Se esfuerzan mucho por comprenderte, les gusta compartir experiencias, preguntar sobre tu cultura, hablarte de la historia de su país o, simplemente, intercambiar unas palabras.

 

  • Diversidad de paisajes. Albania ofrece paisajes increíbles que comprenden desde las famosas playas de aguas turquesas de la Riviera Albanesa a grandes picos y frondosos bosques en la zona de los Alpes Albaneses.

 

  • Mezcla cultural e Historia fascinantes. Una experiencia completamente distinta a otros viajes que hemos hecho en el resto de Europa. Descubrir la interacción de diferentes influencias, desde el cristianismo y el islam hasta el pasado comunista, nos brindó una visión única de la historia de este país. Nos puso en contexto para entender cómo es en la actualidad Albania.

 

  • País relativamente barato. Sí, es verdad que Albania es un destino mucho más asequible en comparación con otros lugares en Europa, sobre todo si comparamos los precios de alojamiento o comida. Sin embargo, no pienses que vas a comer como en Tailandia por 3-4€ como hemos podido leer en algunos sitios. Si en España te cuesta cenar de menú a partir de los 18€, en Albania puedes cenar por 14€. No es demasiada la diferencia. Es verdad que puedes encontrarte sitios en los que comes por 7-8€. Nuestra cuenta más baja fueron 900 lek en un puesto de la calle (4,50€ por persona), y la cuenta más alta 3.000 lek (15€ por persona). Los hoteles nos han costado la noche para dos personas, y con desayuno incluido, una media de 40€ a finales de septiembre.

 

  • Deliciosa gastronomía. Nada más que añadir si has visto las fotos de este post. Comida súper rica y, a nuestro parecer, bastante sanita.

 




 

 

Mientras que lo que menos nos ha gustado de Albania es:

 

  • Conducción caótica, ruidosa y temeraria. Problemas de estacionamiento. Conducir por Albania puede ser estresante si no eres un conductor experimentado. Pitan en todo momento y no respetan la señalización de tráfico. Además, es muy difícil aparcar. Hay demasiados coches y pocos lugares de estacionamiento. En muchos lugares, los coches se amontonan y tienen que ir moviéndolos para que puedas sacar el tuyo. Esto ocurre sobre todo en los parkings de los hoteles.

 

  • Dificultad para pagar en tarjeta. Pagar en efectivo supone un sobre coste ya que tienes que convertir el dinero de euros a leks. Además, si necesitas sacar dinero en algún momento, también te cobran. En pocos sitios vas a poder pagar con tarjeta y recuerda llevarla físicamente porque no disponen de contactless. Donde es más fácil es en Tirana.

 

  • Perros abandonados. A pesar de la hospitalidad de la gente local y otros aspectos positivos, esta es una faceta triste de la realidad albanesa que destaca como un desafío para el país.

 

  • Descuido de la estética y el urbanismo. La mayoría de las ciudades carecen de una estética cuidada o incluso suficiente iluminación, lo que puede afectar la sensación de seguridad en las noches. Aunque ya te avisamos de que Albania es un país seguro y en ningún momento nos sentimos en peligro. 

 

  • Problemática de basuras y poca implicación en el ecologismo. La falta de papeleras, contenedores y de servicios (o esa ha sido nuestra sensación) para desechar la basura, y la insuficiente implicación en prácticas ecológicas son preocupaciones reales en Albania. La acumulación de basura en algunas áreas es evidente y el reciclaje podría ser más ampliamente adoptado. La dependencia del agua embotellada también contribuye a la cantidad de plástico desechado.

 

 

Esperamos que os haya servido de ayuda y de inspiración esta entrada sobre nuestra aventura por este maravilloso país, Albania. En nuestra web también podrás encontrar otros post de interés a otras partes del mundo o también dentro de nuestro propio país. Puedes echarle un vistazo a otros artículos relacionados con este viaje como la ruta al Blue Eye en Theth, dónde nos estuvimos alojando, los pueblos y ciudades más bonitos de Albania, o cuánto nos costó esta aventura. También, te sugerimos que le eches un vistazo a los post del país vecino atravesando el Adriático, Italia. Concretamente, la isla de Sicilia donde podrás conocer los lugares imprescindibles de la isla como Taormina, sus parques arqueológicos más importantes, o las grandes ciudades de la caótica Palermo y Catania. Otro país cercano a esta zona de los Balcanes es Hungría, así que no te pierdas nuestra guía de Budapest en 3 días o la lista de 20 lugares que no debes perderte en la perla del Danubio.

 

 

 

 

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