Descubre la magia de África con este itinerario de viaje de 9 días en Sudáfrica. Acompáñanos en nuestra primera visita al continente madre, explorando Ciudad del Cabo, los safaris en Kruger y degustando la rica gastronomía de África. Contágiate por la alegría sudafricana y disfruta de un país que tiene muchísimo que ofrecer. ¿Estás listo para vivir la aventura con nosotros? Únete a un nuevo PlanD «Descubre Sudáfrica»
- 1. ✈️ ¿Por qué visitar Sudáfrica?
- 2. 📆 ¿Cómo organizamos nuestra ruta por Sudáfrica?
- 3. 🇿🇦 Sudáfrica en 9 días: itinerario
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- 3.1. 👉 Día 1: Madrid – Doha
- 3.2. 👉 Día 2: Doha – Johannesburgo
- 3.3. 👉 Día 3: Blyde River Canyon, Bourke´s Luck Potholes, Ventana de Dios y Rain Forest
- 3.4. 👉 Día 4: Safari en Parque Nacional de Kruger
- 3.5. 👉 Día 5: Pretoria y Ciudad del Cabo
- 3.6. 👉 Día 6: Ciudad del Cabo
- 3.7. 👉 Día 7: Ciudad del Cabo
- 3.8. 👉 Día 8 y 9: Ciudad del Cabo y Vuelta a Madrid
- 4. ⭐ Recomendaciones
- 5. 👍 Lo que más y menos nos ha gustado de Sudáfrica
✈️ ¿Por qué visitar Sudáfrica?
Sudáfrica es tierra de contrastes y sorpresas, destacando como un destino turístico cautivador que te promete una experiencia inolvidable. Situada en el extremo sur de África, esta nación deslumbra con su rica variedad de paisajes, con majestuosas montañas denominadas «maravillas de la naturaleza» hasta playas doradas y extensos viñedos.
La singularidad de su flora y fauna, con la emblemática presencia de los «Big Five» en sus parques nacionales, cautiva a los amantes de la naturaleza. Pero Sudáfrica no solo te ofrece esto, sino su rica historia, marcada por la lucha contra el apartheid, que verás reflejado en lugares como Robben Island y Ciudad del Cabo. La fusión de culturas y la hospitalidad del pueblo sudafricano añaden ese toque especial a este viaje único. Te recomendamos viajar a Sudáfrica por 4 razones:
- Safari inolvidable. Sudáfrica, con sus grandes parques nacionales como el Kruger, ofrece la oportunidad de vivir un safari que hará que disfrutes a lo grande. La emoción de encontrarse cara a cara con los «Big Five» en su hábitat natural es una experiencia que no podemos llegar a describir, destacando la gran riqueza de la vida salvaje africana. Los extensos parques nacionales y la diversidad de especies en ellos, prácticamente te aseguran el poder ver a casi todos los animales que lo habitan.
- Historia. La historia de Sudáfrica está marcada por la lucha contra el apartheid, en la lucha por finalizar la discriminación racial de las personas de color. Desde la prisión de Robben Island, donde Nelson Mandela estuvo encarcelado, hasta el Museo del Apartheid en Johannesburgo, podrás comprobar y vivir la dura realidad que vivían los sudafricanos hasta hace muy pocos años.
- Paisajes de película. Los paisajes sudafricanos ofrecen un despliegue visual impresionante que supera cualquier expectativa. Desde la majestuosidad de la Table Mountain en Ciudad del Cabo hasta el asombroso Cañón de Blyde River y la imponente Ventana de Dios, redefinirás tu concepción de África, llevándola más allá de la clásica imagen de extensas sabanas y llanuras infinitas. Nosotros quedamos asombrados por la diferencia de paisajes respecto a lo que teníamos en mente.
- Gastronomía diferenciada. La comida sudafricana es un festín para los sentidos, fusionando influencias de diversas culturas. Desde los tradicionales «braais» (asados) hasta los sabores únicos de la cocina del Cabo, el país combina deliciosos platos traídos de todo el mundo. Explora mercados locales, degusta vinos premiados y sumérgete en la riqueza de sabores sudafricanos. Podrás probar latos de los diferentes países de África y en tu visita al barrio de Boo-Kaap en Ciudad del Cabo, platos de comida malaya, adaptados por los esclavos que allí residieron.
📆 ¿Cómo organizamos nuestra ruta por Sudáfrica?
Tras un tiempo pensando en cuál podría ser nuestro próximo destino, llegamos a la conclusión de que aún no habíamos visitado el “continente madre”, África. Por lo que tras hacer una breve búsqueda de posibles países para visitar, nos decantamos por Sudáfrica. ¿Por qué? La respuesta es fácil, aparte de los motivos del apartado anterior, Sudáfrica es uno de los países africanos más abiertos y accesibles al mundo.
En este viaje optamos por realizarlo con agencia, ya que respecto a la seguridad, teníamos serias dudas de si íbamos a poder movernos cómodamente por nuestra cuenta. Tras analizar diferentes opciones tomamos la propuesta que nos incluyó vuelos: Madrid – Doha y Doha – Johannesburgo, en vuelo interno de Johannesburgo – Ciudad del Cabo y los vuelo de regreso a casa de Ciudad del Cabo – Doha y Doha – Madrid. El paquete incluía todos los hoteles, traslados a hoteles, aeropuerto, safari y rutas en autobús que conectaban los diferentes puntos turísticos, todo con guía.
Con el programa en la mano nos pusimos a buscar tiempo muerto en el que poder realizar alguna actividad o escaparnos por nuestra cuenta para poder conocer un poco más de cada sitio, ya sabes que somos de no estar quietos. El primer día pudimos hacer una actividad para conocer más sobre Johannesburgo, y los últimos 3 días nos hicimos nuestros propios recorridos e itinerarios para recorrer Ciudad del Cabo.
Tras tener todo bien organizado, reservamos nuestro seguro de viajes, ya que la tarjeta sanitaria Europea, ni la sanidad española nos cubren en Sudáfrica. Optamos por Heyondo, con su póliza de viajes Tranquilidad, que tiene una muy buena cobertura a un precio más que razonable. También incluimos el seguro de cancelación, que nunca se sabe lo que puede pasar y mejor curarse en salud.
Lo próximo fue tener internet, por lo que volvimos a optar por la e-sim de Airalo, conexión que nos funcionó tan bien en nuestro viaje por Albania. Te recomendamos que al menos una de las personas de las que viajen tengan datos en el móvil, podrás necesitar de reservar algún taxi o vtc, el traductor o guiarte con Google Maps. Nos volvió a funcionar de maravilla y no tuvimos ningún problema de red, por lo que os lo volvemos a recomendar. Con el viaje programado y organizado, ya solo tocaba esperar a la fecha de salida y comenzar el pedazo de viaje que nos estaba esperando.
🇿🇦 Sudáfrica en 9 días: itinerario
👉 Día 1: Madrid – Doha
Comenzamos nuestro camino hacia África. El primer día lo pasamos por completo volando. Optamos por viajar con Qatar Airways, haciendo una escala en Doha, y hasta ahora, ha sido la mejor compañía con la que hemos tenido el placer de volar. Nuestro vuelo despegó en la tarde-noche, con la intención de hacer un vuelo nocturno para dormir, y apenas ganamos altura, comenzó el servicio de cena, brindándonos la opción de elegir entre 4 platos diferentes. Después de cenar, un rato de entretenimiento con juegos antes de descansar.
Alrededor de las 5.30 a.m., el servicio de desayuno nos despertó justo antes de aterrizar en el aeropuerto de Doha. La vista de la ciudad desde el aire es impactante, con sus amplias avenidas iluminadas, sus imponentes edificios y todo el esplendor de la zona portuaria.
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👉 Día 2: Doha – Johannesburgo
Aunque gran parte del segundo día transcurrió en el avión, nuestro día comenzó en el aeropuerto de Doha. Al salir del primer vuelo, nos pusimos a explorar el gran y moderno aeropuerto, repleto de gente. Un poco a la carrera fuimos a conocer al “Oso Lámpara”.
Esta escultura, obra del artista suizo Urs Fischer, trata de un enorme oso de peluche bajo una lámpara, concebida para dar a los viajeros la sensación de estar como en casa. Justo en ese momento, nos dimos cuenta de que nuestro segundo y último vuelo del día estaba iniciando el proceso de embarque, así que nos fuimos corriendo hacia la puerta de embarque para subir al avión.
Tras aproximadamente 6.30 horas de vuelo, llegamos a Johannesburgo, una de las ciudades más grandes y pobladas de Sudáfrica. Tras recoger las maletas, sobre las 15.30, decidimos cambiar unos 80 € por la moneda local, el Rand Sudafricano, en el aeropuerto. Nuestro primer guía nos esperaba a la salida, dándonos la bienvenida y proporcionándonos información sobre el itinerario y los aspectos clave de seguridad para los próximos días. Durante el trayecto hacia nuestro hotel, atravesamos varios suburbios, observando los distintos tipos de viviendas y clases sociales a medida que nos acercábamos a la zona más turística de Johannesburgo, Sandton.
Tras instalarnos en el Hotel Southern Sun, optamos por realizar un tour con un guía local y reservamos un VTC que nos llevó a Northcliff Hill, una gran montaña a las afueras de la ciudad. Allí, nuestra guía nos esperaba para conducirnos a través del mirador, dándonos información sobre Johannesburgo y mostrándonos la ciudad desde las alturas. Después de hacer algunas fotos, nos dirigimos hacia Nelson Mandela Square, ubicada en el sector más turístico y adinerado de la ciudad, Sandton.
En la plaza, nos recibió la estatua gigante de Nelson Mandela, uno de los líderes políticos más influyentes del país, junto a un gran centro comercial y varios establecimientos de restauración. Siendo honestos, el tour guiado no cumplió nuestras expectativas, por lo que no lo recomendamos, ya que lo que recorrimos podríamos haberlo hecho por cuenta propia. A pesar de llegar tarde a Johannesburgo, exploramos otras opciones de actividades, pero el tiempo no nos lo permitió.
Cenamos en Wine Cellar Butchery, un restaurante especializado en carnes y algunos platos de comida africana, aunque notamos que estaba bastante orientado al turismo. Optamos por una ensalada de bacon y aguacate, queso asado y dos cervezas Castle, auténticas de Sudáfrica. Después de la cena, nos retiramos para descansar en una cama cómoda, preparándonos para afrontar el tercer día.
👉 Día 3: Blyde River Canyon, Bourke´s Luck Potholes, Ventana de Dios y Rain Forest
Emprendimos nuestro tercer día en Sudáfrica desayunando temprano y subiéndonos al autobús con destino al Parque Nacional de Kruger. A medida que nos dirigíamos a la región de Mpumalanga, traducido como «dónde sale el sol», quedamos sorprendidos por la cantidad de cultivos variados que inundan los campos sudafricanos, desde trigo hasta millo. También pudimos comprobar la gran cantidad de centrales térmicas de carbón, encargadas de crear electricidad a las ciudades. Pasamos cerca de Emalahleni, el pueblo más contaminado del país, rodeado por explotaciones mineras y centrales eléctricas.
En nuestra travesía, nuestra guía Patricia nos fue contando datos curiosos sobre la economía sudafricana, las explotaciones mineras y la curiosa historia del país. ¿Sabías que dentro de Sudáfrica existen 2 países? Lesoto es el más conocido, y el segundo, Suazilandia, gobernado por una monarquía autoritaria que destaca por tener una de las tasas más altas de infectados por VIH.
Nuestra primera parada nos fue en un área de descanso con una pequeña reserva natural que acogía rinocerontes, cebras, impalas y avestruces. Tras un merecido café, volvimos al autobús para emprender una ruta panorámica, explorando lugares turísticos como Belfast, poblado que tuvo 3 campos de concentración. Cruzamos varios pueblos más como eMakenzi y Dullstroom, antiguos refugios de «blancos» y colonos holandeses que buscaban riquezas mineras, diamantes y plantaciones. Mashishing (Lydenburg), conocido como el «pueblo del sufrimiento«, debido a su pasado marcado por misteriosas enfermedades, atribuidas inicialmente a un árbol que liberaba polvo blanco pero, en realidad, eran las picaduras de mosquitos las culpables de transmitir la fiebre amarilla.
La hora de comer nos llevó a un restaurante familiar Afrikans, ofreciéndonos platos sudafricanos tradicionales con ingredientes frescos de su propia huerta. Degustamos un guiso de carne con curry, pollo asado con especias, arroz, verduras y judías, acompañados por una cerveza Black Label, de producción sudafricana. Nos encantó la autenticidad del sitio, aún se emplea el método tradicional de secar la carne al aire para su conservación y venta. Podemos decir que es una especie de cecina.
Continuando nuestro trayecto en autobús, llegamos al impresionante Blyde River Canyon, el tercer cañón más grande del mundo, de unos 26 kilómetros de longitud. Destaca por ser un cañón verde, repleto de vegetación subtropical, típica de la zona. Las «Tres Rondavels«, montañas que recuerdan a las casas tribales locales, nos dieron la bienvenida al parque en el que estuvimos alrededor de media hora. Cuenta con dos miradores principales, y una zona de artesanías.
La siguiente parada fue en Bourke´s Luck Potholes, unas curiosas formaciones geológicas provocadas por la erosión del agua en la roca. Esta visita ofrece una pequeña ruta circular que combina unas vistas de vértigo desde sus puentes, con las estampas de las cascadas del río Blyde. Es increíble como la naturaleza es capaz de crear formas tan extrañas y atrevidas, es simplemente precioso.
La Ventana de Dios, en la cordillera de Drakensberg, cerró nuestro día desde lo alto de un acantilado a 700 metros. Desde allí, contemplamos las tierras bajas, hogar de numerosas reservas privadas de vida salvaje. Cuenta con dos plataformas de observación y para nosotros, dos plataformas para posar. Pudimos aprovechar la pequeña ruta que sube hacia la selva tropical, en la que cruzarás pequeños puentes de madera y obtendrás una de las mejores vistas desde lo alto, eso sí a lo mejor sudas un poquito cuesta arriba.
Finalmente, llegamos a nuestro refugio para los próximos 2 días: el Premier Hotel The Winkler. Un oasis con espacios verdes, piscina y hasta impalas libres por el recinto, ofreciéndonos una experiencia casi de safari. Cenamos a la luz de las velas y nos retiramos para descansar, ansiosos por despertarnos prontito para irnos de safari.
👉 Día 4: Safari en Parque Nacional de Kruger
A las 4:30 a.m., el despertador marcó el comienzo del que sería uno de los mejores días de nuestro viaje, nos íbamos de safari. Desayunamos rápidamente y nos dirigimos en coche al Parque Nacional de Kruger para realizar el safari de día completo. Después de una hora de trayecto, llegamos a una de las puertas principales del parque, donde se realiza el registro de entrada para una estancia máxima de 8 horas. Después de retirar las lonas protectoras de los laterales del coche, comenzamos la búsqueda de los Cinco Grandes: elefante, león, búfalo, rinoceronte y leopardo.
La experiencia comenzó con un numeroso grupo de gacelas junto a la carretera, disfrutando del sol matutino con sus crías. Pronto, descubrimos una gran grupo de cebras a lo lejos, pero la imposibilidad de abandonar la carretera, nos impidió acercarnos. No obstante, encontramos un pequeño grupo de cebras pastando entre los matorrales, dándonos un tiempo para disfrutar de su belleza.
¡Premio! Apareció el primero de los Cinco Grandes, o eso pensamos, al ver a un solitario ñú rodeado de cebras, lo confundimos con un búfalo, asique a seguir buscando. Luego, ante nosotros, un majestuoso elefante macho, una experiencia indescriptible estar tan cerca de un animal tan imponente en libertad. Ahora sí, 1/5. Continuamos, avistando grupos de gacelas y elefantes macho solitarios. Nuestra segunda victoria llegó con un búfalo descansando junto a un ñú a la sombra de los árboles.
Continuamos por la carretera, disfrutando de grandes aves como buitres, águilas, algún pájaro pequeño de colores llamativos, elefantes y gacelas. Entre los árboles divisamos una pequeña cabeza con un cuello extremadamente largo, alimentándose de los árboles, la jirafa, que aunque no pertenece a los Big Five, fue uno de los animales más difíciles de ver en todo el parque.
Ya de camino a comer, nos topamos con un Oryx un tipo de antílope con unos cuernos enormes con aspecto de caballo. Llegamos al refugio y zona de tiendas, dónde paramos a comer la bolsa que nos habían preparado en el hotel. Ojo, nos asaltaron los monos, y nos robaron un yogur, que posteriormente lanzaron vacío a la mesa de al lado, encima son desagradables.
A una de las mujeres de otra mesa le robaron toda la bolsa con la comida, de la que no dejaron absolutamente nada, asique ya sabes, vigila tus pertenencias y sujeta todo bien que los monos aparecen de la nada, y no van a dudar en dejarte sin comida.
Tras el descanso, en el cauce de un río seco vimos un grupo de perros salvajes, unos de los mejores cazadores por su insistencia y cantidad de ellos a la hora de atacar a una presa. Estuvimos de suerte, y junto a ellos, descansaba una hiena, que cuando se dio cuenta que no parábamos con las fotos decidió marcharse.
Continuamos nuestra búsqueda y nos topamos con la tortuga leopardo, ¿adivinas el porqué? Cruzamos un puente sobre el río y al fondo divisamos un grupo de búfalos, pastando tranquilamente al sol. Y por fin llegamos a uno de los grandes, un precioso ejemplar de león macho, a la sombrea de los árboles. Aunque estaba lejos, la presencia de este animal es alucinante. 3/5.
Continuamos avanzando y nos topamos con una familia de elefantas y sus crías, una de ellas muy pequeña. Y llegaríamos a otro de los animales buscados, el leopardo. En este caso pudimos verlo descansando entre las ramas de un árbol, a unos metros de distancia. 4/5.
El resto del safari pudimos disfrutarlo viendo elefantes, un segundo leopardo, una jirafa tumbada, algo muy inusual, jabalís berrugosos (pumba) y diferentes aves, pero no pudimos ver el rinoceronte. Tras 8 horas de aventura, regresamos al hotel para descansar y luego disfrutar de una cena sorpresa al aire libre, bajo un gran árbol con una hoguera central, cerrando así nuestro safari en Kruger.
👉 Día 5: Pretoria y Ciudad del Cabo
El quinto día de nuestra aventura sudafricana fue un tanto retador, siendo el más largo y pesado de todo el viaje. Alrededor de las 9:00 a.m., partimos de nuestro hotel hacia Pretoria, una de las tres capitales de Sudáfrica. Esta vez, nos llevaron por la autopista en lugar de la carretera panorámica.
A medio camino, hicimos una parada en un área de servicio que ofrecía productos locales típicos, aunque con precios un tanto elevados. Tras la pausa, nos ampliaron información sobre la historia reciente de Sudáfrica y nos dieron consejos para explorar Ciudad del Cabo, cosa que aprovechamos para cerrar las últimas visitas y reservas.
Al llegar a Pretoria, nuestro primer destino fue un restaurante donde disfrutamos de un bufé antes de iniciar nuestra ruta panorámica de la ciudad en autobús. Nos sorprendió la cantidad de sistemas de seguridad en las casas particulares: grandes muros, alambres de espino, vallas electrificadas y rejas por todas partes. Recorrimos el área de embajadas de diversos países hasta llegar al palacio presidencial. Aunque no pudimos acceder al interior, paseamos por sus extensos jardines, admirando monumentos como el dedicado al soldado sudafricano caído en la Primera Guerra Mundial, el imponente monumento a Nelson Mandela y unos cañones franceses expuestos allí.
De vuelta al autobús, nos introdujimos en el centro de la ciudad, recorriendo amplias avenidas flanqueadas por edificios en un estado un tanto descuidado y sucio. Pretoria nos generó una sensación de inseguridad más elevada en comparación con otras ciudades. Continuamos nuestro camino, observando la casa de Paul Kruger, fundador de la reserva que hoy es el Parque Nacional; la iglesia frente a su casa; el Museo de Ciencias Naturales, con un imponente esqueleto de ballena en la puerta; y edificios notables como el ayuntamiento y la audiencia nacional, donde se juzgaron figuras tan famosas como Pistorius. Después de explorar varias calles, antes de dirigirnos al aeropuerto, nos llevaron a una tienda libre de impuestos, el lugar ideal para adquirir recuerdos y regalos a los mejores precios de todo Sudáfrica. No encontramos precios mejores en todo nuestro viaje.
Finalmente, llegó el momento de despedirnos de nuestra guía Patricia y abordar un vuelo nacional con destino a Ciudad del Cabo. Después de 2.30 horas de vuelo, nuestro nuevo guía nos condujo al hotel, Cresta Grande Cape Town, donde descansamos para visitar Ciudad del Cabo al día siguiente.
👉 Día 6: Ciudad del Cabo
Por fin llegó el día de explorar a nuestro ritmo! En el sexto día en Sudáfrica, reservamos una jornada para descubrir la Península del Cabo. Optamos por un tour privado que incluía guía y transporte para exprimir al máximo cada rincón en tan solo un día. Después de un fuerte desayuno, nos recogieron en la recepción de nuestro hotel para llevarnos al Victoria & Alfred Waterfront, el puerto de Ciudad del Cabo y epicentro de numerosas actividades y cruceros.
Nuestro primer destino fue Robben Island, la isla que albergó la prisión del Apartheid, donde estuvieron recluidos líderes políticos que lucharon contra la discriminación racial, como Nelson Mandela.
Para llegar a esta isla- prisión, tomamos un ferry de unos 30 minutos de viaje. Una vez allí, nos subimos a un autobús con guía para conocer los principales lugares de interés, desde pequeños poblados y cementerios hasta un antiguo faro y la propia prisión. El recorrido, guiado por un ex-convicto, nos mostró diversas celdas, patios y la famosa celda de Nelson Mandela, ofreciéndonos la experiencia sufrida de el mismo en este duro lugar.
Al regresar en ferry a Ciudad del Cabo, aprovechamos para disfrutar de una comida rápida en el puerto antes de emprender el camino hacia la Playa de Boulders, conocida por su famosa colonia de pingüinos africanos. En el trayecto, contemplamos el hospital del primer trasplante de corazón, la Universidad de Ciudad del Cabo, la Montaña de la Mesa y el Jardín Botánico de Kirstenbosch. Una vez en Simon’s Town, visitamos la Playa de Boulders, hogar de una de las mayores colonias de pingüinos africanos del mundo. Podrás recorrer dos pasarelas de madera que te llevarán a través de la colonia.
Más tarde, nos dirigimos a Cape Point, donde se ubica el antiguo faro del Cabo de Buena Esperanza. Recomendamos subir para disfrutar de las impresionantes vistas, ya sea a través del Flying Dutchman, un funicular histórico instalado por holandeses, o mediante una caminata de unos 15 minutos. Desde lo alto, apreciamos nuestro próximo destino, el Cabo de Buena Esperanza, la punta más meridional de África. La reserva natural del Parque de Montaña de la Mesa nos permitió encontrarnos con varios animales que no esperamos ver, desde focas, avestruces, hasta babuinos.
Continuamos explorando la península, cruzamos Chapman’s Peak Drive, una ruta panorámica con las mejores vistas del país, y rodeamos la costa, disfrutando de lugares como Bufalo’s Bay, Platboom Beach y el monumento a Bartolomé Díaz. Al finalizar este intenso o día, regresamos al hotel al anochecer, agotados pero muy satisfechos. Decidimos atrevernos a salir solos por la noche, y cenar en un restaurante de cocina tradicional de Tanzania, una elección que no pudo ser más acertada. Con el estómago lleno, nos retiramos a descansar.
👉 Día 7: Ciudad del Cabo
Amanece en Ciudad del Cabo y nos preparamos para otro gran día de visitar sitios por nuestra cuenta. Tras un fuerte desayuno en el hotel, ponemos rumbo andando hacia una de las dos oficinas de los autobuses Hop-on Hop-off. Para este día compramos la City Pass, que permite el acceso a múltiples atracciones, descuentos en restaurantes y el acceso gratuito a los autobuses. Desde la oficina, tras recoger los auriculares y mapas, comenzamos la aventura recorriendo Long Street, una de las calles céntricas más grandes de Ciudad del Cabo, hasta llegar al teleférico base de Table Mountain.
La Montaña de la Mesa, considerada una de las Maravillas Naturales del mundo por su forma e inmensidad, nos espera. Subimos con el teleférico, incluido en la tarjeta de la ciudad, para disfrutar de las preciosas vistas y de una ruta panorámica para disfrutar las vistas desde todos los lados. Las vistas de vértigo sobre Ciudad del Cabo y las montañas son asombrosas, en los días despejados incluso se puede apreciar hasta Robben Island. Tras una hora, optamos por tomar el teleférico de vuelta y volver a subir al autobús.
Con la audio guía, fuimos conociendo diferentes puntos de la ciudad, como los 12 apóstoles, unas inmensas montañas que se encuentran detrás de la Montaña de la Mesa y que ocultan algunas de las mejores playas de Sudáfrica. Visitamos Camps Bay, con sus increíbles playas de arena dorada y sus aguas cristalinas. En algunas épocas del año, los bañistas pueden disfrutar del paso de las ballenas, que pueden verse desde la costa.
La ruta siguió con las playas de Clifton, cuatro pequeñas playas de características muy similares. Bordeando Lion’s Head, la montaña hermana pequeña de la Montaña de la Mesa, llegamos a la zona residencial de Sea Point, un precioso lugar con apartamentos y viviendas de alto standing. La última parada antes de bajarnos fue Green Point, un barrio cercano al Waterfront, que destaca por tener el Green Point Lighthouse, Green Point Park y el DHL Stadium, donde se jugó el mundial de fútbol de Sudáfrica.
Finalmente, de vuelta en el Waterfront, visitamos Two Oceans Aquarium, también incluido en la tarjeta de Ciudad del Cabo, en el que disfrutamos de la vida marina de la zona. Pudimos visitar grandes tanques repletos de peces, pingüinos, tiburones y medusas, y nos informaron sobre la importancia de conservar el medio ambiente y los océanos. Es una actividad ideal para disfrutar en familia, tanto para niños como para adultos.
Después de comer, volvimos al autobús para ir al punto de partida original, punto de encuentro de los Free Tour de Ciudad del Cabo y de los walking tours. Escogimos el recorrido guiado por el Barrio de Bo-Kaap, una antigua colonia de esclavos traídos de Malasia en su mayoría. Estuvimos recorriendo la zona alrededor de 2:30h y sus casitas de colores y sus calles es una de las cosas que no debes perderte en Ciudad del Cabo. El tour también nos llevó a través de Green Market Square, una gran plaza céntrica que destaca por su gran mercado en el que puedes encontrar de todo, y a precios muy buenos.
Entrados en la tarde, decidimos subir a la ruta azul de los autobuses para recorrer la pequeña península, visitando lugares como Imizamo Yhetu, uno de los poblados de chabolas más extensos de toda Ciudad del Cabo, y Hout Bay, entre otros. Tras el recorrido, volvimos al hotel para prepararnos para ir a cenar al mejor restaurante de la ciudad.
El restaurante se llama Gold, es uno de los más famosos al ser de comida tradicional africana, con un menú degustación y ofrecer espectáculos en vivo de danzas tradicionales. Nuestra experiencia fue excelente y no pudimos salir más contentos.
👉 Día 8 y 9: Ciudad del Cabo y Vuelta a Madrid
En nuestras últimas horas en Sudáfrica, momento más triste del viaje, nos levantamos temprano para disfrutar de un último desayuno en el hotel y aprovechamos para realizar las últimas compras en el centro de Ciudad del Cabo. Ya que estaba a escasos metros de nuestro alojamiento, un paseo para estirar las piernas en preparativa de la gran cantidad de horas de vuelo que teníamos por delante. A las 9:30 a.m., nos recogieron del hotel para llevarnos al aeropuerto, poniendo fin a nuestra primera visita al continente africano.
Nuestro viaje de regreso incluyó una escala en Doha y, tras una breve parada, nos embarcamos en el vuelo nocturno a Madrid. Aprovechamos la oportunidad para descansar durante el vuelo y llegar a casa con energías renovadas. Sin duda, no podemos hacer otra cosa más que recomendarte vivir la experiencia de visitar Sudáfrica. Aunque, como has podido leer, nuestro itinerario fue ajustado, cada momento fue disfrutado al máximo.
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⭐ Recomendaciones
- Duplicados de Documentos de Viaje: Asegúrate de tener copias adicionales de tus documentos de viaje, como pasaporte, visado y seguro médico. Al dejar los originales en la caja fuerte del alojamiento, evitarás posibles pérdidas o robos, y las copias te facilitarán el acceso a todas tus actividades. Consulta qué documentos necesitas en este enlace.
- Visita al Centro de Vacunación Internacional: Antes de partir hacia África, programa una visita al Centro de Vacunación Internacional. Allí podrás recibir las vacunas necesarias, como la Hepatitis, y obtener información sobre la profilaxis contra la malaria. Infórmate también sobre la situación sanitaria en Sudáfrica a través de las recomendaciones del Ministerio de Asuntos Exteriores.
- Contratación de un Buen Seguro de Viaje: La asistencia sanitaria española no cubre Sudáfrica, por lo que es fundamental contar con un buen seguro de viaje. Te recomendamos opciones confiables como Heymondo (con un 5% de descuento en la reserva).
- Sigue las Recomendaciones de Agencias de Viajes y Hoteles: Aprovecha la experiencia de las agencias de viajes y hoteles, ya que están informados sobre los riesgos y problemas en su área. Solicita información y consejos, ya que su principal objetivo es asegurar que los clientes disfruten de una experiencia segura.
- Evita Salir Solo por la Noche: Aunque Sudáfrica es parcialmente seguro, especialmente en determinadas zonas y barrios, se desaconseja salir solo por la noche. Este es el período de mayor actividad delictiva, y los turistas pueden ser más vulnerables. Utiliza servicios de transporte confiables como VTC o los proporcionados por hoteles y agencias.
- Precaución con Cajeros Automáticos: Evita usar cajeros automáticos en lugares poco fiables para prevenir estafas y clonaciones de tarjetas. Recomendamos cambiar o retirar dinero en el aeropuerto o en tu hotel. No aceptes ayuda de desconocidos, incluso si parecen amigables; es mejor prevenir situaciones incómodas.
- No Pagues por Andar por la Calle: Sé cauteloso con posibles timos, especialmente en Ciudad del Cabo, donde algunas personas podrían exigirte dinero por caminar en ciertas áreas. Este tipo de solicitudes son estafas, y los hoteles aconsejan gritar «policía» y buscar grupos de turistas para obtener ayuda en caso necesario.
👍 Lo que más y menos nos ha gustado de Sudáfrica
Lo que más nos ha gustado de Sudáfrica es:
- La alegría de sus gentes. No hay mejor manera de describirlo que como un abrazo constante. Desde el momento en que pisamos Sudáfrica, nos recibieron con sonrisas y charlas amigables que hicieron que nos sintiéramos como en casa. La calidez de la gente sudafricana es contagiosa, y su disposición para ayudarte y mostrarte su país es algo que le dió ese toque especial a nuestro viaje.
- Su deliciosa gastronomía. ¡Imposible resistirse a hablar de la maravillosa comida sudafricana! Cada plato es una fusión de sabores únicos, mostrando la diversidad de influencias y la creatividad en la cocina local. Incluso en los lugares con menús cerrados, cada bocado fue un descubrimiento culinario.
- Variedad de paisajes. Sudáfrica nos sorprendió con su diversidad natural. Lejos de la imagen preconcebida de un país seco, encontramos un paraíso de naturaleza exuberante: gran cantidad de árboles, montañas y muchísima agua.
Lo que menos nos ha gustado de Sudáfrica:
- Falta de seguridad. Honestamente, este fue el único aspecto que empañó un poco nuestra experiencia. Al movernos solos, notamos la falta de costumbre de ver a turistas llendo por su cuenta, especialmente en algunas ciudades. La necesidad constante de estar alerta y vigilar nuestras pertenencias fue un pequeño inconveniente.
- Poca libertad de movimiento. Para quienes disfrutamos explorando a nuestro propio ritmo, la limitación de movimiento es un desafío. En Sudáfrica, la opción más segura a menudo fue utilizar guías o tours, lo cual, aunque necesario, limitó nuestros movimientos y la posibilidad de marcar nuestro propio ritmo.
- Crimen alto. En el inicio de nuestro tour en Johannesburgo, nos vimos obligados a modificar la ruta debido a situaciones de seguridad. La limitada presencia de la policía y su temor a intervenir en ciertas áreas, hacen que no sea seguro moverse por algunos barrios
Ahora que ya conoces nuestras experiencias en Sudáfrica, te invitamos a explorar nuestras otras guías de este país único, como nuestra visita a Ciudad del Cabo, los 10 lugares que debes visitar en Sudáfrica o todo lo que tienes que saber antes de viajar a Sudáfrica. ¡Esperamos que encuentres inspiración para tus futuros viajes!