Dicen que el ser humano es el único ser vivo que tropieza dos veces con la misma piedra. Bien, pues PlanDviajero te ayudará a que seas la excepción que confirma la regla. Como viajeros primerizos, hemos aprendido a lo largo de estos años que cada aventura viene con su propia dosis de desafíos y tropiezos. Así que, traemos este artículo con el que queremos compartir los errores más comunes durante un viaje: los 7 pecados capitales de los viajes. Acompáñanos y descubre cómo evitar caer en estas trampas mientras estás explorando el mundo.

 

 

✈️ Los 7 pecados capitales de los viajes

 

Vamos a ser sinceros, todos nos hemos encontrado alguna vez en situaciones un poco desagradables cuando estamos (d)escubriendo el mundo. Y a veces nos equivocamos más de lo que quisiéramos. Por eso, hoy intentaremos resolver esos fallos cuando viajamos. Errores que se convierten en lecciones, lo que marcará una diferencia entre una aventura inolvidable y un viaje plagado de frustraciones (a veces también inolvidables 😅).

 

Para comprender mejor estos errores comunes, hemos recurrido a los pecados capitales. Originarios del catolicismo, son siete conductas o hábitos que se consideran como faltas a los actos humanos. Es decir, vicios que demuestran las debilidades humanas y los comportamientos destructivos. Aunque estos conceptos surgen inicialmente de la religión, se pueden aplicar como patrones de comportamiento en diversas áreas de la vida, incluidos los viajes.

 

Al examinar los pecados capitales en el contexto de los viajes, nos enfrentamos a la realidad: nuestras acciones y decisiones pueden verse influenciadas por estos vicios. Desde la soberbia que nos hace subestimar los riesgos hasta la envidia que nos lleva a comparar nuestras experiencias con las de los demás. Cada pecado puede meterse en nuestras mochilas sin que nos demos cuenta, y manifestarse de manera sutil pero significativa en nuestras travesías por el mundo.

 

A continuación, vamos a desmenuzar los 7 pecados capitales de los viajes y cómo evitar caer en sus trampas. Próximo plan: (D)etectar esos errores para resolverlos y tener una aventura inolvidable.

 

 

🤴🏻 Soberbia

 

La soberbia/arrogancia/altivez/altanería se basa, en pocas palabras en el narcisismo/egoísmo. Pero dejándonos de Filosofía y siendo más claros, se refiere a dar importancia a lo propio, fallando en escuchar a lo demás. En otras palabras, es creerse superior sin reconocer lo de los demás.

 

Extrapolándolo a eso que tanto nos gusta, viajar, este pecado se manifiesta cuando, por ejemplo, el viajero subestima los riesgos o sobreestima sus habilidades, haciendo oídos sordos cuando aconsejan lo contrario o también cuando no se investiga lo suficiente. ¡¡Y este error lo hemos cometido muchos!!  Además, muchas veces se suma el despreciar la necesidad de un seguro de viaje.

 

Vamos a ser claros y concisos, cuando las cosas se tuercen es mejor tener un respaldo para no quedarte con el melocotón 🍑 al aire. Estamos muy acostumbrados a la comodidad de Europa, a un nivel de calidad en cuanto a servicios públicos como la Sanidad, o por ejemplo la seguridad tanto alimenticia como física. Pero en muchos destinos se necesita un plus para evitar alguna tragedia. Y para eso están los seguros como los de Intermundial.

 

Imagina que viajas a Sudáfrica, decides escalar la Table Mountain y te tuerces un tobillo. Si abusas de tu soberbia y no tienes contratado un seguro de viajes pensando que no te puede pasar nada, prepara la cartera porque vas a soltar billetes pero bien… 💸💸💸 Además, la asistencia sanitaria en muchos países no es como la conocemos en Europa en cuanto a calidad y rapidez. Por eso, un seguro te garantizará asistencia médica de calidad sin añadir costes adicionales.

 

¡Ah! Y por si no lo sabías, hay países que exigen a sus visitantes un seguro para viajar, como por ejemplo Cuba, Tailandia o Argentina entre otros. Así que ya sabes, no te pases de confiado. Infórmate antes de reservar tus vuelos y contrata un seguro si no quieres cumplir uno de los 7 pecados capitales de los viajes.

 

 

🤑 Avaricia

 

Pasamos a uno de los pecados de los excesos: la avaricia. Ese afán por poseer riquezas y aumentarlas. Ocurre cuando el viajero busca constantemente ahorrar dinero a expensas de su comodidad y su seguridad.

 

Los errores típicos son elegir alojamientos de mala calidad sólo por el precio, optar por transporte de baja calidad que pueden resultar en estafas, o negarse a gastar en experiencias culturales o actividades locales.

 

Conocemos gente que por ahorrarse un dinerillo, algo totalmente comprensible y nada criticable, han ido a la opción más barata de Booking a pesar de tener muy mala pinta o incluso compartir con más personas. Insistimos, es algo totalmente respetable ya que cada uno elige su forma de viajar y según sus posibilidades. Pero si vas a optar por ello, toma ciertas precauciones.

 

En caso de que vayas a compartir habitación, por tu bien llévate siempre tapones para los oídos si quieres descansar. Llévate repelentes para las chinches, y utiliza chanclas si vas a compartir duchas. ¡No querrás volver a casa con picazón y pie de atleta! Además, a nadie le gusta dormir entre cucarachas, suciedad y ruido. Destina un poco más de tu presupuesto para un mejor confort.

 

En cuanto al transporte, ten cuidado con las estafas de los taxis. No te subas en cualquier sitio. Infórmate para evitar engaños o utiliza servicios con reserva previa tipo VTC. Y por último, suelta un poco el bolsillo para visitar museos, hacer tours o divertirte con actividades locales. Si no, habrás viajado prácticamente en vano. Viajar implica conocer la historia, el arte y la cultura de un lugar, entre otros aspectos, además de hacer fotos para Instagram. Créenos, tu experiencia será mucho mejor si dejas de ser avaricios@ y destinas un poco de dinero en esto.

 

 

😈 Lujuria

 

Aunque la lujuria se vincula al apetito sexual intenso y un deseo incontrolable, también se refiere al exceso, la magnificencia, o la exuberancia.  En el viajero se presenta cuando se deja llevar por la tentación de buscar placeres superficiales en lugar de sumergirse en la auténtica cultura del destino. Errores como pasar demasiado tiempo en zonas turísticas sobrevaloradas en lugar de explorar áreas menos conocidas, o no interactuar con la comunidad local.

 

Pero, ¡ojo! No nos malinterpretes. Nosotros somos partidarios de conocer todo, desde la más clara trampa atrapaturistas hasta los lugares escondidos y desconocidos más bonitos. A lo que nos referimos con este pecado es que, a veces, nos enfocamos en atracciones muy turísticas en las que te haces la foto y te vas, en lugar de sumergirnos en la autenticidad del lugar. ¡No tengas miedo a explorar y aprender!.

 

 

🤬 Ira

 

Otro de los 7 pecados capitales de los viajes es la emoción del odio, el enfado, la rabia, la impaciencia, la irritabilidad, el resentimiento… la ira. ¿Quién no se ha pegado un rebote cuando las cosas no salen según lo planeado? Pues esa ira se manifestará en el viajero en forma de frustración. Puede pasar, por ejemplo, cuando nos superan las barreras idiomáticas, estallar por retrasos o contratiempos, un pinchazo con tu coche de alquiler, o a veces ante alguna falta de respeto.

 

¡Tranquilo! Tu viaje no se ha arruinado. Estos baches se superan con una virtud: la paciencia. Los efectos físicos de la ira incluyen un aumento del ritmo cardíaco, de la presión sanguínea y de los niveles de adrenalina y noradrenalina. Lo que se traduce a que… te tienes que relajar. Para, respira y tranquilízate. Estás disfrutando de uno de los mayores placeres: ¡viajar! Tómatelo como con calma.

 

 

🍰 Gula

 

A nosotros nos ENCANTA comer. Y más si hacemos turismo gastronómico. Conocer platillos de diferentes culturas, ver esas diferencias con la cocina que nosotros conocemos… ¡Es impresionante! ¡Y qué rico! Bueno, y enlazando con este afán por la comida, precisamente en esto nos descuidamos muchas veces.

 

La gula se manifiesta en el viajero o bien cuando nos excedemos pidiendo comida desperdiciándola, o bien de mano con la soberbia cuando probamos comida/bebida callejera sin ningún tipo de precaución, lo que supone un episodio horrible de ti sentado en el baño un largo rato con los peores dolores de estómago que has tenido en la vida. 

 

También, podríamos decir que puede ir acompañada de la avaricia si nos alimentamos a base de comida rápida o de cadenas internacionales en lugar de probar la gastronomía auténtica del destino. O sea, un dos por uno (pero no la mejor oferta): comer mal y sin conocer los sabores del lugar. Tenemos 3 soluciones para ti:

 

  • Pedir lo justo y no desperdiciar: practica tu lado más ético y moral aprendiendo el respeto hacia la comida y el medio ambiente. Una forma útil de solventar esas ganas por probar todo es compartir platillos con tu compañero de viajes. Y recuerda, disfrutar de la gastronomía no sólo se trata de satisfacer tu apetito.

 

  • Comer en lugares de calidad, con buenas condiciones higiénicas y evitando ciertos alimentos según el destino. Por ejemplo, en países como Marruecos, Egipto o India, aléjate de las bebidas que no estén embotelladas (ni bien cerradas), huye de las bebidas con hielo, la comida poco cocinada y alimentos frescos (en muchos casos están lavados pero ya sabes en qué tipo de aguas…)

 

  • Contratar un seguro de viajes. Sí, una vez más. Pero en cualquiera de los casos, si has sido o no prudente con lo que te llevas al estómago, créenos que querrás tener el acceso a medicamentos o la asistencia médica más rápidos cuando te estés retorciendo entre terribles dolores de tripa. 

 

 

🦥 Pereza

 

El pecado de la pereza se refiere a un estado mental, espiritual, patológico y físico de aburrimiento o descuido. Es verdad que muchas veces preferimos un plan de chill, tumbarnos a la bartola y no hacer nada. Caemos en la inacción y dejamos a un lado la exploración, quedándonos en el hotel en lugar de salir a descubrir mundo. Incluso, un error todavía aún más común, es que nos hacemos bastante dependientes de tours guiados en lugar de aventurarnos por cuenta propia. Así, estamos limitando nuestro esfuerzo físico y mental al mínimo.

 

¿Dónde queda la emoción de la aventura y la curiosidad por lo desconocido? Al ceder ante la pereza, renunciamos a la oportunidad de descubrir, aprender y crecer. Así que, desde PlanDviajero, te recomendamos que te lances a conocer por tu cuenta. Emprende un viaje sin brújula. Piérdete por las calles, busca información por tu propia cuenta, contrasta, y déjate llevar. Sal de tu zona de confort ya que el mundo está ahí fuera esperando a ser descubierto, pero nunca lo vas a conocer desde la comodidad de la cama de un hotel.

 

 

😒 Envidia

 

Y el último de los 7 pecados capitales de los viajes es la envidia. Esa insatisfacción por no poseer lo que el otro tiene. Nos obsesionamos con la idea de que la hierba siempre es más verde al otro lado, sin detenernos a considerar que cada uno tiene su propio camino y sus propias luchas. ¿Cuántas veces hemos leído otros blogs, o hemos mirado otras cuentas de Instagram y nos hemos muerto de la envidia por ese lugar que tantas ganas teníamos de visitar? Esto provoca que busquemos imitar o superar las experiencias de los demás, en lugar de encontrar nuestra propia satisfacción.

 

Por tanto, los errores más repetidos son copiar itinerarios basados en las redes sociales sin considerar nuestros propios intereses o preferencias, gastar más de lo necesario tratando de igualar las experiencias de otros viajeros, o incluso cuando sólo nos enfocamos en mostrar dónde estamos con el fin de poner los dientes largos a los demás. ¡Qué mala es la envidia! 

 

Las soluciones que ofrecemos son las siguientes:

 

  • Antes de planificar tu próximo viaje, reflexiona sobre lo que realmente te apasiona. ¿Te encanta la naturaleza? ¿Eres un entusiasta de la historia y la cultura? ¿O prefieres la aventura y la adrenalina?

 

  • Investiga. En lugar de simplemente copiar itinerarios de TikTok, lee guías de viaje, consulta blogs, o escucha lo que otros viajeros tienen que contar para obtener una perspectiva más completa y equilibrada sobre tu destino.

 

  • Céntrate en tu experiencia personal, no en la validación social. En lugar de obsesionarte con mostrar dónde estás para impresionar a los demás, concéntrate en vivir el momento y disfruta de cada experiencia al máximo. Recuerda que la verdadera gratificación está en lo que experimentas, lo que vives en primera persona, no de la aprobación de los demás.

 

  • Y en relación a lo anterior, y lo más importante, practica la gratitud y la apreciación. No alojarte en un hotel con piscina y vistas a todo Santorini no convierte tu viaje en algo patético. Agradece tus propias experiencias, que son únicas en el mundo y aprende a apreciar cada destino por tus propios méritos. Encuentra la alegría en las pequeñas cosas que hacen que cada viaje sea único y memorable.

 

 

En conclusión, al identificar y encarar los 7 pecados capitales de los viajes, podemos transformar nuestras experiencias viajeras en oportunidades de crecimiento personal y aprendizaje. Al darnos cuenta de estas tendencias o malos hábitos, podemos desarrollar una mentalidad más consciente y responsable al viajar, priorizando la autenticidad y el respeto por las culturas locales. Además de ahorrarnos algún que otro disgusto. Recordemos siempre que cada viaje es una oportunidad para explorar, descubrir y aprender, y que, al final del día, lo que realmente importa no es el número de destinos que hemos tachado del mapa, sino los recuerdos y las conexiones que creamos a lo largo del camino. 

 

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